El catedrático de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad de La Laguna, Juan Hernández Bravo de Laguna, acaba de afirmar en un periódico local que «Una cosa es la promoción del talento canario, si lo hubiere, y otra muy distinta aumentar los contenidos canarios, solo por ser canarios» en referencia al Festival de Música de Canarias.
 
¿Si lo hubiere? Otro que no tiene ni idea de que el talento no solo ‘se reparte’ en Madrid, Berlín o Londres. Que no sabe que el talento nace en todo el mundo pero que necesita detectarse y propiciarse, ya sea en EEUU o en Canarias.
 
No, todo un catedrático lo que propone, de entrada, es cuestionar que haya talento en las Islas y, desde luego, que un Festival financiado con dinero público no debe permitir que nuestros profesionales compitan en igualdad de condiciones con el talento foráneo.
 
Esto pasa cuando los expertos en ciencias políticas se ponen a sentar cátedra sobre cultura. Normal. No es más que la vieja herencia de cuando un cura daba clases de ciencias en el cole mientras que un experto en ciencias daba gimnasia. Aquí todo el mundo da lecciones de lo que no tiene ni idea mientras se ningunea el talento. Así nos va.
 
Con lo sencillo que sería esperar a comprobar si en las encuestas de satisfacción del Festival los músicos canarios han sido altamente valorados, o leer las críticas especializadas y ver que han hablado especialmente bien de los conciertos de nuestros músicos, o que el único concierto que ha suscitado el interés del canal internacional ha sido, precisamente, el concierto de nuestras dos orquestas juntas, o que los conciertos que más beneficios han generado (menos pérdidas en realidad, ya que la música culta no genera beneficios económicos sino culturales y sociales) han sido precisamente las orquestas y los artistas canarios, o que el primer cartel de sold out lo obtuvo el concierto de una orquesta canaria, la OST, haciendo el homenaje a un canario, Juan Hidalgo, reciente Premio Nacional, y realizado en una isla no capitalina, Lanzarote… ¿Si hubiera o hubiese talento en Canarias?