pedro de mendozaAño 1534. Parten de Sevilla catorce buques al mando del capitán general don Pedro de Mendoza. Componen la tripulación dos mil quinientos españoles, y ciento cincuenta entre alto alemanes, neerlandeses y austríacos o sajones. Destino: el Río de la Plata.

La primera escala, a causa de “la fuerza del viento” es en la ciudad de San Lúcar. Saliendo de allí llegan a tres islas. La primera llamada Tenerife, la segunda Gomera y la tercera La Palma. En esta última permanecen y reparan los barcos.

Resulta que a bordo de uno de los buques viene Jorge Mendoza, primo de don Pedro Mendoza. Este Jorge, andaba en amores con la hija de un rico vecino de La Palma. Y el día antes de partir, a la media noche, baja a tierra y asistido por doce secuaces, trae al buque a la hija del vecino y a su doncella, con todas sus joyas, vestidos y dinero. La operación se hace a escondidas sin que nadie se de cuenta. Parten a la mañana siguiente y ya a dos leguas, un fuerte ventarrón los hace regresar al puerto. En la costa, los esperan unos treinta hombres armados con arcabuces y alabardas. En la ciudad de La Palma suenan las campanas. Cargan dos piezas de artillería y disparan cuatro cañones contra el buque. El primer tiro hace pedazos la vasija del agua que está en la popa. Con otro parten el último mástil y con el tercero dan en el medio del barco, abren un gran agujero, y muere un hombre.

Tras conversaciones entre la tripulación y los de la ciudad, se logran hacer las paces, prometiendo entregar a don Jorge Mendoza, a la hija del vecino y a su doncella. La pareja confiesa al alcalde que ya son esposos de cuerpo y alma. Entonces se les casa de inmediato. El padre de la joven se ve muy triste. El buque, estropeado por los cañonazos. Y el viaje de los amantes termina en La Palma.

Esta anécdota fue escrita por Ulrich Schmidl, soldado y viajero alemán que integró la expedición del Adelantado Don Pedro de Mendoza, hacia el Río de la Plata. A este hecho romántico, simpático, y atemporal, se siguieron veinte años de experiencias recorriendo el “Paraíso de las selvas del Paraguay y el Chaco”. Los relatos de Shmidl constituyen un valioso y veraz testimonio de un conquistador no español que recrea las gestas de Mendoza, Domingo de Irala y Alvar Núñez.
El pasado no es tan lejano como creemos, y releerlo desde un punto de vista humano, nos ayuda en gran medida a comprender el presente.

Mercedes Aguirre: Escritora, Artista Plástica, Narradora Oral

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