La banda de Pablo Carbonell mezcla en Nuevo Chou once temas del poeta Javier Krahe y clásicos de la agrupación

Los Toreros Muertos están más vivos que nunca y con ganas de pisar el Archipiélago
canario. Prometen con Nuevo Chou “diversión y emoción a mansalva”. El presente de Los Toreros pasa por
presentación de disco en el que toman por un lado prestadas las letras del poeta y cantautor Javier Krahe y
entremezclan con sus clásicos desde la formación de la banda (1984). Personas pertenecientes a un amplio
abanico generacional, pero especialmente de la época de la movida madrileña y el movimiento contracultura,
reconocen en Los Toreros Muertos al grupo del popular e histriónico Pablo Carbonell. Partiendo de esta
personalidad que encuadra a la banda, Los Toreros Muertos tienen Nuevo Chou y lo presentan este mes de
julio en las dos islas capitalinas. El 28 estarán en Santa Cruz de Tenerife (en La Cascada) y el 29 estarán
en la sala grancanaria The Paper Club.

Las entradas están activas en la plataforma on line Entrees, en la taquilla de la sala y en diversos puntos
físicos de la ciudad (Tiramisú, en la Plaza del Pilar de Guanarteme; Te lo dije Pérez, en calle Obispo Codina,
6 y en el Scooter’s Pizza Factory, en Plazoleta de Las Ranas, 1) al precio de 18 euros (anticipada) y 20
euros el mismo día del concierto que está fijado para las 23.00 horas.

Al margen del popular Carbonell forman la banda los mismos de siempre, Many Moure y el argentino
Guillermo Piccolini. El último trabajo del grupo fue editado en 2015, bajo el título de Toreros muertos en vivo,
grabado en directo en el Gran teatro Falla de Cádiz el 28 de febrero de 2015. Antes de eso publicaron
algunas canciones sueltas pero no editaban un disco de estudio desde 1992, cuando salió al mercado Los
toreros muertos cantan en español.

Dice Carbonell que Nuevo Chou pretende introducir el trabajo literario y musical de Krahe en el universo pop.
“Hemos reunido los temas que componen un Krahe lúdico pero también comprometido socialmente o
directamente filosófico”. Los temas son ‘Paréntesis’, ‘Don Andrés octogenario’, ‘Sábanas de seda’, ‘Dónde se
habrá metido esta mujer’, ‘Nembutal’, ‘Un burdo rumor’, ‘Cromosoma’, ‘Nos ocupamos del mar’, ‘Antípodas’,
‘Hoy por hoy’ y ‘No todo va a ser follar’.

Estos once temas, reconoce Carbonell, van intercalados con los clásicos de nuestra banda y otros tres
nuevos en los que reconocemos la influencia del cantautor y poeta español que se fue hace justo dos años
(en julio de 2015). El reto era conseguir que los temas de Krahe sonaran integrados con los nuestros. “Lo
hemos conseguido, después de varios conciertos en los que cada repertorio están entrelazados creando la
atmósfera habitual de un concierto nuestro: diversión y emoción a mansalva”, argumenta el vocalista de Los
Toreros Muertos.

Algo muy en común tienes las letras de Krahe y de Los Toreros Muertos, de modo que el resultado de este
disco y show es equilibrado. El uso de la ironía y la comedia en las canciones es el hilo conductor que unifica
a uno y otros. De hecho, la estrecha relación de Krahe y Carbonell venía de atrás. En 1999 Javier fundó la
discográfica independiente “18 Chulos” junto a personalidades como Pepín Tre, Santiago Segura, el Gran
Wyoming, Faemino y Pablo Carbonell. En ésta editó varios discos: Dolor de garganta, 4 Cábalas y cicatrices,
Cinturón negro de karaoke, Querencias y extravíos, Toser y cantar, Las diez de últimas y En el Café Central
de Madrid; además del disco homenaje …Y todo es vanidad.
Por su parte, la versatilidad de Carbonell es algo patente en la huella que ha ido dejando en el ámbito
artístico. Él reconoce que siempre tiene muchos proyectos sobre la mesa y, precisamente sobre su
versatilidad, ha comentado que lo que más le gusta es la música, «pero la música tiene un componente de
interpretación y ahí me he enfilado yo. También me gusta mucho escribir, en fin, lo más importante es no
aburrirse ni aburrir, desde luego».