LLUVIA
YA, vertedora,
Suelta de mar a mar tu sarta de agua,
Desborda, cala, vuélcate.
Me acosas, me derribas; estamos en la guerra.
Que gane el más certero:
agua va; caigamos percutientes,
ilimitadamente memorables.
Obra poética y cuentos
Luis Feria
Llueves – Un relato de J.C. Bonilla
El hombre que cuenta las gotas de lluvia está solo en esta calle. Solo. Muy solo.
Así es y así se siente en el tablero de esta noche de tormenta, como un peón de negras que espera a que los acontecimientos lo muevan.
Cantarea la lluvia atroz en el asfalto. Relampaguean los rayos. Tronidos son los sonidos que salen de las nubes; y en la calle no hay ni un alma porque todos están a cobijo: curiosones haciendo vaho en los cristales de las ventanas.
El hombre que cuenta las gotas de lluvia tiene un sombrero de ala calado a la derecha, por donde cae a modo de desagüe un chorro que salpica la acera. Tiene también caladas las arrugas que le tapan los huesos de la cabeza; una cabeza en la que ya no queda pelo del susto y que, por el contrario, está llena de remordimientos que le espantan el sueño. No nos extraña, entonces, que debajo de los ojos tenga unas bolsas ensombrecidas llenas de cansancio y los hombros jueguen a caerse dentro del traje.
Un pequeño farol encima de su cabeza no da casi luz. Amarillea un poco la noche. Lo que la luna le deje en cuarto menguante, lo que las nubes de color gris enfado se lo permitan en toda esta trifulca de agua. Por ello, su sombra le da la espalda atravesada en el suelo, y se esconde en el fondo de los charcos. Unos charcos que le comen ya la mitad de los zapatos.
Tiene los pantalones de pana ceñidos de agua. Nota que le pesan más que el disgusto, tanto como le pesan los días a kilos y los segundos le saben a bilis, y el arrepentimiento que no sabe de sabores ni medidas.
Gotea también la barba. Los pelos encanados de quien está descubriendo que los años no son ninguna broma. Una barba peluda, llena de pelos peleándose a greñas por un sitio, que ocultan una cara chupada por no comer, por casi no beber siquiera lo justo, porque él solo sabe ya de esperar. Que sepan ustedes que por estas le ha dado el rencor.
Hace diez minutos también le daba chupadas a un cigarro, que ahora casi se dobla por la mitad y se despelleja en la comisura de sus labios. Se desintegra el tabaco, el papel y el filtro como lo hace el hombre en mitad de la noche a falta de una chispa de vida.
Arrecia la lluvia. Por ratos molesta, a rachas inunda. Pero el hombre que cuenta las gotas de lluvia no siente nada, solo permanece quieto en el diluvio. Solo, cuenta que te cuenta, gota tras gota: una, una, otra, otra.
Se hunde, o eso cree, porque todas las penas son hechas de plomo.
No sé si llora. Pudiera pero ¿quién iba a distinguir una lágrima entre tanta agua? ¿Son más claras acaso sin sal?
Son diez mil ciento cinco por su cuenta. Algunas más, algunas menos, en este pasatiempo que se ha inventado para estrangular la espera… hasta que algo blanco se moviliza a lo lejos.Ilustración: Samuel Hernández / El Asfalto es blando
Proceso de creación de Samuel Hernández para ‘Llueves’ de JC Bonilla
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Enlaces de interés:
#CanariasNarrativa, JC Bonilla, Samuel Hernández, El asfalto es blando.
Excelente texto de JC Bonilla, interesantísima ilustración de Samuel y el vídeo… sencillamente indescriptible.
Una auténtica maravilla! Como nos tienen acostumbrados JC Bonilla y Samuel Hernández. Y ver el proceso creativo de la ilustración es un regalo!! No dejen de obsequiarnos con su arte!
Alucino. Me encantan este tipo de contenidos y experiencias. Felicidades a los autores y a los editores por apostar por la belleza y el arte en estos momentos tan difíciles.
Los autores agradecen profundamente la buena recepción que ha tenido la globalidad de la obra.
No cabe duda que es un fuerte estímulo para seguir defendiendo la cultura de Canarias (por muchos azotes que ésta reciba hay gente muy motivada y con talento oculta).
Seguiremos en la misma línea de trabajo. Estad atentos. Volveremos muy pronto.
Un abrazobeso para todos!
Llevo tiempo siguiendo los pasos de este tal J.C.Bonilla,desde sus inicios en Canarias Punto Cero,y la verdad es que siempre espero con anhelo el día que vierta en la red alguna de sus historias,narradas con mucha inventiva,algo pretensiosas por momentos, pero compensadas con parajes mas austeros,mas cercanos al lector poco ducho en estos menesteres de la lectura,pero que a mi particularmente le dan un equilibrio a sus relatos que me gusta.CHAPEAU chaval y a seguir deleitando a tus lectores que a buen seguro irán aumentando.
Siempre es un orgullo que sigan a uno; aunque el trabajo aquí es conjunto ya que muchos de mis escritos en la red son con mi compañero de fatigas D. Samuel Hernández, ilustrador de profesión, al que te aconsejo que sigas en el http://www.elasfaltoesblando.com.
Trabajando como una dupla única hacemos que las palabras tengan más vida (es una opinión personal) y el lector sienta más vivas las emociones.
Nos tomamos esto como un trabajo serio. No hay nada donde intervenga el azar ni la prisa. La palabra está reposada antes de que Samuel ponga la varita; y siempre digo, y vuelvo a aprovechar para recordarlo, que es un auténtico privilegio haberme tropezado con su talento.
Te ruego que estés atento. Volveremos con «cositas interesantes» en nada.
También te aconsejo que no pierdas de vista esta página: viene gente muy buena ya detrás, dando zancadas.
Muchas gracias otra vez por el apoyo. Es muy, muy importante para nosotros.
Muchas gracias por ver nuestro trabajo. Es un lujo llegar a a gente y gustar con nuestras historias 🙂
Habrá más y mejor. Gracias! 🙂