El sábado, 13 de diciembre, a las 21.00 horas, el joven organista valenciano Pablo Márquez ofrece en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, en Vegueta, el tercer y último de los conciertos programados por el Cabildo dentro la tercera edición del Ciclo de Conciertos en Órganos Históricos de Gran Canaria, que desde 2012 impulsa el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos de la Corporación, coordinada por Larry Álvarez.

El ciclo de órganos históricos se despide en la Iglesia de Santo Domingo de GuzmánPablo Márquez Caraballo, organista de la Catedral de Valencia y de su Coral Catedralicia, ofrecerá su concierto en uno de los pocos órganos netamente canarios que se conservan, interpretando un programa integrado únicamente por obras de Joan Baptiste Cabanilles (1644-1712), compositor barroco apodado el Bach español.

Un total de nueve piezas, la mayoría tientos y gallardas, conforman el repertorio con el que Márquez mostrará al público la dimensión de la música para órgano compuesta por Cabanilles, culmen de la gran tradición organista ibérica de los siglos XVI y XVII. Sus tientos, forma máxima de sus composiciones, son el cénit de esta forma musical netamente hispano-portuguesa.

EL ARTISTA. El valenciano Pablo Márquez, de 30 años, se traslada a Francia para trabajar y estudiar con Michel Bouvard (órgano), Jan Willem Jansen (clavecín), Philippe Lefebvre (improvisación) y Guy Ferla (composición).

Interesado en la interpretación de la música antigua se traslada a Holanda en donde cursa estudios con Pieter van Dijk en el Conservatorium van Amsterdam.

Ha ofrecido numerosos conciertos de órgano y clave como solista y como integrante de agrupaciones camerísticas y orquestales en España, Portugal, Francia, Italia, Alemania y Holanda, teniendo la oportunidad de participar en los festivales más importantes y de tocar en numerosos instrumentos históricos.

Desde 2012 Pablo Márquez es el director artístico del Ciclo de Música Antigua de la Catedral de Valencia. Actualmente realiza su doctorado en la Universitat de València y ha fundado el ensemble Cabanilles Consort Valencia, dedicado al redescubrimiento de Joan Baptiste Cabanilles e interpretación históricamente informada de la música española de los siglos XVII-XVIII y su contextualización en el repertorio europeo.

El instrumento. Construido por el organero de origen cordobés Antonio Corchado en su taller de La Laguna a finales del siglo XVIII e inaugurado en 1793, el órgano de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán fue restaurado en su día por el Cabildo de Gran Canaria. La pieza presenta una hermosa fachada de tipo barroco con tres torreones y dos planibandas, en la que destacan sus ménsulas en las que se asienta la robusta e imponente lengüetería horizontal.

EL CICLO. Coordinada por la catedrática de Historia de la Música de la Universidad de La Laguna y presidenta de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, Rosario Álvarez, esta tercera entrega del ciclo que ahora concluye da continuidad al variado programa impulsado por el Cabildo durante 2012 y 2013, mostrando al público el esplendor y calidad de buena parte de los órganos históricos de la Isla, pero también el resultado del largo y laborioso proceso de rehabilitación llevado a cabo en los principales instrumentos que se encuentran en los templos de toda la geografía insular.

«Con este ciclo, el Cabildo grancanario pone en valor un importante patrimonio a cuya conservación se han destinado grandes cantidades de dinero en los últimos años, dentro de un ambicioso plan de mantenimiento que no tendría sentido si ahora los órganos no se pusieran al alcance de los ciudadanos», sostiene el coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo, Larry Álvarez, para quien «la iniciativa está contribuyendo, además, a la difusión de esos bienes, dentro de las competencias del Gobierno Insular en materia de Patrimonio Histórico y Cultural».

Para la catedrática de Musicología y coordinadora del ciclo, Rosario Álvarez, este ciclo ofrece a la ciudadanía, además, «la posibilidad de hacer turismo cultural, visitar nuestras iglesias con su rico patrimonio arquitectónico, escultórico, pictórico y organístico, y dejar volar nuestra imaginación, mientras las ondas sonoras se desplazan por las naves de los templos, bañándonos con su riqueza tímbrica y armónica. No cabe duda de que las iglesias con sus viejos instrumentos nos permiten escuchar la música de otra forma a la habitual».