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Julio Pérez Tejera: Caleidoscopio (Mercurio Editorial, 2013)
Edición y preliminar: Victoriano Santana Sanjurjo.


, 2ª, , , , y parte


3erobjeto textual de forma irregular

En octubre o noviembre de 2011, no puedo ser preciso con esto a pesar de la cercanía temporal, mi muy apreciada amiga Rita Navarro me pidió que presentase el libro de Julio en el casco histórico de Santa Lucía, en las casas consistoriales. El libro se había presentado por primera vez en la Casa-Museo León y Castillo el 14 de junio, siendo la directora de la Casa-Museo Pérez Galdós, Rosa Mª Quintana Domínguez, quien ejerció entonces la labor que ahora me proponía Rita. Yo acepté sin más porque a las buenas amistades, atentos a la fidelidad que se les debe, nunca se les dice que no.Tu_no_te_acordaras

Es cierto que para este “sí” indubitable contaba en mi haber con la experiencia de alguna que otra presentación de libros que había aceptado realizar por compromiso y que había resuelto de manera satisfactoria gracias al palabrerío de la retórica; luego, estaba dispuesto a echar mano de mi artillería para resolver la situación si la obra no atesoraba a mi juicio un mínimo de calidad con el fin de que todos estuviesen contentos con mi intervención: el autor, los asistentes y, sobre todo, quien me había hecho la petición.

Lo dicho: solté un «venga, dalo por hecho. Consígueme el libro y concrétame el lugar, la fecha y la hora de la presentación». Días más tarde, tuve en mis manos el mentado Tú no te acordarás… y otros relatos.

Nada más verlo, me investí con esos ropajes de pontífice pedantesco que me son tan familiares y con los que uno trata de cubrir el desnudo de su pobreza discursiva. Una vez que ya estaba acorde para la ocasión, me dispuse a ver de qué iba la obra.

Empecé por el paratexto, por todos esos elementos del libro que no tienen nada que ver con el texto literario (cubierta, portada, hoja de créditos, índice, preliminares, tipo de papel, ilustraciones, tamaño…) y que sirven, por un lado, para aproximarnos al libro como elemento físico y jurídico; y, por el otro, para detectar algunos detalles que pueden ser relevantes de cara al contenido poético.[1] Así, pues, me dispuse a cumplimentar mi ficha de datos paratextuales:

ficha1
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Luego, como suelo hacer, fui anotando en otras fichas pequeños bloques de texto con ideas sueltas de cara a la exposición:

ficha2
ficha3
ficha4a
ficha4b