Se ha comprobado la relación entre los traumas en la infancia y problemas graves de salud física y mental en la vida adulta, entre ellos están el estrés y la ansiedad generalizada.
Pero no por eso, tenemos que resignarnos a una vida de angustia e infelicidad, si nos lo proponemos podemos sanar a nuestro niño interior para que a su vez sane el adulto.
Porque nuestro niño interior aunque guarda nuestras más profundas heridas, cuando se siente amado y escuchado por nosotros, nos entrega nuestros mayores dones, la alegría, la risa, la creatividad, la curiosidad, el entusiasmo… Nos enseña a tomarnos los problemas como juegos a resolver y a levantarnos todas las veces que haga falta, mientras aprendemos con perseverancia a caminar en la vida.
Ven a encontrarte con tu pequeño gran maestro el próximo viernes 17 en Gym Kelly 48

(Leer comentarios en Facebook)