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Es necesario para mí contar esta historia, puesto que casos así se dan bien pocos. Cada vez que la narro los oyentes se quedan nadando entre la expectación y el asombro, tanto por lo sorprendente de la historia como por la carga emotiva que contiene. Está llena de recovecos así como de bellos matices que se vuelven ásperos en muchos momentos. Seguramente le surgirán muchas preguntas al conocer esta historia. Procuraré no ser ambiciosa y sintetizar al máximo para acercar al lector a este ser humano tan especial cuya historia tengo el honor de conocer de su propia boca.

Mansueto ZereneEl 19 de octubre de 1929, nace en Bet-Jala un pueblecito situado muy cerca de Jerusalén, el pequeño de tres hermanos Mansueto Zerené. El padre muere cuando el cumplía los dos años y él y sus hermanos fueron cruelmente separados de la madre e ingresados en un orfanato por las duras leyes y costumbres machistas de la época. Pero a él nunca le contaron esto, la versión oficial de la historia era que su padre había muerto y su madre los había abandonado y que además ésta ya no estaba viva.

Su infancia fue feliz, era un niño bromista y alegre, muy pronto desarrolló el interés por las artes plásticas y eso alentó la posterior decisión de estudiar la carrera de bellas artes. Fue un joven inquieto, un artista que tuvo la oportunidad de realizar exposiciones en diferentes países como Siria o Egipto, con una obra principalmente en lienzo y al óleo con una fuerte inclinación realista. Además fue profesor de idiomas, fundador de los “Boy Scout” en Beirut (Líbano) y estaba también preparándose para recibir los votos religiosos para ser cura, puesto que se había criado y educado entre ellos, él también había escogido ese camino. Cuando cumplió los 30 años y ya quedaban pocos meses para hacer los votos monásticos, una serie de problemas dentro de la iglesia le hicieron decepcionarse profundamente y tomó la decisión de renunciar y marchar del país.

Conocía la existencia de algunos familiares paternos que estaban en Chile así que su intención era viajar hasta allá. Pero antes pasó por Canarias para visitar a su hermano que residía en Tenerife. Cuando llegó a la isla le llovieron las ofertas para trabajar como guía intérprete, algo completamente normal si tenemos en cuenta que sabía 6 idiomas y había llegado a un lugar en auge turístico. Nunca llegó a ir a Chile, las cosas le iban bien en Canarias. Después de una temporada como intérprete decidió fundar su propia empresa, una lavandería industrial. En esa época conocería a la que pronto sería su mujer y madre de 6 hijos. Durante todos estos años hasta su jubilación estuvo dedicado en cuerpo y alma a su empresa y su familia, aparcó los oleos, su más intrínseca pasión por una cuestión meramente económica.

Durante esta etapa de dedicación a su trabajo en la lavandería, recibió una noticia que en absoluto esperaba y que le lleno de felicidad y rabia, ambas en partes iguales. Por medio de la familia de su mujer descubre que su madre seguía viva, había rehecho su vida, residía en Palestina y era muy anciana. Le habían mentido durante toda su vida. Quiso viajar para ir a visitarla pero en ese momento por motivos de trabajo no podía hacer un viaje tan largo. Pero 4 años más tarde su hija mayor fue a visitarla con un regalo en las manos. El destino caprichoso quiso seguir haciendo de las suyas y cuando ella llega a casa de su abuela descubre que hacía dos años que la anciana había muerto. Nadie había avisado a Mansueto. La historia tenía sin duda un desenlace agridulce.

Enlace a la segunda parte…

 Texto por Regina Zerené

Obras de Mansueto Zerené

Barcos Mansueto Zerene

Batalla guanches flechas_Mansueto Zerene