La Empresa Neuro Inteligente

Modelo de Gestión de Redes Cerebrales y Equipos Autogestionados

El modelo de Gestión Empresarial basado en el Sistema de Redes Cerebrales y equipos autogestionados trata de imitar el funcionamiento de estas, en lo que se refiere a estructura, funcionamiento y comportamiento dinámico.

Las redes cerebrales, están compuestas por miles de millones de células llamadas neuronas y glía, así como de áreas y estructuras diversas, las cuales se relacionan, integran, participan, cohesionan y cooperan como verdaderos equipos autoorganizados y autogestionados, realizando funciones distribuidas, para lograr el propósito común del todo.

Dicho propósito, que es el de sobrevivir, se logra impulsando acciones del cuerpo-mente para adaptarse eficaz y constantemente a los retos del ecosistema, respondiendo ágilmente.

Igualmente, las empresas, que son sistemas complejos, compuestos por múltiples partes, personas diversas, deben adaptarse de forma dinámica a las exigencias del ecosistema empresarial, para aprovechar oportunidades y superar amenazas, en función de generar valor para el cliente, rentabilidad para los accionistas y bienestar para los integrantes de la empresa y de la sociedad.

La ley Evolutiva

Al igual que ocurre con cualquier organismo vivo, y las empresas lo son, si no evolucionan satisfactoriamente en su adaptación al ecosistema, mientras que otras si lo hacen, no solo pueden dejar de ser competitivas; sino, incluso, desaparecer del mercado. Se corresponde con el llamado efecto “Reina Roja” del campo biológico, al que se refería el eminente biólogo evolucionista Leigh Van Valen (1935-2010).

Un Principio Clave de la Psicología Evolutiva, aplicado a la empresa.

Al final, como lo expresaba magistralmente Darwin (1809-1882): “No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni la más inteligente, es la más adaptable al cambio”

Las interrelaciones y la comunicación:  la clave

La clave de la conexión integrada, de la cohesión y de la cooperación, está en una buena comunicación que facilite relaciones que permitan la participación de todos y cada uno de los miembros del equipo con todo su potencial energético, en las que primen valores, tales como los de la integridad, el respeto, la responsabilidad, la disciplina, la honestidad y la cortesía bien entendida, la cual no impide que se expongan libremente las propias ideas, así contradigan las del statu quo.

Sobre la base de este tipo de relaciones participativas e igualitarias entre líderes en sus respectivas parcelas, como sucede con las células que intervienen en las redes neuronales, se puede construir una empresa que facilite el imperio de la inteligencia colectiva, que siempre es superior a la individual. Lo que, facilitará la creatividad colectiva y la innovación, que son una importante ventaja competitiva en ecosistemas empresariales como los actuales.

Cerebro empresarial y energía

Al igual que las redes neuronales funcionan con energía, en este caso electroquímica, el cerebro empresarial, conformado por todas las personas que pertenecen a la empresa, se alimenta de la energía generada en sus redes, y la transforma para generar valor para los clientes.

La energía no es algo misterioso o esotérico, es la fuerza que permite hacer algo.

Como dice el reconocido profesor de la UCLA, Dan Siegel (2012), las mentes de las personas, en sus relaciones, procesan energía e información, y la interpretan sobre la base de factores genéticos y de lo experiencial.

En la empresa, las personas son conductos y conductores de energía. La cual se manifiesta en el compromiso, la motivación y la pasión.

La energía y la información (que consiste en remolinos de energía), se transmiten tanto por el lenguaje corporal (gestos, expresiones faciales, posturas, toques, distancias…), como por el verbal, las palabras y el tono de voz.

Buenas competencias comunicacionales y energía están estrechamente unidas.

La fuerza que alimenta al cerebro empresarial, conformado por redes integradas de personas, se genera en diferentes planos, que, cada una de estas, debe optimizar individualmente. Así, estando en plena forma en el plano físico (alimentación sana y equilibrada, descanso y ejercicio), en el emocional (la llamada inteligencia emocional), en el mental (ausencia de estrés perjudicial y actitud resiliente), en el ético social (valores), y, el espiritual (encontrar significado a la vida).

Facetas de la acción energética empresarial

La acción energética empresarial se manifiesta en tres facetas de la ejecución. Las de la Actividad, las Relaciones y el Propósito.

El Campo de la Actividad, es el del cuerpo del negocio, y la parte visible de la metáfora del iceberg.

El cuerpo, se corresponde con la energía cinética o del movimiento, con foco en metas, planificación, procesos y prioridades, y, con herramientas relacionadas con el control, la supervisión y la medición. Generalmente, es al que se le presta mayor atención, aunque no basta para lograr resultados satisfactorios.

El Campo de las Relaciones se corresponde con la parte media del iceberg.

Las relaciones se enfocan en la energía comunicacional y la transmisión de la información para integrar a la gente, a través de lo corporal, lo verbal y la entonación, sobre la base del diálogo colaborativo, la solución de conflictos, y el encuentro de significados compartidos. Lo que repercute, de forma determinante, sobre la actividad.

Aunque, sin duda, la faceta más importante y generalmente descuidada, sea la del Propósito. Es decir, la parte más profunda del iceberg, y que influye poderosamente sobre las anteriores, porque se construye sobre valores éticos y fines que benefician a la sociedad.

El Propósito, impacta sobre la pasión, el entusiasmo y la inspiración de los colaboradores de la empresa.  Algo sumamente vital para las generaciones millennials y Z, que, más que las generaciones anteriores, demandan un propósito vinculado con fines sociales que los motive.

En un ecosistema competitivo que exige creatividad e innovación para generar valor, resulta esencial encontrar un propósito que inspire y energice.

Empresa, liderazgos individuales y equipos autoorganizados y autogestionados

Así como las células neuronales trabajan como pequeños pero grandes líderes en equipos auto organizados y autogestionados colaborativos, que toman sus decisiones democrática y consultivamente entre ellos, sin egos y sin un centro de control central regulador, resulta conveniente que las empresas se planteen y reflexionen sobre la necesidad de rediseñarse, potenciando este tipo de equipos participativos, focalizándose en la acción y no en la jerarquía, para dar respuestas ágiles y rápidas a un ecosistema competitivo que lo exige so pena de perecer (Efecto Reina Roja de la Biología Evolutiva, Leigh Van Valen).

Quizás también resulte necesario replantearse la posibilidad de redimensionar la figura de los gerentes tradicionales en el sentido de “jefes o comandantes tipo militar, o capataces de turno”, y cambiarla por la de “coach´s”.

Estos, en función de su conocimiento y experiencia, y no de la posición jerárquica, pueden guiar y orientar en situaciones complicadas, pero sin intervenir en las decisiones de manera de facilitar la acción flexible y ágil.

Esto ya lo han intentado con muchísimo éxito en pocos años, empresas altamente evolucionadas, entre muchas otras, Buurtzorg de Holanda en el área de cuidados de enfermería de asistencia social, Patagonia en el ramo de confección de ropa y 2JCL en educación.

Esta idea, que, posiblemente resulte algo atrevida o rompedora para el pensamiento tradicional inercial, puede ser extremadamente conveniente en la obtención de los resultados esperados, ya que al facilitar la participación de todas y cada una de las personas de la empresa en la toma de decisiones, se genera autoestima, lo que aumenta la confianza y credibilidad, y se forja compromiso, al fortalecer la sensación de apego, pertenencia y espíritu de colmena.

Neuroquímica cerebral y sentimientos de pertenencia y apego

Se ha comprobado neuro científicamente que, el sentimiento de pertenencia produce en el cerebro de las personas el aumento de las siguientes sustancias químicas/neurotransmisores:

  • Opioides endógenos, asociados con el bienestar y placer.
  • Factor Neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), el cual, amortigua el cortisol asociado al estrés perjudicial, promueve la neuroplasticidad y la neurogénesis, y facilita los procesos cognitivos.
  • Oxitocina, que facilita la relajación y la calma, promueve la cercanía entre las personas y aumenta la credibilidad y la confianza.

Entornos VUCA y planteamiento de gestión por el autor

El término VUCA, es un acrónimo en inglés, que se usa para describir situaciones o condiciones que implican volatibilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.

Fue utilizado por la Armada Norteamericana, al referirse a situaciones de ejércitos o milicias no convencionales, pequeños o poco estructurados, que exigían una forma diferente de pensar estratégico-táctica, en misiones militares como las de Afganistán, Irak o Somalia.

Después se extendió a los campos de la estrategia empresarial.

En el actual ecosistema empresarial VUCA, son distintas variables las que lo originan. Así, tecnologías disruptivas varias, el encuentro entre generaciones que responden a paradigmas culturales diferentes y que tienen patrones de comportamientos distintos, además de otras, como la globalización.

La variabilidad se refiere a desviaciones muy rápidas en el ecosistema ya sea tecnológicas, o de otro tipo, como los movimientos migratorios causados por las guerras o la pobreza, los cambios climáticos debidos al daño ecológico, o la sobreexplotación.

La complejidad se refiere a muchas partes dinámicamente conectadas, por lo que resulta difícil conectar causas y efectos. Tal como puede ocurrir con las tecnologías disruptivas. Así, por ejemplo, el desarrollo de la nanotecnología que genera cambios en otras, como las relativas a la computación. Lo que, a su vez, impacta en diversos campos, por ejemplo el industrial y el de la medicina, siendo impredecibles los efectos causados para la infraestructura y los procesos de ciertas empresas.

L a incertidumbre se refiere a la falta de certeza y de claridad para evaluar situaciones, con lo que es difícil extrapolar experiencias anteriores y predecir el futuro.

La ambigüedad se conecta con la dificultad para encontrar la solución correcta, dentro de diferentes alternativas.

Bibliografía

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