Doble M lleva Mi vida como un zombi al Teatro Leal de La Laguna

Zebensui Felipe

La compañía Doble M representará el 8 de septiembre en el Teatro Leal de La Laguna su nuevo montaje teatral que lleva por nombre Mi vida como un zombi. Con las entradas ya a la venta a través de la taquilla del teatro o en la web www.entrees.es hablamos con Zebensui Felipe, dramaturgo, actor y responsable de la compañía, quien nos desvela algunas de las claves de la comedia.

– ¿Por qué vivir la vida como un zombi?

“El protagonista de la comedia, Tomás, llega a su puesto de trabajo muy cansado de todos sus problemas, tanto laborales como personales. Sufre el típico síndrome de burnout, de trabajador quemado, y durante una mañana más en la oficina nos plantea una teoría basándose en las películas de muertos vivientes: un zombi es feliz porque no tiene nada de lo que preocuparse, al contrario que el grupo de supervivientes que conviven estresados por tener que subsistir cada día. En base a esta teoría, Tomás decide adoptar la táctica zombi y hacer su vida sin pensar en las consecuencias. Así que a través de esto, desde Doble M, planteamos una crítica al sistema laboral, al estrés de vivir bajo ciertas imposiciones y al modo de vida actual que poco a poco nos va anulando como personas, aunque siempre desde un punto de vista cómico y gamberro”.

– Este es el tercer montaje de Doble M tras los éxitos de Un lío padre e Inspector Sullivan. ¿Ya notan el paso del tiempo?

“Pues mentiría si dijera que no… pero siempre desde un aspecto positivo. Doble M se estrenó en 2015 con la pieza Un lío padre y obtuvimos una acogida que nadie esperaba. Una candidatura al Premio Max en la categoría de Autor Revelación, el Premio a Mejor Actor en el Certamen Nacional de La Rioja, la selección para la fase final de los Premios Réplica de las Artes Escénicas Canarias, la inclusión en el Encuentro Canarias Escribe Teatro (Nuevas Voces)… algo increíble pero que nos hizo cargar con una gran responsabilidad ya que nosotros mismos nos pusimos el listón a un nivel altísimo para los siguientes proyectos que debían venir. Todo esto nos hizo madurar a una velocidad tremenda, no solo a nivel de producción sino también a nivel personal, como dramaturgo. Ofrecer textos con calidad al público debía ser lo primordial además de un buen trabajo interpretativo”.

– Entonces en este Mi vida como un zombi ¿veremos una compañía más madura?

“Es inevitable. Nos hacemos mayores y acumulamos muchas más vivencias con más pensamiento crítico. Por eso considero que este tercer montaje es un punto de inflexión en la compañía. Es una vuelta de tuerca más a los cimientos que empezamos a construir con Un lío padre pero enfocada desde la madurez que hemos alcanzado en estos últimos tres años. Creo que este es uno de mis mejores textos cómicos, ya que mantenemos nuestro sello basado en la agilidad, el dinamismo, el humor sarcástico y gamberro, la socarronería y sobre todo el ritmo veloz, pero sin perder la capacidad crítica tanto social como individual”.

– ¿Por qué afronta la crítica siempre desde el prisma del humor?

“Porque así nos lo pasamos bien, tanto nosotros como el público. Creo que ya es bastante dura la situación actual como para tener que incidir en estas críticas desde un aspecto puramente trágico. Nosotros no tratamos de aleccionar a nadie, simplemente ofrecemos un producto ágil que va un paso más allá y toca temas de importancia social. Para Doble M lo principal es que el público ría en el teatro, pero sabemos que más allá de las risas cada espectador recibe la crítica implícita en el texto y la situación, gestionando él mismo sus propias conclusiones. Creo que este es uno de los pilares fundamentales de nuestro trabajo y parece que el público está encantando con nuestras propuestas”.

– En el reparto vuelve a repetir con Adrián Rosales…

“Y lo lógico era hacerlo. Adrián Rosales es uno de los mejores actores cómicos de Canarias, con el que además mantengo una gran amistad. La química entre nosotros dos en el escenario es algo que se consigue pocas veces de manera tan natural, por lo que para mí siempre es una ayuda poder compartir un texto con él sobre las tablas. El resto del reparto lo componen Vicente Ayala y Carlos Brito, con los que hemos conseguido ampliar este buen rollo a un nivel increíble”.

Después de tres años de gran actividad en el panorama teatral canario, ¿qué dificultades encuentra en el sector?

“Dificultades… muchas como siempre. Llevo tres años al frente de Doble M pero más de diez dedicándome al teatro profesional en Canarias y la verdad es que cuando comencé en esto había mucha más precariedad en el sector de la que hay ahora. Actualmente, las compañías canarias hemos conseguido atraer un gran número de público a los teatros para ver nuestras producciones aunque todavía se nota que por parte de las instituciones falta confianza a la hora de apostar por la cultura. El presupuesto destinado a la cultura todavía sufre el hachazo en forma de recorte por culpa de la crisis y la desaparición de la subvenciones a la producción se nota… aunque Doble M surgió en medio de esta crisis y a día de hoy nunca nos han dado un euro para poner en pie una de nuestras comedias así que supongo que a nosotros esto ni nos va ni nos viene (risas). No, hablando en serio, claro que hay cosas que mejorar en el engranaje cultural de Canarias pero hablar de esto llevaría mucho tiempo y energía”.

– Y para cerrar esta entrevista, ¿existe algún nuevo proyecto en el futuro de Doble M?

“Pues sí… aunque todavía es muy pronto para hablar de él. Por suerte o por desgracia, las dificultades para realizar girar largas nos lleva a ofrecer nuevos productos prácticamente cada año, así que tenemos que ser muy, muy creativos y prolíficos. A veces es un estrés increíble pero todo se pasa cuando muestras algo tuyo sobre el escenario y compruebas con la reacción del público que no estabas tan loco como pensabas. Tenemos proyecto nuevo y será muy humano, muy personal y, por supuesto, con dosis de comedia”.