EFE. – La escritora Toti Martínez de Lezea deja de un lado la novel histórica en «Itahisa», su último trabajo, para adentrarse en la pasión amorosa a través de un relato que discurre entre Vizcaya y Tenerife, plagado de guiños y con el que la autora alavesa reivindica la «literatura por la literatura».

Martínez de Lezea ha reconocido durante la presentación de «Itahisa» (Erein) en San Sebastián su admiración por los grandes nombres de las letras decimonónicas como Zola, Balzac o Víctor Hugo, que no trataban de aportar «grandes testimonios» o ideas sino el valor de la escritura en sí misma.

Con este planteamiento, Martínez de Lezea ha creado una trama y unos personajes «totalmente ficticios» para su última obra que se desarrolla entre 1800 y 1805, aunque con constantes saltos a un pasado anterior, y en la que sólo son históricos detalles como la ropa o las costumbres.

La novela narra el periplo de Julián Zautuola, un hombre de Zeberio (Vizcaya), que sale de su pueblo para probar fortuna en América, pero que se ve obligado a quedarse en el puerto de La Orotava (Tenerife) porque se marea en el barco.

Cuarenta años después vuelve a su localidad, donde reconstruye el caserío familiar y se casa con la joven Inexa, pero no logra olvidar a Itahisa, la mujer de la que se enamoró en la isla canaria.

Para elaborar la novela Martínez de Lezea ha recorrido el valle vizcaíno de Zautuola, el nombre del descubridor de las cuevas de Altamira (Sautuola), porque le gusta «hacer guiños».

También viajó a Tenerife donde le sorprendieron algunas curiosidades que la autora ha recalcado «solo son coincidencias» como que el monte Teide en el siglo XIX se llamara Etxeide, que recuerda a la palabra vasca «etxe» (casa), o que en el puerto de La Orotava existiera en esa época una familia Iriarte, cuyo origen algunos sitúan en Oñati (Gipuzkoa) y otros en Navarra.

«Son detalles que me han animado a situar la novela en Tenerife», ha señalado la autora.

Según ha explicado, le han sobrado razones para centrar en el amor y la pasión este novela, que próximamente será traducida al euskera.

Además de «porque le gusta la pasión» y la gran literatura del o XIX, Martínez de Lezea ha querido mostrarse como contrapunto al que ha calificado de «impresentable» éxito de ventas de una «trilogía» vertebrada en torno al «sexo sumiso» en alusión a «Cincuenta sombras de Grey»

La autora ha reconocido que quiere demostrar que es capaz de escribir de pasión, pero basada en el erotismo, algo «que se está perdiendo también en el cine y que supone imaginar lo que podía ser».

También ha querido dejar claro que puede escribir de todo y para todos, desde historias de amor a libros infantiles. «Cualquier día me lanzo a la novela negra», ha advertido.

De hecho, ha presentado también hoy ocho «Cuentos para contar», editados en euskera y castellano, ilustrados por otros tantos dibujantes, pensados para que los adultos puedan aderezar con gestos las pequeñas historias, y la última entrega de la serie «Nur», dirigida al público juvenil.