Las III Jornadas de Patrimonio Histórico incluyeron una visita guiada por los lugares más destacados del BIC, con degustaciones y actores que recrearon personajes y hechos destacados del municipio

Un grupo de hombres discuten sobre la cosecha de uva, sopesan las barricas, el patrón cuestiona a los agricultores. Es principios del siglo XX en la Casa la Bodega, hoy sede del Centro de Información del Patrimonio Histórico Cultural de Arona (CIPHCA), un momento en que el casco era el barrio más poblado del municipio. Así comenzó la visita guiada por el conjunto histórico de Arona, declarado Bien de Interés Cultural y que atesora joyas arquitectónicas, escultóricas y etnográficas, un recorrido gastronómico y que interrumpen las antiguas telefonistas con “sus escuchas” y les revelan la intentona de segregación que se produjo en Las Galletas.

III jornada patrimonio historico

Los inscritos en las III Jornadas de Patrimonio Histórico de Arona, que se han vuelto a retomar este año y, por primera vez, en el marco de las Fiestas Mayores de Arona, pudieron disfrutar de escenificaciones de hechos cotidianos, en un viaje al pasado que recreó las vivencias en algunos edificios destacados de la localidad.

La primera visita guiada incluyó gastronomía y un análisis muy concienzudo pero ameno del patrimonio histórico y cultural del casco, en el que se reveló que Arona es mucho más que el tradicional turismo de sol y playa.

Con la pertinente explicación arquitectónica, histórica y de la imaginería de la iglesia de San Antonio Abad, en torno a la que se edificó el barrio y que es el eje central del Bien de Interés Cultural del Conjunto Histórico, la parroquia descubrió a los asistentes algo que muy pocos han podido ver en los últimos años. Custodiada en la sacristía estaba la primera imagen de San Antonio Abad de finales del siglo XVI principios del XVII, una talla policromada en origen, de estilo popular y que, ya en los textos del siglo XVIII (1781) y siglo XIX (1840), se señalaba su mal estado. La parroquia ha procedido a una primera restauración para estabilizarla y que no se continúe deteriorando.

El concejal de Patrimonio Histórico y Urbanismo, Luis García, destacó que esta iniciativa, al igual que la tercera edición de las Jornadas, “pretende contribuir al conocimiento y reconocimiento de los valores patrimoniales que atesora  el sur de la Isla y el municipio de Arona, y se integra en la apuesta municipal hacia la vinculación de turismo y gestión sostenible del patrimonio cultural”.

Una década de la declaración BIC

El Conjunto Histórico de Arona fue declarado Bien de Interés Cultural el 3 de abril de 2006. La zona protegida agrupa el área fundacional, que se articula a partir de la plaza de la Iglesia. Las tipologías arquitectónicas presentes en el casco muestran, en gran parte, los rasgos propios de la arquitectura doméstica tradicional, aunque modificadas por las corrientes estilísticas de los siglos XIX y principios de XX, alternando casas terreras vinculadas a la población más humilde (casas de una sola planta), con otras que han pertenecido a agricultores acomodados o a familias de terratenientes (viviendas espaciosas organizadas en torno a un patio central con habitaciones comunicadas mediante corredores).

A partir de la fundación de la ermita originaria en el siglo XVII, el caserío se iría desarrollando con lentitud, atendiendo a la dureza de las condiciones ambientales y de vida en el sur de la Isla, articulándose diferentes construcciones. El perímetro del Conjunto Histórico acoge los sectores de mayor valor patrimonial del casco urbano de Arona, cuyos ejes principales se corresponden con la calle Duque de la Torre y calle Domínguez Afonso, que delimitan su módulo central, representado por la plaza del Cristo de la Salud con la iglesia de San Antonio Abad.