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En el 2000 ya son bastantes los grupos que tocan fuera, por lo que es muy frecuente seguir sus giras desde el programa vía telefónica. Así lo hacemos con casos curiosos como Ojalámuchá desde Los Angeles o Frogcircus desde Berlín. Por la Península hay muchos: Carayo Drive, Mojo Proyect, Las Ratas, Carne Cruda, Species, Sobreimagen… Los desenchufados se circunscriben a gente como Miguel 3 Cuerdas, Cata y similares. La dinámica del programa se sigue manteniendo: en cada programa una banda presenta su demo o su disco en el estudio y otra nos cuenta su historia desde Tenerife, una isla menor, la Península o el extranjero. Hacemos conexiones curiosas, como la de Patricio –Sr. X y luego Carne Cruda- en el momento en que estaba arrancando el tren que les llevaba de Madrid a Euskadi en su gira peninsular de presentación del disco; Las Ratas antes de subirse al escenario en Euskadi y Mortimers en Silikona, Madrid; Cabeza Borradora en Jai Alai de Huesca o Maravillas de Madrid; Carayo Drive en El Sol de Madrid; Aftershave en el Gruta 77 de Madrid; Mojo Proyect en el Chesterfield Café, también de Madrid (donde ganarían la final del Imagina Rock 2001)… Y tantas y tantas otras.

El fanzine de MC2 era un periódico mensual con tintas de colores -en la línea de formato de Melody Maker o Mondo Sonoro- en el que tanto Lola como yo colaborábamos -desinteresadamente, por supuesto-. Lola, por ejemplo, hacía artículos de opinión (Pinochet, Kosovo, homosexualidad, aborto, mujer…), mientras yo hacía crítica de discos y transcribía alguna de las entrevistas de los grupos que pasaban por el programa.

Por entonces había surgido una emisora que le empezaba a hacer sombra a MC2. Era Radio Costa Internacional. Estaba ubicada en el Tablero de Maspalomas, pero salían en perfecto stereo en la capital. Ponían buena música, y Neko, Sintasiva más tarde, con su programa Distrito 88 y 2 –el dial de la emisora-, empezó a aglutinar a un buen número de gente. Recuerdo que tuve de invitado a Silver DJ, el pincha del Naomi en aquellos momentos, pues había estado haciendo un set en el Sonar de aquel año. Me comentó que quería hacer un programa de radio, a ser posible los domingos. No había problemas de banda horaria los domingos en MC2, así que le puse en contacto con los responsables de la emisora con mi recomendación expresa. Pero le pidieron que llevara una cinta con la idea del programa presentando unos temas y que ya le contestarían. Total, que fue captado inmediatamente por RCI. Y hubo otros casos: algunos de los editores de buenos programas musicales en MC2, implicados incluso en el Proyecto Protone, se habían ido a RCI. También habían sido fichados Diego Hernández, de La Provincia, para hacer un día a la semana su Batidora –creo recordar- y José Castellano, aquél que en su día nos llevó al Gruppo Sportivo al bar de la esquina del López Socas para que lo entrevistásemos, se había convertido en jefe de programación, si bien hacía también un programa semanal de musical global, un poco en plan discopolero. Cuando coincidíamos con Castellano -ya nos lo había dicho varias veces Neko- nos invitaba a irnos cuando quisiéramos a RIC: “Siempre tendréis un hueco en RCI”, recuerdo que nos decía comentándolo largamente en el concierto de Manta Ray en el Felo Monzón. Una actitud que siempre hemos agradecido en lo que vale. En esos momentos Neko ya había dejado la emisora para irse a La Tribuna y posteriormente al Canarias 7.

A finales del 2000, MC2, ya en una línea mucho más comercial, de Mestisay a Sabina pasando por cosas mejores y peores, compró un camión de la segunda guerra mundial, de esos que se usan para viajar por África, y lo convirtió en Unidad Móvil. Ari –Frakaso- siempre nos decía que a ver si hacíamos el programa desde su Instituto, el Felo Monzón. Se abría una nueva vía de hacer un directo directo. Para entonces hacía ya más de un año que el hall-oficina central de la emisora se había desmantelado. Ese bullir de gente preparando cosas, haciendo la revista allí mismo, escribiendo y montando artículos -José II era el encargado de enmaquetarla con su Mac-; todos aquellos ordenadores, teléfonos, faxes, gentes y movimientos, habían desaparecido hacía ya mucho para dar paso a algunos despachos con llave. Nuestra línea seguía siendo la misma: hacíamos nuestro programa y nos íbamos, si bien nos dolía un poco que se hubiera perdido esa efervescencia que tuvo la emisora. Desde el último trimestre de ese año decidieron sacar el magazine cada tres meses, cuando antes aparecía cada tres semanas. Por otra parte, tener a Ella Baila Sola o Alejandro Sanz como objetivos del mes no es muy halagüeño.