Entrevista con la artista que baila en la pieza ‘Oasis’, donde además están el músico César Martín y el realizador audiovisual Jose Alberto Delgado; este viernes en TEA Tenerife

“Esta actividad me regenera, es vida y es presente. Una vez que se descubre, no se puede prescindir de ella”

Entrevista por Román Delgado

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Judit Mendoza. Foto: César Martín

Pasión, vitalidad, existencia, radicalidad, sensualidad… Todos atributos del arte sincero y verdadero, al fin y al cabo. Judit Mendoza, la profesional que pone la danza en el proyecto MoBBAA (equipo que este viernes exhibe el espectáculo Oasis en TEA Tenerife, con la participación de César Martín -marimba y bases electrónicas- y de Jose Alberto Delgado -videocreación-), lo deja bien clarito en esta entrevista en la que desnuda principios y argumentos creativos. Y es que Judit Mendoza “ama la danza porque es la antítesis de la muerte física o de la muerte en vida. Cuando dejamos de sentir nuestro cuerpo en movimiento, se terminó. Mientras tanto, hay mucha vida. Y por movimiento no me refiero a las mil piruetas del bailarín esbelto. Hablo de la conciencia de estar presentes, conectados”. Sobre la pieza Oasis, asegura que “será realidad en el momento en que la compartamos con el público”. Para comprobar si es así, ya se sabe: TEA Tenerife este viernes, 26 de diciembre, a las 19.00.

-¿Qué tiene la pieza Oasis que la iguale al espacio en el desierto en que se halla lo más ansiado: el agua?

“Lo más ansiado es el tiempo, ese momento de parada regeneradora en medio del tránsito; eso se persigue, retener el tiempo”.

-Este proyecto de MoBBAA es multidisciplinar, pues combina danza, voz (texto), música y vídeo. ¿Por qué se quiso concebir como la combinación de todos esos medios creativos?

“A la danza contemporánea sumo mi voz porque me permite expresarme más plenamente. La palabra en sí misma siempre gana la partida, con su poder de comunicación directa, por delante del resto de lenguajes más abstractos. La música siempre estuvo y estará presente, un músico con su instrumento en directo, en escena, creando conmigo. La imagen se sumó en una segunda etapa, y luego vino el hecho de decidir integrarla en la escena, como en esta ocasión. Lo complicado es combinar los elementos en su justa medida y en cada ocasión. No siempre se acierta sumando”.

-¿Cuál fue el punto de partida que permitió edificar y al final rematar Oasis?

“El punto de partida fue el concepto de oasis, dividido en tres etapas: la necesidad de llegar, el hecho de permanecer y la despedida para seguir adelante. No se remata; es un estar que uno se propone, pero no se materializa de manera concreta como un edificio estático. Se persigue y se abandona”.

-¿Cómo califica el resultado obtenido y qué aportan los distintos elementos de manera singular? ¿Cómo éstos suman en el todo, en la foto que se queda el espectador?

Oasis, en este formato en directo, será un estreno para el Canarios Dentro y Fuera 2014 en TEA Tenerife. César Martín y yo esperamos recoger las sensaciones que respiremos durante la interpretación. No hay resultado hasta ese momento. Por ahora estamos satisfechos con el feedback que hemos ido recibiendo tras las proyecciones de la videocreación. Estamos expectantes y deseosos de dar un paso más”.

-En algunos de los textos informativos que usted utiliza para darse a conocer, dice que “vive persiguiendo las estrellas para no ser un pez en la pecera”. ¿Qué encierra esa declaración de principios en una mujer que se autodefine como amante de la danza?

“Sale de un personaje de una novela, de una niña que decide suicidarse a los 12 años porque no encuentra sentido a la vida de los adultos, pero, por supuesto, luego da un giro completo y madura y despierta ante la vida… La pecera son los límites en los que nuestro reflejo se ve deformado; en las estrellas está la luz de cada ilusión, y hay que perseguirlas, en movimiento, vivos. Amo la danza porque es la antítesis de la muerte física o de la muerte en vida. Cuando dejamos de sentir nuestro cuerpo en movimiento, se terminó. Mientras tanto hay mucha vida. Y por movimiento no me refiero a las mil piruetas del bailarín esbelto. Hablo de la conciencia de estar presentes, conectados”.

-¿La danza es poesía? ¿Oasis es poesía? ¿Quién pone la poesía en este proyecto artístico?

“La danza puede ser tan evocadora o revulsiva como un poema; puede ser purificadora, un ejercicio o un mero divertimento… Se puede discutir si la danza como lenguaje es más abstracta que la poesía al no contener las palabras. La danza es arte. Como profesión tiene mucho que ver con la disciplina y el rigor en el entrenamiento del cuerpo, con la pasión a la hora de crear y la honestidad en la entrega. Los grandes bailarines se distinguen por eso. Oasis nace a partir del texto de Cesar Martín con el mismo título publicado en Canarias3puntocero y se entrecruza con mis versos escritos acerca de una mujer erosionada, que viaja, en reconstrucción. La pieza Oasis será realidad en el momento en que la compartamos con el público”.

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Judit Mendoza. Foto: César Martín

-¿Hacia dónde pretende evolucionar como creadora tras la pieza Oasis?

“Mi evolución no la decido premeditadamente. Tras esta interpretación me gustaría que hubiera nuevas oportunidades para dar lugar a que la pieza siga viva. La evolución creo que te la va dando el tiempo a fuego lento, tras cada proyecto en el que me involucro y con las personas con que voy compartiendo, de las que aprendo mucho y que me ayudan a hacer realidad mis ideas”.

-¿Qué ideas desea desarrollar en adelante? ¿En qué está o quisiera estar en el futuro más inmediato?

“Espero poder seguir interpretando los trabajos estrenados en 2014, tanto Oasis como Brindis, dirigida por Roberto Torres y estrenada en octubre en el Festival Danzatac. Quisiera mantener estas dos piezas, que crezcan y ganen el peso que da la madurez del propio hacer en la escena”.

-¿Todo esto se hace más difícil cuando se está en Canarias? Y ¿qué ha quitado y aún quita la crisis?

“MoBBAA arranca en 2010. Digamos que es un proyecto que ya nació en medio de la crisis. No ha vivido tiempos de bonanza… La crisis quita medios y hace que los artistas que queremos continuar salgamos muchas veces perdiendo energías, medios… Si se sopesa económicamente, muchas veces no compensa, pero la dignidad hay que defenderla. Las ganas y la necesidad de expresarnos siguen ahí a pesar de todo, y la dignidad tampoco la arranca una crisis”.

-¿Qué valor tiene mostrar este espectáculo en el Festival de Danza Canarios Dentro y Fuera?

“Para empezar nos da la oportunidad de estar en un espacio como TEA Tenerife, lugar idóneo para propuestas como ésta y muchas otras que bullen actualmente entre los artistas canarios. Debo agradecer a TEA el trato y las facilidades dados. Además, este festival, promovido por Teatro Victoria, es una oportunidad para ver lo mejor de la danza de los canarios que están por el mundo y para disfrutar de las propuestas hechas aquí. Tenemos grandes bailarines, como el recientemente galardonado con el Premio Nacional de Danza Daniel Abreu, y será un lujo tenerlo de nuevo entre nosotros. Estará el mismo día 26 de diciembre en el teatro Guimerá, tras los actos del mismo festival en TEA. Es un honor compartir cartel con todos los artistas del programa. Nuestro apoyo y agradecimiento a los que hacen posible el festival”.

-¿Cómo llegó a la danza y qué fue lo que la enganchó de manera definitiva, si se puede decir así?

“La danza me permite expresar con todo el cuerpo. En danza, la obra vive en ti en ese momento presente. La danza me ha enriquecido mucho dentro y fuera de las escuelas y los escenarios por la cantidad de personas interesantes que he conocido con la misma inquietud, con las que se comparten momentos muy especiales a través de este lenguaje que no experimento de ningún otro modo, con ningún otro arte. La danza me regenera, es vida y es presente. Una vez que se descubre, no se puede prescindir de ella”.