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Entrevista > Román Delgado

El joven periodista y autor del libro “Te lo cuento entre cortados” da a conocer hoy, jueves 18 de junio, su “ópera prima” literaria, en el Espacio Cultural CajaCanarias, en Santa Cruz de Tenerife (20.00)

Arun Chulani es un joven periodista tinerfeño, de solo 22 años, con mucha suerte, una suerte que ha sabido buscarla, o quizá sea más completo decir que ha sabido trabajársela sudando la gota gorda. Ahora, con la sonrisa aún en su cara, vive uno de sus momentos más felices: el del nacimiento, la presentación y la promoción de su primer libro, un volumen repleto de historias, sentimientos y emociones. Se llama Te lo cuento entre cortados, y su cubierta esconde textos y aventuras, todas muy humanas, que hablan de la vida, de las relaciones personales, de los tropiezos y de los instantes en que lo mejor es poner el cronómetro a cero.

En esta entrevista, Chulani se explaya en todo esto: en lo que siente, en lo que quiere y busca con la literatura, y en los equilibrios y los vectores que han permitido este novísimo proyecto narrativo, sin duda un caudal de historias que se nutre, al menos en parte, de sus aportaciones semanales a Diario de Avisos.

Arun Chulani

Arun Chulani, fotografiado en capital tinerfeña./ VÍCTOR MÉNDEZ

– Un hijo con nombre de libro

“Me siento orgulloso de poder decir que este libro es fruto de mi trabajo. Al verlo, observo todo el esfuerzo que hay detrás, todo el recorrido profesional que ha formado parte de cada página y todo el recorrido emocional que se ha convertido en tinta. Es una sensación increíble. Es el símbolo, sin duda, de un comienzo con mucha fuerza y muchas ganas”.

– El porqué de la iniciativa narrativa

“Nace de la mano de mi familia. Ellos siempre han apoyado lo que he hecho, y en una conversación surgió la idea de realizar un recopilatorio de los textos publicados que más me hacían sentir. También me dije que publicaría algún libro a lo largo de mi vida, aunque no pensé que fuera a ser tan pronto. Una vez me decidí a comenzar el libro, las emociones han estado a flor de piel. En todo el proceso de creación, se han dado varios cambios en el plano profesional y, sobre todo, en el personal; por eso ha sido un vaivén sin frenos”.

– Lo que ha costado concebir el retoño

“Respecto a la escritura, he intentado tener la inspiración perfecta en el momento exacto, siempre con la premisa de conseguir que el lector se emocione de algún modo, de lograr remover algo en su interior. En un principio, me costó entender el concepto que yo mismo buscaba para el libro, pero, poco a poco, se unieron literatura e ilustración, y ha quedado un resultado limpio, sencillo y detallado en un trabajo mano a mano con Víctor Méndez, que pone color a algunas de las historias del libro, a los capítulos y a la taza de café que se derrama sobre la portada. La lectura es amena y directa, mientras que las
ilustraciones dan al lector la posibilidad de hacerlas de él. Son historias para ver,
leer, pensar y releer. Siempre leer…”.

– Las sorpresas que hallará el lector

“El libro tiene mucho de mí, de usted y de todos, por muy raro que pueda parecer. Las historias logran atrapar al lector y hacerlo protagonista en la mayoría de las ocasiones. Es fácil la lectura, con finales que dejan un punto y seguido, un punto y aparte o un punto y final, según la apetencia de quien lea. Pienso que la mayor sorpresa de los textos está en la manera de hacer al lector pensar en aspectos de su vida que busca evitar o que, sencillamente, no ha visto desde otro punto de vista. La sorpresa es la sorpresa”.

– El recurso constante a la condición humana

“Porque siempre tenemos preguntas intangibles, y porque buscamos respuestas. Si uno no reflexiona sobre sí mismo, no logra entender su alrededor. Lo intangible se puede volver tangible en su evolución. En mi experiencia, prefiero conocer mejor qué es lo que quiero atraer en mi vida entendiéndome a mí mismo: al mirarme al espejo y aceptar mis errores y mis virtudes, queriendo ser la mejor versión de mí mismo. Todos debemos mirarnos en ese espejo, capturar lo que refleja con todo detalle y desvelar las preguntas que nos hacemos y escondemos. En ocasiones no encontramos respuestas, pero sacar las preguntas a la luz nos hace librarnos de un ancla que, posiblemente, nos tiene estancados”.

– Los apoyos para mantener la nave a flote

“Mi familia y mis amigos, indiscutiblemente. Todo comenzó por mi familia, continuó por mis ganas de superarme y sigue por las ansias de mis amigos de verlo terminado y en sus manos. Soy de la opinión de que toda persona que aparece en el camino está por algo, y en este proceso de elaboración ha habido idas y venidas. Todos ellos han tenido un porqué para que el libro sea hoy lo que es. He tenido mucho apoyo. Y dificultades…, pues no muchas. Baches hay en todos los senderos”.

– La relación entre periodismo y literatura

“Periodismo es informar. En eso estaremos de acuerdo. Pero para entender lo que sucede en el entorno, primero se ha de entender uno mismo. La relación clave que yo veo en estos textos con el periodismo es que busco crear criterio en el lector, igual que la información. Lo que ocurre es que lo hago desde un punto de vista emocional. Periodismo y literatura pueden ir de la mano en cualquier soporte: la clave está en saber coserlos con el hilo perfecto. No creo que se deba hablar de contradicciones, puesto que el periodismo aúna muchos ámbitos y temas de conversación. Al fin y al cabo somos todos humanos…, y a raíz de ello nace todo. Es ir al humano y no a las consecuencias”.

– Lo que tiene más brillo en el compendio

“El libro es emoción. No hay más de uno o de lo otro, sino que busca el equilibrio. De ahí la división del libro. Te lo cuento entre cortados encierra cuatro capítulos en forma de cafés: Café solo, Descafeinado, Cortado natural y Barraquito. Café solo trata sobre lo más triste, lo más amargo, y de ahí se asciende hasta cerrar con Barraquito, con lo más dulce de la prosa y la tinta. En el equilibrio de los cuatro cafés, está el punto exacto para el buen desarrollo de una vida. Sin embargo e inevitablemente, no todo es bueno. Hay momentos mejores y momentos peores; de ahí que surjan textos más dulces y menos”.

– La importancia de la formación académica

“Si no hubiera realizado ese grado, quizás no se habría planteado mi columna en Diario de Avisos. Esto, jamás, y puede que no hubiese sacado de mí ese lado literario tan intensamente. Periodismo ha sido una etapa para madurar, crecer y fijar mis objetivos personales, y me ha hecho ver en qué medida me gusta la información de actualidad frente a la medida de la escritura literaria. Me gusta informar a través del periódico y de la pantalla, pero no hay sensación que me reconforte más que la de entintar sentimientos. Yo no quiero ser la fotografía que todos ven, sino la emoción que nace en el observador cuando ve la fotografía, cuando lee mis historias”.

libro entre cortados

Portada de la publicación “Te lo cuento entre cortados”./ EL DÍA

– La experiencia vital de tener un libro

“Cuando salí de la imprenta con la primera prueba, lloré de emoción. Recuerdo que lo primero que se me pasó por la cabeza no fue un qué, sino un quién. La musa apareció mentalmente para acompañarme en ese grandísimo momento. Las ganas de enseñar a mis familiares y amigos mi primer hijo literario, que se dice rápido, eran inmensas… Nada me pudo quitar la sonrisa de la cara en todo el día. No le cuento nada nuevo, que usted también es padre en lo literario”.

– Los caminos que ahora quedan por sondear

“Más que ficción, llamémosla irreal, y solo en ocasiones. El camino no lo sé. Siempre he sido una persona que lo planifica todo, que tiene ideas de futuro fijas en la mente y busca la organización frente al dejarse llevar. Siempre, hasta hoy. Me he decidido a ser aire, y que el viento decida el camino que he de seguir, aunque manteniendo la cordura por encima de todo. Dejarse llevar me ha sonado siempre demasiado bien, y es hora de experimentarlo un poco más. Mi camino se enfoca a lo que realmente me haga feliz y me haga sentir lleno, aspirando a lo que mis límites me permitan. Eso sí: aún no los he encontrado y aún me queda mucho recorrido para encontrarme con un pequeño límite. Cuando aparezca…, ¡que se prepare!”.

– Una experiencia con sus dificultades

“Lo más difícil de este proceso ha sido la falta: la falta de conocimientos, la falta de tiempo. Pero, sobre todo, la falta de personas. Elaborando este proyecto he echado en falta a algunas personas que sé que sonríen al saber que me supero día a día, que sé que están orgullosas de mí, de su nieto, de su alumno, de su amor. Todos ellos estarán en la presentación del libro, unos en presencia física y otros en mi corazón”.

– El mensaje que más palpita en el mente

“Hay varias, pero con la que me identifico está clara: “Déjame leer tus líneas para poder escribir las mías”. Creo que las vivencias de uno se nutren de las de otro, puesto que, al fin y al cabo, pisamos huellas que otro ya ha dado. Leyendo uno tiene referencias, tiene puntos de vista…, y comienza a escribir su propio criterio, su propia opinión. Llámame curioso, pero me gusta conocer las líneas de los demás. Me entran ganas de escribir”.