Este fin de semana llega al Teatro Cuyás “La calma mágica”, producida por la compañía vasca Tanttaka Teatroa y el Centro Dramático Nacional. El recinto grancanario ya la había programado en junio de 2015, cuando el inesperado fallecimiento de uno de sus protagonistas, Aitor Mazo, obligó a cancelar las dos funciones previstas entonces. 

El Cuyás exhibe “La calma mágica”, del ganador de tres Max consecutivos al Mejor Autor Alfredo Sanzol

El elenco lo integran ahora Iñaki Rikarte, Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia, Martxelo Rubio y Vitoria Rogado, que actuarán en el recinto de Viera y Clavijo el viernes y el sábado a las 20.30 horas.

La obra está escrita y dirigida por Alfredo Sanzol, autor también del “Edipo” que recientemente triunfó en el Cuyás dentro del proyecto “Teatro de la Ciudad” y uno de los más reconocidos de la escena española actual (no en vano, recibió el Max al Mejor Autor tres años consecutivos entre 2011 y 2013).  La próxima semana, el Cuyás le dedicará un ciclo especial con la proyección en la Sala Josefina de la Torre de las grabaciones del Centro de Documentación Teatral de su trilogía: “Risas y destrucción”, “Sí pero no lo soy” y “Días estupendos”. Será los días 12, 13 y 14 a las 19.00 horas. La entrada para este ciclo será libre hasta completarse el aforo, informaron el rueda de prensa el director del teatro, Gonzalo Ubani, y el propio Sanzol, que intervino junto al protagonista Iñaki RiKarte.

“La calma mágica” cuenta la historia de Óliver, un hombre que anhela cambiar de vida y al que su futura jefa le ofrece, ya en la entrevista de trabajo, unos hongos alucinógenos cuyo consumo le conducirán a un viaje único e iniciático, con elefantes de color rosa, allanamientos de morada, escopetas, alcohol y sueños.

“A medida que transcurre el tiempo, los sueños y la realidad llegan a tener el mismo valor entre los recuerdos”, explica Sanzol, para quien en la obra “todo lo que ha sucedido en la realidad se mezcla con lo que pudo suceder” y “la realidad deja rápidamente el espacio a los sueños” de forma que “el pasado se parece cada vez más al futuro”.

Así, en plena paranoia por el consumo de las setas, Óliver ve que en el futuro se queda dormido delante del ordenador y que un cliente lo graba con el móvil mientras se echa esa cabezada. Él le pide que borre el vídeo, pero el cliente se niega, y de esa lucha nace esta “historia de búsqueda de la dignidad y del sentido de la vida”, según el autor y director del montaje, que lo dedica a su padre y “al deseo de poder volver a hablar con él y al rechazo de que las personas se vayan para siempre”.

Artífice de trabajos como “Cous-cous y churros”, “Carrusel Palace”, “Risas y destrucción”, “Sí, pero no lo soy” o “Aventura!”, Sanzol obtuvo tres premios Max consecutivos en la categoría de Mejor Autor por “Delicadas” (2011), “Días estupendos” (2012) y “En la luna” (2013), que se hizo además con el galardón a Mejor Espectáculo. Además, ha dirigido “Como los griegos”, de Steven Berkoff, “La cabeza del bautista”, de Valle-Inclán, “La importancia de llamarse Ernesto”, de Oscar Wilde, y “esperando a Godot”, de Samuel Beckett.

A partir de 12 euros (más descuentos) y con el patrocinio de Guaguas Municipales, las entradas para esta nueva propuesta pueden adquirirse ya a través de los canales habituales con que cuenta la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, que gestiona el Cuyás: la taquilla y la web del recinto (www.teatrocuyas.com) y Entradas.com.