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Cerrando octubre de 2015, El Supositorio estrenó en el Auditorio Adán Martín su último espectáculo, Welcome To Canarias, un show cargado de buenos ratos, creado con el maravilloso objetivo de hacer felices a las personas.
La risa es el ingrediente capaz de curar las tristezas propias y ajenas y, sin duda, la gota capaz de hacer derramar los vasos de la dicha.
Este fin de semana amenazan con desbordar el Teatro Leal de La Laguna y prometen hacernos reír a carcajadas con sus ocurrencias.
Ya todos conocemos a estos chicos vecinos del afamado barrio de Chigüesque, pero me apetecía hablar un ratito con Conrado Flores y así, saber un poco más sobre él.

  • Conrado, esto no es serio, eres un poco Doctor Jekyll y Mr. Hide…

Lo reconozco, así es. Si muchos seguidores de El Supositorio leyeran mi curriculum pensaría que se trata de una broma. Pero no, llevo toda la vida formándome para ser quien soy por la mañana. Quien soy por la noche supongo que se debe a alguna anomalía en el ADN por algo caducado que debí comer de chico.

  • ¿Cómo compaginas tu doble vida? Por la mañana ciudadano de la Isla y por la noche güistrolado a tope.

El Supositorio llena un espacio muy importante en mi vida y me hace ser mas feliz, así de simple. Y eso que por la mañana lo soy bastante porque el destino me ha sonreído mucho. Lo que pasa es que no puedo renunciar al arte, a la música ni a El Supositorio porque toda persona necesita un refugio y esos son los míos. Cuando por la noche soy Guistrol, Dick Donovan o el cantante de Acesulfame-K no sólo soy más feliz yo sino que también lo es la gente que me rodea. Y eso es como un orgasmo simultáneo, que no sé lo que es pero me han hablado maravillas de ello.

Conrado El Supositorio

  • Me encantaría que pusieras verde a tus compañeros… anda, cuéntame sus trapos sucios.

El que más trapos sucios tiene es Jose Ramallo porque vive con un gato que se los ensucia, Maratón, quien además le da una mala vida tremenda que luego comparte en las redes a modo de catarsis. Respecto a Jorge, comentar que no existe un idioma en la tierra o un acento que no pueda imitar hasta llorar de la risa. Lo malo es que cuesta sacarlo de casa, donde le gusta permanecer recluido releyendo a los clásicos en lugar de estar de guachinches por ahí con nosotros. Mingo es el tío más tranquilo que conozco, cero stress. Cuando el grupo comenzaba a dar sus primeros pasos llegaba una hora tarde sin rubor hasta que lo amenazamos de muerte ¡y ahora la verdad es que llega el primero! Con Paco se perdió un gran actor de teatro, un gran vendedor de seguros, un gran manager y un gran montón de cosas más. De hecho, le he regalado suficientes chaquetas como para hacerlas todas y no repetir.

  • Y tú, ¿quién eres?

Está mal que lo diga yo pero supongo que el perfeccionista. Sin algo no es muy bueno no dudo en insistir en que debe acabar en la basura. Quizás por eso me odien un poco y metan sustancias en mi comida cuando no les veo.

  • Y ahora en serio, ¿Cómo ves la evolución de El Supositorio? ¿Estás contento? ¿Qué falta?

El Supositorio es con seguridad 10 veces mejor que cuando llegó a la Televisión Canaria con “Chigüesque TV”, un programa que aún hoy, después de 9 años, cuenta con una auténtica legión de seguidores en todas las islas. No me imagino lo que sería regresar a la tele con nuestro nivel actual. En general estoy muy contento porque hemos conseguido hacer lo queríamos: tener un gran repertorio pero ser muy selectivos y no cansar a nuestro público. Creo que el artista debe saber regular su actividad, hacerse esperar y generar expectativas. Estamos preparados para actuar cada 15 días pero ni nos apetece ni pensamos que sea bueno para el grupo. Quizás con más de 40 años, hijos y con tanto dinero en el banco nos lo podemos permitir.

  • Como vives las actuaciones. ¿Por qué lo haces?

Cada vez con más serenidad y confianza. Cuando el público ve uno de nuestros shows se puede reír más o menos – normalmente mucho – pero no quedan dudas sobre el trabajo que hay detrás de cada guión. Eso da una tranquilidad enorme y estar deseando que en directo la gente disfrute los gags tanto como tú haciéndolos.

Conrado 2

  • ¿Qué podemos esperar este fin de semana en el Leal del espectáculo Welcome to Canarias?

WTC es un show para reírse mucho, muchísimo. Como siempre, hemos intentado que haya un poco de todo: un sketch más teatral, algún dilema moral, anacronismos históricos, música de factura propia, transiciones en forma de monólogo, mucha sátira y parodia. Las veces que lo hemos representado la gente se ha reído a carcajada limpia así que nosotros tan contentos. Las representaciones previas nos dan garantías de que va a ser una noche muy, muy divertida.

  • Esta vez, ¿Los seguidores de El Supositorio podrán saludar a sus componentes a la salida?

Sí, claro. Sufrimos un poco por los trabajadores de la sala – sobre todo yo para ser sincero, porque no me gustan mucho las multitudes – pero a la gente le encanta sacarse fotos con nosotros y ver lo guapos que somos en persona. Nosotros lo hacemos como una forma de agradecerles que vengan a vernos al teatro y porque nos sentimos muy identificados con nuestra imagen de gente muy cercana y muy normal. Un tipo de la Cuesta y otro de Barrionuevo no pueden perder el norte. Y Mingo y Jose menos, que viven en La Victoria.

  • ¿Qué hay que hacer para ser un buen Supositorio?

No pensar que ser gracioso es suficiente. Yo por ejemplo, siempre lo he sido. Lo era en el colegio, en el instituto y en el conservatorio, así que tengo cierta trayectoria como gracioso. Pero sobre el escenario tengo que diferenciarme de personas del público que quizás lo sean más que yo. Ahí arriba no sólo vale con nombrar a la “viejita” y las “papas con mojo” de manera ocurrente, hay que ser muy inconformista y muy retorcido. Y claro, lo más importante: tener pelo en la cabeza. ¿O tú has visto algún calvo en el grupo?