Madrid, 18 ago (EFE).- La actriz Goya Toledo, que estos días rueda «Marsella», segundo largometraje de la catalana Belén Macías, opina que un país debe garantizar a sus ciudadanos, al menos, poder alimentar a sus hijos: «Eso no puede ser -dice la canaria-. Cuando ves que pasa, hay que ir a saco».
En una entrevista con Efe, realizada en Madrid en el ecuador del rodaje de la cinta, que concluirá en septiembre en la ciudad francesa de Marsella, Toledo (Arrecife, Lanzarote, 1969) reflexionaba sobre la «suerte» que tiene de «tener trabajo», lo que no le impide sufrir por la situación de otras personas, algunas, muy cerca de ella.
«Nos estamos llevando las bofetadas todos y empezamos a temer por el plato de comida. A mi alrededor -dice- tengo personas de la profesión y de fuera, y todos lo estamos pensando: no se puede consentir que haya gente que no tiene un sueldo con el que alimentar a sus hijos», se indigna la intérprete.
En su opinión, no es fácil «hacerse escuchar», pero aún así «hay que intentarlo y, sobre todo, hacer las cosas en colectivo, decirlo todos e intentar que nos escuchen».
Por eso, añade, «los que trabajamos tenemos que dar el cien por cien y ayudar y fomentar para que haya más trabajo, generar una dinámica que procure más trabajo para todos. Pero, cuando ves que a la gente le quitan su casa…, es que hay que ir a saco, eso es lo primero», considera.
«Marsella» es la película número veintidós para Toledo, que dio el salto a la fama con «Amores perros», de Alejandro González Iñárritu, tras debutar en «Mararía», de José Antonio Betancor, sin contar su reciente participación en el anuncio de ropa interior que supone el debut como directora de cine de su amiga Penélope Cruz.
En «Marsella» es Virginia, una mujer «muy distinta a mis otros personajes. Ella mantiene una lucha muy fuerte por sus afectos y tiene muy claro lo que debe hacer para que las cosas funcionen, aunque luego no todo pasa como ella quiere», explica.
Se trata de una madre de acogida que pelea con la biológica, papel que interpreta María León, para quedarse con la niña, una metáfora que la directora sitúa en la España de hoy, en plena crisis, provocando la reflexión sobre la falta de oportunidades y sobre quién las merece y quién no.
Dos veces nominada a los premios Goya (por «Maktub», 2011, y por «Mararía», 1998, como actriz revelación), la Reyes de la popular serie de televisión «Los hombres de Paco» explica que vive un momento personal y profesional dulce, «en pleno proceso de aprender y de investigar» y con un «camino aún muy largo» por delante.
Aunque sonríe al recordar la experiencia de su amiga Penélope Cruz como directora de cine, asegura que ella «nunca» se ha planteado dirigir y «menos ahora».
La actriz, que se pagó sus clases de interpretación con trabajos esporádicos como modelo, mantiene intactas las medidas a los increíbles 44 años que está a punto de cumplir, el 24 de septiembre.
«Todos los días descubro cosas -afirma-. A este rodaje vengo a estudiar y a trabajar. Y esta historia no sólo es un viaje por carretera, es un viaje emocional para todos los personajes, un viaje interior, precioso. Brutal y precioso, como la vida. Como sucede a veces que, por temporadas, la vida te da un toque para que espabiles: tú puedes despertar o seguir dormitando», filosofa.
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