Alfonso Delgado

Poster de LaberintiaDesde temprana edad, inicia su formación en la Escuela de Bellas Artes, pudiéndose contemplar sus primeras producciones en una exposición individual en el año mil novecientos setenta y siete. Termina sus estudios en la Universidad de La Laguna y sigue exponiendo en ambas capitales canarias, así como en Lieja, Montpellier y París. Continúa investigando y adentrándose en el conocimiento y desarrollo de las artes plásticas y otras artes creativas. Con el decisivo apoyo de su amigo, el escritor Félix Francisco Casanova Martín, comienza a publicar poemas y cuentos en su primera etapa a la que siguieron otras en las que no ha cesado de realizar diversas tareas, entre las que destacan las relacionadas con el diseño gráfico en diferentes publicaciones, organizaciones y medios de comunicación. En el año mil novecientos noventa y tres, además de dirigir el Programa Alternativa, en la Sala de Arte Los Lavaderos, recibe el encargo, por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, de diseñar y coordinar un ciclo de innovaciones artísticas que bajo el nombre de “Nuevas Formas” atrajo al Teatro Guimerá  a diferentes artistas de vanguardia tanto en el campo de la música, como de la danza, de la performance y del video-arte. Además, ha trabajado en diversos proyectos, desarrollando ideas originales que han cristalizado en monólogos teatrales, performances o programas de cabaret literario, entre otros. Actualmente, dirige el Laboratorio Intercultural de Comunicación y Creación de Ideas (InTeR-LaB)

Los acrílicos del pintor canario traducen, ante todo, una modernidad de visión. Tránsito de impresiones. Telas que describen un ambiente exótico y tropical, vivido cotidianamente. La aventura, la necesidad de la pasión, la alegría de todos los instantes únicos de la vida, la fuerza de las emociones ante la naturaleza lujuriosa. Esta parece la filosofía que proponen sus telas, pinceladas en movimiento, laberínticas, colores vivos, una pintura poética.

Laure Bernard, LE FIGARO

 

Laberintia

Una invitación a la aventura. No temas, ataré a tu tobillo un hilo de oro, mantendré, si lo deseas, el ovillo entre mis manos y te introducirás sin problemas por pasillos, recovecos, selvas y oquedades, en cada obra plástica. No soy el engañoso Teseo, ni creo que haya nada en mí de la ceguera de Ariadna. Si algo tuviera de Asterión, el minotauro, no sería el deseo de sacrificio humano, el poder o el miedo. Sólo un corazón que late, la emoción inmensa del color, de las formas, de la materia, que serpentean lúdicas, el deseo de innovar, la pasión por la pintura. Podrás salir del laberinto fácilmente, espero que con la mente impregnada de colores, arenas, pigmentos, sensaciones, emociones. Si es así, para mí será una ofrenda

 

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