EFE.- La capacidad de manipular a las personas y sus pasiones se refleja en el montaje de «Otelo» de Shakespeare que el director teatral de Noviembre Compañía de Teatro, Eduardo Vasco, ofrece este fin de semana en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria.

Los celos, sentimiento asociado habitualmente al personaje clásico, también se muestran, pero lo hacen asimismo el maltrato de género o la discriminación racial, ha indicado Vasco durante la presentación de la obra.

El director teatral ha destacado la oportunidad que siempre supone abordar una obra de Shakespeare, en este caso con los actores Daniel Albadalejo en el papel de Otelo y Arturo Querejeta en el de Yago.

Aunque Otelo acaba comportándose como un monstruo, Albadalejo trata de humanizar al personaje y mostrar al público la evolución que le hace pasar de un enamorado a un hombre despiadado debido a la manipulación a que le somete Yago, ha indicado el actor.

El personaje de Yago aparece como «el gran urdidor», un manipulador que no cree en ningún positivo de la naturaleza humana y cree que las personas actúan siempre por interés propio, ha dicho Querejeta.

Ambos actores han tratado de mostrar dos personajes reales, «no de cartón piedra», con los que el público pueda identificarse, según han explicado.