Celestino Mesa

Inauguración de exposición:

     El viernes 26 de Abril a las 20 h. 

Título: EL TIEMPO QUE NO ESTÁ
Autor: Celestino Mesa

Exposición de pintura.
Sala de exposiciones.  La Recova sala anexa. Santa Cruz de Tenerife.

Plaza Isla de la madera, s/n. S.C. Tenerife.

Del 26 de abril al 29 de mayo de 2019.

Horario: martes a sábado de 11 a 13 h y de 17 a 20h.
Domingos y festivos de 11 a 14 h.
Lunes cerrado.

Celestino Mesa. Tenerife. 1963

Después de terminar Bachiller en Tenerife, se desplazo a Inglaterra y Alemania, donde termino sus estudios de
diseño, fotografía y pintura. En Inglaterra recibió clases de perfeccionamiento en acuarela con miembros del
Real Instituto de acuarelistas y de la Real Sociedad de Artistas Británicos. En Alemania trabajó en la revista
Vogue como ayudante de maquetación.
Durante varios años trabajó para distintas empresas en la dirección creativa de espectáculos para el ocio y
actividades culturales.
En 2000 retoma los estudios de diseño gráfico en el entorno digital, edición de video y programación,
obteniendo el titulo y máster de Técnico en diseño gráfico y el de editor de video y multimedia en 2004.
En la actualidad combina la faceta de pintor con la de diseñador y editor multimedia.
Su estudio de pintura se encuentra en Tenerife y cada año presenta su obra en diversas galerías.
Su estilo es realista, un pintor centrado en la figuración, conocedor de todas las técnicas, distinguido con el
retrato a la acuarela en diversas ocasiones y el óleo donde crea composiciones de gran tamaño, esplendor
lumínico caracterizadas por un realismo escénico, utilizando la figura como pilar de la composición.
.
Su obra se encuentra en numerosas colecciones privadas en España, Inglaterra, Alemania, Suecia, Dinamarca,
Holanda, Noruega, Francia, Italia, Venezuela, Arabia, etc.
Museos y distintas entidades: Ayto. de La Orotava, Ayto. de La Laguna -Tenerife, Ayto. de Santa Cruz de
Tenerife, Ayto. Las Palmas de Gran Canaria, Museo Abaco -Tenerife, Museo Statens for Kunst Dinamarca, Real
Sociedad de Acuarelistas Británicos -Inglaterra, Museo Insular de la vid -Tenerife, Museo Javier de la Rosa- Gran
Canaria, Museo Oscar Domínguez -Tenerife, Ayto. de Galdar G.C., Hotel Tigaiga -Tenerife, Escuela Superior de
Turismo Iriarte -Tenerife, Hotel Hyatt Carlton Tower – Londres, Hotel Oslo -Noruega, Koifisch. Alemania, Hotel Mar

y Sol -Tenerife, Centro de la Tercera Edad Gerovitae – La Guancha , Museo Leopoldo Panero Astorga-León, etc.
1980 – 1er premio de pintura. Día Mundial de la Cruz Roja. Tenerife.

1993 – 1er premio de pintura rápida al aire libre. Pto. de la Cruz. Tenerife.
1994 – Premio Oscar Domínguez. VII Certamen de pintura y escultura. Tenerife.
1996 – Seleccionado «Pintor del Mes». Revista Casa y Jardín. Madrid.
1997 – Medalla de Plata: Actividades Artísticas. Ayuntamiento de La Guancha. Tenerife.
2000 – Artista seleccionado para la creación del cartel Fiestas del Corpus Christi.Villa de La Orotava. Tenerife.
2001 – Premiado en varios proyectos de diseño web y multimedia para Internet.
2001 – D. Javier de la Rosa. Escritor-poeta. Diputado por España del Parlamento Mundial de la
Seguridad y La Paz de las Naciones. lustra su libro «Arautapala» con una obra de Celestino Mesa.
2002 – Artista seleccionado para crear el cartel de las fiestas Orotava 2002. Tenerife.
2003 – La revista » Living Tenerife» Octubre. 2003 nº4 dedica su parte artística cultural a Celestino Mesa.
2003 – El Escritor D. Juan del Castillo cita y documenta el libro » Desde el Corredor» con obras de Celestino Mesa.
2004 – La revista » Casa y Jardín» selecciona 6 obras para reproducirlas a nivel internacional. Madrid.
2004 – 70 obras xerografiadas por Artelamina y reproducidas para más de 30 galerías internacionales.
2004 – Oxford University Press España publica en el libro de texto 4º de la ESO una de sus obras “la silla” para documentar poesía.
2005 – Diseña el cartel para el Excmo. Ayto. de La Orotava. Fiestas Corpus. Tenerife.
2006 – Diseña el cartel para el XVII Encuentro en la Cultura y XV Congreso Internacional Fe-Cultura. Tenerife.
2006 – El crítico de arte y escritor Don Joaquín Castro incluye en el libro volumen III Pintura y Pintoresen Canarias,
criticas, textos y fotografías de la obra de Celestino Mesa.
2007 – Diseña el cartel para el Excmo. Ayuntamiento de La Orotava Fiestas Patronales 2007.
2007- Una de sus obras es seleccionada para el cartel del Corpus Chiquito de San Fernando de Cádiz.
2016 – Seleccionado para exponer en EXPO “90 AÑOS DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES:
REINVENTANDO A LOS MAESTROS” Circulo de Bellas Artes S. C . Tenerife.
2016 – 2º Premio de Pintura Antonio Padrón. Las Palmas de Gran Canaria.
2017 – Su obra se incluye en XI anuario de Arte y Libertad. Galería Artelibre. Barcelona.
– Seccionado en la Bienal Regional de Artes Plásticas 2017. S. C. Tenerife.
2018 – Primer Premio de las Letras y las Artes Arona 2018. Pintura.

– Seleccionado en Atrium 18. Octavo Certamen Artes Plasticas. Maphre Guanarteme.

Exposiciones individuales más importantes:

1992. – Casino Taoro. Pto. de la Cruz. Tenerife. Acuarelas.
1993. – I.E.H.C. Instituto de estudios Hispánicos de Canarias. Pto. de La Cruz. “Exposición 3 Mundos » Tenerife.
– M.E.C.C. Art Academies Students. 4ª Bienal Maastricht. Holanda.
– Galería Arte Cruz. La Orotava. Tenerife. ”Paisaje y costumbrismo.»
1994. – Ermita San Miguel. La Laguna. Tenerife.
– Galería ArteCruz. La Orotava. Tenerife. “Folclore y Arquitectura 94″.
1995. – Galería ArteCruz. La Orotava. Tenerife.
1996. – Ermita San Miguel. La Laguna. Tenerife.
1997. – Casa del Vino. La Baranda. El Sauzal. “Senderos de Luz y agua “. S. C. Tenerife.
1998. – Casa Museo Insular de la Vid y el Vino de Tenerife. “Vendimia”.
1999. – La Caixa. La Laguna. Tenerife. “En la Luz “.
– Casa de la Cultura San Agustín. La Orotava. Tenerife. “La Orotava entre la vid y el mar «.
– Liceo Taoro. La Orotava. Tenerife. “Fin de Milenio “.
2000. – Casa de la Cultura San Agustín. “La Orotava Villa Monumental”. Tenerife.
– Teatro Leal. La Laguna. Tenerife. “Atmósferas “.
2001. – Sala de Exposiciones San Agustín. La Orotava. Tenerife. «Arautápala».
– Sala de exposiciones Casino Taoro. Tenerife.
2002. – Sala de exposiciones Casino Santa Cruz. Luz Atlántica.
– Sala de Arte Acentejo. La Matanza de Acentejo. Tenerife.
2003. – Sala La Gomera. Colegio Oficial de Médicos S. C. Tenerife.
2004. – Galería de Arte Angaed. La Laguna. Tenerife.
2005. – Liceo de Taoro. La Orotava. Tenerife. “a las puertas de la iglesia».
2006. – Galería de Arte Siglo XXI. S/Cruz de Tenerife.
– Sala de Arte Añepa. La Orotava. Exposición: Celestino Mesa 1995 – 2005.
2007. – Sala de Arte Museo del Pescador- Santiago del Teide. Tenerife.
2008. – Sala de exposiciones Liceo de Taoro. La Orotava. Tenerife.
2009. – Sala de exposiciones Museo del vino. El Sauzal. Tenerife.
2010. – Liceo Taoro. Entre Dragos. La Orotava. Tenerife.
2011. – Sala de Exposiciones Milenium. Icod. Tenerife.
2012. – Circulo de Amistad XII de Enero. Santa Cruz de Tenerife.
2013. – Museo Municipal de Arucas. Las Palmas G. C. Arucas 2013.
2016. – Galería de arte Alemi. León. España.
2017. – Circulo de Amistad XII de Enero. S. C. de Tenerife. Reminiscencias Sorollescas.
2018. – El ensueño de los ángeles cansados. Los Lavaderos. S.C. Tenerife

Desde 1995 hasta hoy, ha participado en más de un centenar de exposiciones colectivas tanto nacionales como internacionales.

Celestino Mesa

El tiempo que no está:

El tiempo…el ayer fue ayer, hoy es hoy, el ahora sería la confrontación directa con la realidad, el pasado es la base de los recuerdos y el futuro de las

expectativas.

Nuestra percepción del tiempo nos hace pensar que vivimos en una sucesión de imágenes en la que las cosas se suceden en intervalos

encadenados, pero la física cuántica con esa mística más allá de lo científico nos lo explica de otra forma diferente, en la que el tiempo fluye a

través de nosotros ó tan extraño como que el espacio también lo hace. Einstein ya se encargo de invalidar la relatividad como constante

universal. El pasado presente y futuro no son absolutos, estos cambian según el ojo del espectador. El tiempo es relativo según la posición del

espectador y el movimiento afecta directamente al paso del tiempo, incluso podríamos llegar a pensar que el tiempo es solo una ilusión, un flujo

de imágenes que conforman la realidad. Pero para alguien alejado de nosotros que se distancia a gran velocidad, nuestro presente no existiría,

de igual forma si se acerca a nosotros podría ver nuestro futuro. Bajo este concepto, todo lo sucedido desde el principio hasta el final de nuestra

existencia, sucede, existe en el mismo espacio-tiempo.

Todo lo que percibimos como tiempo no es más que la evolución de la conciencia, posiblemente todos “los ahora “suceden siempre y es la

percepción de la conciencia la que lo hace real , lo que es ”el ahora”.

El hombre necesita ver para creer y nuestro cerebro crear para verlo, para percibir el movimiento de la materia en el universo.

Para los adultos el transcurso del tiempo es diferente que el de los niños, para el adulto seria, (valida la afirmación) “si no ocurre nada llegaremos a

tiempo”…Para los niños el recorrido es lo importante, el juego intermedio, el explorador gana importancia en confrontación con el hecho de

llegar a tiempo. Es ese, el tiempo libre del más pequeño, el condicionado por la mirada de un adulto. Es decir el observador condiciona la libertad

en el juego del niño.

Antes, no salir de casa se consideraba un problema, hoy si sale sin la compañía de un adulto es un problema también. El riesgo controlado, ese

placer que el niño descubre, se le veta a la mayoría. Dejar jugar libremente y permitir que se encuentren con el riesgo en sus juegos (adecuado a

sus edades), de esta manera conseguiremos una parte fundamental en la que se basa el juego que al final es la realización de un deseo.

El aburrimiento – escusa para no crear nada nuevo, las tecnologías y el bloqueo generado por las pantallas. El juego sin compañeros reales crea

ese sentimiento de omnipotencia y limitación de posibilidades, porque es el juego compartido donde el niño aprende como son los demás y van

formándose su propia imagen. Desgraciadamente tenemos el veneno digital en este aspecto para generar cánones imaginarios, virtuales, con

los que se crea un sedentarismo preocupante.

El juego para el niño es algo primordial, es una necesidad que envuelve toda la vida del niño porque es una forma de aprender a relacionarse con el

entorno que le rodea: los objetos, la naturaleza, los demás e incluso averiguar sus propias potencialidades y limitaciones engrandeciendo de esta

forma un equilibrio y crecimiento sano. Es, pues el aprendizaje para la edad madura en la cual participarán más tarde.

El juego asimismo ayuda al desarrollo de distintas capacidades en el niño como la sensorial, motora, muscular, psicomotriz además de sus

capacidades mentales como su ingenio, afectividad, creatividad… Y, por supuesto, contribuye a la formación de hábitos sociales como la

cooperación y un conocimiento, a medida que avanza en edad, más realista del mundo que le rodea.

Las etapas

· Estadio pre operacional. El juego propio de este tiempo es el de tipo simbólico, es decir, el consistente en simular acciones, objetos y

personajes que no están presentes en el momento del juego. Por eso también se llama juego de ficción. Etapa formada por obras más realistas,

donde intento plasmar emociones.

· Estadio de las operaciones concretas. Se impone el juego de las reglas. Si bien estas ya aparecen en los juegos simbólicos, en este caso tienen

un carácter más firme y ajeno a los niños: “el escondite” o el “corre que te pillo», las “canicas”, el “trompo”, etc., las normas se presentan como

verdades absolutas, ajenas al acuerdo entre los jugadores. Cada menor cree que la forma que él conoce del juego es la única que existe.

Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo, sólo o acompañado de amigos, sabiendo que donde no pueda

llegar lo puede inventar.

La infancia, el juego, es la base en este proyecto, en el que el dialogo de espacios con figuras se enlazan en el lienzo para darle forma a esa etapa de

la vida variando representaciones según la época o normas sociales establecidas por los adultos y en este caso con los juegos de antaño como

base del dialogo y creación.

El tiempo, el movimiento, las manchas, la formula de colocar los colores invitan a descubrir o inventar espacios imaginarios.

La idea “tiempo”, es representada creando espacios, proporciones con el encuadre en el total de la zona a trabajar, utilizando como imagen

identificativa del motivo, la figura o figuras infantiles en algunos casos, con definición realista y en otras delimitando bordes o líneas donde llegan

a formar sombras para representan una situación estática o de un juego en movimiento.

 


Textos del catálogo:

El tiempo que no está

El niño lo ve todo en novedad puesto que se encuentra siempre ebrio. Nada viene a ser tan parecido a aquello que es la inspiración como la alegría con que el niño absorbe la forma y el color.

                         “Las vocaciones”.       Charles Baudelaire (1821-1867).

En su nueva serie “El tiempo que no está”, Celestino Mesa se desmarca del academicismo clásico y del purismo visual imperante en mucha de su obra precedente, optando por fondos en abstracción sobre los que se plasman las siluetas infantiles como proyecciones del pasado.

Con un lenguaje estético diferente, Mesa abre una ventana a un ayer compartido y nos plantea la posibilidad de echar la vista atrás, a la tradición perdida de los juegos infantiles que transcurrían en la calle, al aire libre y en compañía. Un pasado no tan lejano en el que rasparse las rodillas configuraba una prueba irrefutable de diversión y en el que el mundo era escenario de una creatividad sin límites, lejos de la impuesta hoy en día por los universos virtuales.

La creatividad, de hecho, es junto a la inocencia, la ternura y la vitalidad, preceptos que Celestino Mesa consigue evocar no solo a través de los temas representados sino mediante la imprecisión estudiada, las tonalidades de gamas medias y la atmósfera abocetada que envuelve las sombras infantiles. Tal es el caso de los primeros cuadros de la serie, como El apuro, Regreso del cielo, Jugando con su sombra, o La reverencia de Tatiana. No obstante, los tonos más oscuros de Riesgo controlado, El arresto de Tatiana o Tarea, lectura el tiempo pasado, se manifiestan cuando el autor desea transmitir cierta inquietud vital asociada a la amenaza de un futuro incierto, el desasosiego puntual del presente y a la percepción melancólica del pasado. La síntesis de estas emociones se ve reforzada por la representación de los componentes, figurativos o no, que nos hablan de cierto simbolismo oculto, así como el uso que Mesa hace de los fragmentos de color negro que delimita los bordes de algunos de los cuadros y que establece un diálogo entre éstos y la parte donde se desarrolla la acción.

Con la infancia como protagonista de cada lienzo y el juego como motivo principal entorno al que se perfila la obra, el autor involucra emocionalmente al espectador al recrear un pasado capaz de remover los recuerdos individuales y al optar, a su vez, por despersonificar los rostros infantiles. Esto implica, al contrario que una estética más realista, una mayor disposición empática por parte del receptor, ya que puede llegar a resultarle sencillo reconocerse a sí mismo en los rasgos obtusos.

La amplia gama de colores vibrantes parece reproducir la risa distante de los niños, mientras que el impecable tratamiento de la luz y la pincelada libre y suelta consiguen recrear el dinamismo. A su vez, los planos que se superponen mediante líneas rectas y diferentes perspectivas, avivan la sensación ilusoria de encontrarse ante retazos de añoranza, jugando con la posibilidad de hallarse, a un mismo tiempo, ante todas las oportunidades que depara el futuro.

Mesa nos habla de una realidad casi perdida pero presente aun en muchos de los espíritus presentes. Un lenguaje comprensible por todos pero que conmueve a unas generaciones más que a otras. En definitiva, un canto a la nostalgia por el “tiempo que ya no está”; la infancia, los juegos y sus normas.

Zuleyma Guillén,

Historiadora del Arte y doctoranda en Arte y Humanidades por la Universidad de La Laguna.

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            A propósito de ‘El tiempo que no está’, de Celestino Mesa

Celestino Celso Hernández

MACEW

            En unos momentos en los que la pintura estaba en plena transformación, con los artistas a la búsqueda de nuevos recursos, modos y maneras de ofrecer una propuesta renovada del arte, no debió resultar “cómodo”, para algunos de ellos, abrirse paso con una pintura que no seguía una apuesta tan clara, ni de tanto “riesgo”. Algo así nos encontramos con los impresionistas, que se pusieron en marcha con Claude Monet (París 1840 – Giverny 1926) a la cabeza, cuya obra ‘Impression soleil levant’, expuesta el 15 de abril de 1874, daría precisamente pie al nombre de este agrupo, como parte de la ‘Première exposition des peintres impressionnistes’, organizada por la ‘Société anonyme des artistas peintres, sculpteurs et graveurs’, en los Estudios Nadar de París.

            Como contrapunto, al posicionamiento de Monet, tenemos a Hilaire-Germain-Edgar De Gas (París 1834-1917), considerado otro de los fundadores del impresionismo, mientras él prefería hablar de su obra como realismo o arte realista. De hecho, la obra de Degas sí fue admitida en el Salón de París, el oficial, en el año 1865, y año a año las siguientes cinco anualidades, hasta que, decepcionado del mismo, se integra con los impresionistas, a partir del citado año 1874, no sin que sostuviera desacuerdos con sus nuevos compañeros de batalla artística. Destaca que, en el inventario, al final de su vida, Degas poseía obras de Ingres, Delacroix, Daumier, Manet, Pissarro, pero no de Monet, precisamente. Su posicionamiento conservador, frente a la sociedad, no debería condicionarnos ante su producción artística, incluyendo una interesante obra escultórica, en particular esculturas de cera, que también le fueron válidas para sus composiciones pictóricas, adquiriendo validez por sí mismas, como arte.

            En ningún tiempo ha sido terreno despejado llevar adelante una apuesta propia, independientemente de que sea dominante, o que esté en la punta de lanza de nuevas aportaciones, ni en aquellos tiempos de los impresionistas, ni tampoco en estos nuestros de un primer cuarto de siglo XXI, que no acaba de mostrar alternativas nítidas a lo que ya sido indagado y conquistado, por artistas que han antecedido a los actuales. Más no es para Degas, para quien hemos planteado este breve texto, sino para CELESTINO MESA (Santa Cruz de Tenerife, 1963), quien se presenta, en su propia página web, como pintor, diseñador, editor de vídeo y multimedia. Hemos comenzado por Degas, por su personal apuesta, dentro de la generación de artistas a la que perteneció, por su pasión por la fotografía, que practicó, realizando múltiples retratos, también de bailarinas y de desnudos, de los que incluso se valdría para sus dibujos y pinturas. Igualmente, por la atención que Degas prestó, además de a retratos, a estudios de bailarinas, con tomas novedosas para aquella época, con encuadres entonces poco conocidos, más propios de la fotografía. Y también sus pinturas de carreras de caballos, con similares cortes tajantes en los encuadres, en suma por obras que se fijaban en ciertas actividades, en la intimidad, en los detalles.

            Nos plantea Celestino Mesa una exposición a la que ha dado por título EL TIEMPO QUE NO ESTÁ. Incluye su propuesta una veintena de pinturas, al óleo y en técnica mixta sobre lienzo, en formatos medio y pequeño, más alguna en gran formato, realizadas entre los años 2017 y 2018. Lo que sitúa, ante nuestras miradas, son instantáneas, impresiones, momentos congelados de juegos y actividades, que con el transcurso del tiempo se han dejado de practicar, o ya se ven muy poco en las calles, plazas y parques de nuestros pueblos y ciudades. Lo podemos constatar en obras que llevan por título ‘El niño del apuro’, y también ‘Regreso del cielo’, ‘Jugando con su sombra’, ‘La reverencia de Tatiana’ y ‘Riesgo controlado’. “La infancia, el juego”, asegura el artista “es la base en este proyecto, en el que el dialogo de espacios con figuras se enlazan en el lienzo, para darle forma a esa etapa de la vida variando representaciones, según la época o normas sociales establecidas por los adultos y en este caso con los juegos de antaño como base del dialogo y creación.” Véanse otras pinturas de Celestino Mesa, que llevan por título ‘Jugando a la goma’, ‘Jugando a la gallina ciega’, ‘La niña de la Rayuela’, ‘Los hermanos de la cometa’ y ‘Jugando al escondite en la casa de abuela’. Y concluye este artista la argumentación, sobre la que sostiene esta propuesta expositiva, asegurando que abarca dos etapas. Una primera, que denomina “Estadio pre operacional”, en la que reúne “obras más realistas”, “donde intento plasmar emociones”, y una segunda, que denomina “Estadio de las operaciones concretas”.

            Como arte realista, comenzamos diciendo que prefería Degas, que se considerara su obra, no como impresionista. Realismo hay sin duda en los trabajos de Celestino Mesa, al modo incluso de los conocidos pintores ‘Realistas de Madrid’ –Antonio López, María Moreno, Isabel Quintanilla, Amalia Avia, Esperanza Parada- si bien limitarlo a ese planteamiento tampoco sería del todo acertado. Artista constante, Celestino Mesa prosigue su andadura artística, ajeno al desaliento y convencido de la valía de su trabajo, como artista hecho a sí mismo, cuestión que se puede aplicar en gran parte de los pasos que ha ido dando. Afronta, en suma, una nueva exposición individual, que se añade a la treintena de muestras individuales ya realizadas, contando sólo las más importantes, según él mismo indica en su biografía, desde el año 1992 hasta la actualidad. Por este hecho, ya valdrían la pena unas palabras de apoyo.

Celestino Celso Hernández. (Director del Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (MACEW).

ViceDirector de Arte del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias.

Ex-Profesor titular de Historia del Arte de la Escuela de Arte Fernando Estévez de Santa Cruz de Tenerife).

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                                            EL TIEMPO QUE NO ESTÁ.

Brotar del incendio de la vida en la otra vida que no está, señalar el índice del interludio de la existencia en el camino de los destinos. La niñez camina sobre los espacios en la línea del olvido , en el silencio de los años pasados se conjugan los verbos de la realidad añadida a los puntos cardinales en el tiempo que no está sobre la mañana que fallece en la noche . Pasarán los tiempos y se reirán los minutos en la eternidad de los puntos continuados en el devenir de los siglos sigilos del andante en la obra del pintor que como Celestino Mesa se dirige ahora en la pintura de la niñez y sus juegos , para sensorial presentar la cara en la técnica y sobre sí misma el restañar de las heridas de ese transcurrir en la resolución de los reflejos , de una luna o de un sol detenidos por el amor.

Percibir en el abrazo, su abrazo de artista firme y estricto con la poesía de sus trazos perplejos por encima de la bruma aguardando los juegos infantiles debajo de la escalera del futuro en un presente desgajado del árbol de la vida. Los niños de Celestino Mesa juegan a sus destinos con un lirismo propio , sin pena , en la gloria de haber disfrutado la permanencia en esos momentos, con el traslúcido trasnochar de los castigos paternales , pues todos creímos alguna vez que nuestros padres eran como dioses y que a nosotros en nuestra pureza no nos ocurriría nada.

Nadar  en las aguas del mar sempiterno, por las ambiguas escaleras del cerebro, sentir que no hay palabras solo sentimientos en lo percibido. Mostrar los cuerpos pequeños de lo que fuimos para poder ser.  Somos en la espiral de todo lo vivo un ejemplo más que muere y se pierde y así flotando a la deriva dejamos de pensar y nos despedimos.

Javier de la Rosa. (Doctor Honoris Causa por la Universidad de Westbrook, USA.

Senador de la Academia Internacional de Arte Moderno de Roma.

CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2015, IWA, USA. De las Asociaciones Nacional e Internacional de críticos de arte).

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Celestino Mesa

La obra que ahora Celestino nos ofrece, se alimenta de luz, compatible y compartida con aquella mediterránea y sutil de Sorolla, y también con el impresionismo de Manet y de Monet, verbi gracia. Toda ella recibe la caricia de una pincelada romántica y nostálgica que gira en torno al mundo mágico de los niños, a unas escenas cargadas de sugerencias poéticas con las que este que les habla, se considera afín. Temática y técnica se abrazan para compartir un escenario novedoso y sugerente. Todo esto me impulsó a recordar aquellos versos que rezan así:

“Recuerdo que, siendo niño, me adormecía con monotonía la música del mar. El sonido de los callados la calma me traía; las olas y los sueños venían a varar…”

O de estos otros:

“Tuve hace tiempo un amigo que nunca debió morir. Yo tenía doce años, el tenía más de mil…”

Y es que la niñez siempre ha sido motivo tanto para la pintura como para la poesía…

El evocador tema de la infancia, alimenta las nuevas creaciones de Celestino Mesa, quien las envuelve de un cierto romanticismo a todas luces nostálgico. En sus obras hay calidad y calidez, profesionalidad y vocación, todo lo necesario para ejecutar una pintura eminentemente cabal y caballeresca, lúdica y lírica a la vez, capaz de transportarnos en el tiempo y de conmovernos gratamente.

Fernando García-Ramos y Fernández del Castillo

Doctor en Bellas Artes, catedrático de Dibujo Arquitectónico

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