La ponencia se enmarca en el contexto de la exposición ‘Óscar Domínguez, Manolo Millares y Martín Chirino: una mirada insular’, que se exhibe en el Castillo de la Luz hasta el próximo 1 de octubre
El escritor, crítico de arte y comisario de exposiciones Isidro Hernández Gutiérrez, conservador jefe del TEA (Tenerife Espacio de las Artes), pronunciará el próximo miércoles, 12 de julio, a las 20 horas, en el Castillo de la Luz, la conferencia titulada Óscar Domínguez, entre el mito y el sueño. La ponencia se enmarca en las actividades paralelas a la muestra Óscar Domínguez, Manolo Millares y Martín Chirino: una mirada insular, que, comisariada por Juan Manuel Bonet, se exhibe en la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, hasta el próximo 1 de octubre.
Sinopsis de la conferencia
En su intervención, Isidro Hernández glosará la singular importancia de uno de los artistas imprescindibles en la nómina de las vanguardias europeas. Del pintor Óscar Domínguez (Tenerife, 1906 – París, 1957), Hernández destaca tanto “la calidad subversiva de sus creaciones”, como su “activa participación en el Surrealismo, ese episodio crucial en las artes de la Vanguardia del siglo XX”. Considerado, junto con Joan Miró y Salvador Dalí, uno de los autores clave de aquella generación, Domínguez es tal y como lo denomina Juan Manuel Bonet en su Diccionario de las Vanguardias Históricas en España, “el tercer gran nombre que España dio a la pintura surrealista”, explica el conferenciante.
El nombre de Óscar Domínguez –que llevó una vida itinerante entre Tenerife y París, donde murió en 1957- suscita evocaciones diversas, explica Isidro Hernández; “para unos es un pintor visionario, el inventor de la decalcomanía; para otros, el excelente constructor de objetos surreales –esas máquinas imposibles e insolentes, erotizantes y transgresoras, siempre poéticas–; y aún habrá quien aluda al artífice de inquietantes realidades oníricas que sacude, en palabras de Agustín Espinosa, ‘los raíles de un tren en llamas’”.
La itinerancia afecta también, o sobre todo, a su obra, explica el conferenciante. Pues, a través del rostro multiforme de su obra, de su subversión y renovación constantes, Óscar Domínguez representa al artista por siempre insatisfecho, al creador inconformista, libre en su libertad creadora. Sin embargo, esa fiebre inconstante de su pintura, movida por el exceso de experimentación, además de su carácter espontáneo, impulsivo y tragicómico de “disidente perenne –subraya Pérez Minik–, de esos que después de cualquier revolución no saben construir un mundo nuevo”, no siempre permitió a Domínguez apurar todas las posibilidades de sus propios hallazgos, por lo que su obra se convierte en una continua búsqueda de nuevas formas de pintar, dibujar y escribir.
Desde sus composiciones de influencia daliniana de principios de los años treinta –La bola roja (1933) o Le dimanche (1935)–; pasando por la genialidad de sus pinturas cósmicas –Los platillos volantes (1939)– y superando el período metafísico y la asimilación del estilo picassiano, ya en la década de los años cuarenta –Mujer sobre el diván (1942)–; hasta alcanzar su técnica del triple trazo y, posteriormente, la etapa informalista que caracteriza a sus últimas obras –Delphes (1957)–, la fatal predisposición de Domínguez hacia los alucinados vericuetos de la imaginación y su permanente experimentación “se convierten, finalmente, en la guía de todo su itinerario creativo. En efecto, el pintor tinerfeño se caracteriza por una práctica pictórica absolutamente enmarcada en la intuición onírica, presidida por un espíritu liberador en estado puro que está en perfecta consonancia con la maquinaria clandestina, vertiginosa e irracional del Surrealismo”, concluye el ponente.
Perfil del conferenciante
Isidro Hernández Gutiérrez es conservador jefe de la Colección TEA (Tenerife Espacio de las Artes), y doctor por la Universidad de La Laguna por su trabajo sobre la imagen poética surrealista en la obra pintada y escrita de Óscar Domínguez. Entre 2001 y 2003 vivió en las ciudades francesas de Brest y Quimper, en cuya Universidad de Bretaña Occidental Victor Segalen impartió clases. Se ha especializado en el estudio de los autores de la vanguardia en Canarias, dedicando una especial atención al Surrealismo. Entre 2004 y 2008 fue Conservador Jefe del IODACC, participando de forma activa en las líneas directrices de la Colección de dicho centro de arte, especialmente en la Colección Óscar Domínguez.
Ha comisariado importantes exposiciones sobre el pintor Óscar Domínguez, como Óscar Domínguez: una existencia de papel (2011), y Óscar Domínguez entre el mito y el sueño (2014), si bien desde 2005 ha participado de forma activa en otras muestras dedicadas al mismo autor, tales como La part du jeu et du rêve (Marsella, 2005), o Éxodo hacia el sur: Óscar Domínguez y el automatismo absoluto (Tenerife, 2006), de las que fue asesor y coordinador, respectivamente. También coordinó la exposición Cosmos: en busca de los orígenes, de Kupka a Kubrick (Tenerife, 2008). Asimismo ha sido responsable de la exposición que TEA dedicó al veterano artista bosnio Stipo Praniko (TEA, La Regenta, Caji, 2012 – 2014), así como de las dedicadas a la obra metálica, escultopictórica, de la artista canaria Maribel Nazco (2013) o al artista ruso Wanja Surikov (2015), entre otros autores. También ha comisariado distintos proyectos de las Colección de arte Ordóñez Falcón de Fotografía, Los Bragales y, especialmente, de TEA Tenerife Espacio de las Artes, entre ellos, el desarrollado a partir del libro de Rafael Argullol El fin del mundo como obra de arte (2016).
Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos El ciego del alba (Pre-textos, 2008), trabajo que recibió el VII Premio Internacional de Poesía Emilio Prados de 2007, convocado por el Centro Cultural de la Generación del 27 (Málaga). En 2008 apareció su cuaderno de notas aforísticas El aprendiz, publicado en la Colección de Ensayo de la Caja Literaria. Otros textos suyos sobre arte y literatura aparecen en distintas revistas nacionales y extranjeras. En 2008 coordinó junto con el crítico Miguel Casado el Congreso que sobre el poeta Luis Feria celebró el Cabildo de Tenerife en Santa Cruz de Tenerife y Madrid.