Este jueves, 27 de marzo, a las 19.00 horas, la Casa de Colón celebra una nueva entrega de su iniciativa ‘Miradas a la colección’, que mensualmente permite al público acercarse y descubrir las importantes obras de arte pertenecientes a la colección permanente del museo americanista, dependiente del área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, que coordina Larry Álvarez.

Mujer Canaria, Gómez Bosch incluido en la muestra de la Casa de Colón

Mujer Canaria, Gómez Bosch incluido en la muestra de la Casa de Colón

En esta ocasión el cuadro protagonista será ‘Retrato de mujer canaria’, una pieza realizada en 1934 por Tomás Gómez Bosch, uno de los más significativos pintores y fotógrafos canarios de principios del siglo XX. La experiencia, que tiene carácter gratuito y plazas limitadas por aforo (20 personas), volverá a repetirse el próximo 27 de marzo. El público que desee participar deberá solicitarlo a través de los teléfonos 928 312 373 o 928 312 383-84-86.

La profesora titular de Historia del Arte de la ULPGC, Ángeles Alemán (descendiente directa del pintor), será la encargada de desvelar al público asistente las características de este cuadro realizado por Gómez Bosch (1883-1980), que actualmente forma parte del conjunto de obras que integran la exposición ‘Rostros de Mujer’, que permanece abierta hasta el 4 de mayo, ofreciendo una amplia miscelánea plástica de 45 piezas que tienen la imagen femenina como fuente común de inspiración.

Según la estudiosa de la obra de Bosch, el cuadro ‘Retrato de mujer canaria’ «se enlaza  con el interés por el paisaje y los tipos insulares promulgado desde la Escuela  Luján Pérez y la vanguardia intelectual de las islas». En este retrato Gómez Bosch aúna varios de sus intereses pictóricos. «El cuadro muestra a una mujer de las cercanías de Tejeda, que casualmente encontramos fotografiada por el mismo autor, en vestimenta cotidiana y no tradicional. Por otra parte, el hecho de que la mujer vista el traje típico diseñado por Néstor es muy clarificador de la cercanía de estos dos artistas. Néstor acababa de presentar este diseño, encaminado a rescatar las labores artesanales del calado y del bordado en lana», explica Alemán.

En este óleo sobre lienzo aparecen además elementos fundamentales en su pintura, el paisaje de la Cumbre y la escena de la trilla; pero también un adelanto de su pasión por los bodegones en la cesta llena de naranjas.

Gómez Bosch se dedicó por espacio de cuatro décadas a retratar los rostros de esa burguesía local de la posguerra. «Estuvo muy reconocido sobre todo en los años 50 y 60, cuando la burguesía y los altos cargos de la Isla querían tener un retrato suyo porque era un gran retratista», explica Alemán, quien dice del pintor que «técnicamente era muy clásico y un creyente fervoroso posimpresionista».

La Casa de Colón es el único museo de Gran Canaria que posee una colección de pintura histórica expuesta al público de modo permanente, y dentro de las tareas inherentes a cualquier institución museística –desde su política de adquisición, conservación e investigación-, la difusión de sus colecciones es primordial para reforzar los vínculos entre nuestro patrimonio y todas aquellas personas interesadas por un acercamiento al mismo.

En los fondos de la Casa de Colón existen en la actualidad 17 obras de Tomás Goméz Bosch, de las cuales una de ellas -el retrato de su hermana Margarita (1904)- se exhibe en su colección permanente, a las que se suman otras tantas que están depositadas fuera del mencionado centro, como son la Casa Museo Tomás Morales, la Casa Museo León y Castillo, la Galería de presidentes del Cabildo de Gran Canaria (José Mesa y López y Federico Díaz Bertrana).

Además, de Gómez Bosch el Cabildo grancanario también posee un inmenso lienzo, exhibido en el área de Presidencia, denominado ‘Constitución del primer Cabildo de Gran Canaria, 1913′ (1954).

Se da la circunstancia de que en 2008 la Casa de Colón dedicó una gran muestra antológica a Gómez Bosch que fue comisariada por Ángeles Alemán, quien estima que la vida del creador «estuvo marcada por su gran amor a la pintura y por su alianza con la fotografía. Un amor, el de la pintura, constante y tenaz pese al tiempo que tuvo que alejarse de ella; una alianza, la de la fotografía, que le permitió plasmar con su cámara todo lo que su vista de pintor le enseñó».