Vicky Bastos, Teo Ríos e Inés Rojas durante el transcurso de la reunión / Foto tomada con un móvil de los asistentes.

Vicky Bastos, Teo Ríos e Inés Rojas durante el transcurso de la reunión / Foto tomada con un móvil de los asistentes

Hoy lunes 4 de junio se ha reunido el Gabinete de Crisis del Sector de la Cultura con Inés Rojas, consejera de Cultura, Deportes, Asuntos Sociales y Vivienda.

En la agenda dos temas transcendentales; las primeras consecuencias de los durísimos recortes que el ejecutivo ha decidido aplicar a este sector, sin parangón en toda Europa y en todo el territorio nacional, y el delicado estado de salud de Alberto Delgado, viceconsejero de Cultura que, aunque mejora muy positivamente de su grave enfermedad, le ha mantenido apartado del cargo desde hace ya casi un mes.

El Gabinete de Crisis, que lleva reuniéndose periódicamente desde que el año pasado se constituyera como respuesta a lo que calificó en su momento como “brutales recortes” y “golpe de gracia” a la cultura en las Islas, expuso su deseo de que el viceconsejero se recupere y pueda incorporarse al cargo cuanto antes y también como sus peores presagios se han hecho realidad, según informaron varios miembros a Digital de Avisos justo a la salida de la reunión. Ya el sector expresó muy claramente el año pasado que estos recortes tan exagerados solo se podrían traducir en paro, cierre de empresas, descapitalización económica y cultural para las Islas así como fuga de talento.

La cancelación de grandes eventos en cascada que se están produciendo -tan solo en la última semana el Rock Coast Festival, El Womad y el concierto de Sting-. La mengua de contenidos en los principales festivales de Canarias. La desaparición en la cartelera canaria de algunas de las convocatorias culturales más veteranas. La escasa contratación de artistas y creadores canarios que en la mayoría de los casos son en condiciones de precariedad laboral llegando a la ilegalidad, solo son las pinceladas de la crónica de una muerte anunciada a la que la consejera solo ha venido contestando con buenas intenciones.

Por esta razón el Gabinete de Crisis ha pedido a Inés Rojas la ejecución inmediata de un Plan de Rescate a la Cultura en el que se cuente con todos los interlocutores de las fuerzas activas de la cultura para tomar medidas urgentes que eviten la total desaparición de este sector productivo en las Islas y el compromiso de revisar al alza los presupuestos para 2013. El sector considera que medidas que no cuenten con las partidas presupuestarias necesarias no servirán de nada ya que difícilmente podrán ejecutarse.

Por su parte Inés Rojas ha comunicado a los representantes del sector su preocupación por la situación actual y su intención de ejecutar toda una batería de acciones -ya propuestas en su momento por el mismo Gabinete- que, aunque reconoce que en el corto plazo poco puede hacerse ya, quiere dejar solucionado durante su mandato. La realidad es que no hay fondos y no pueden afrontarse medidas urgentes de rescate como solicita el sector, dijo Rojas. Pero quiso dejar patente su compromiso de presentar en dos semanas un borrador de Plan de Empleo para el sector, una Ley de Mecenazgo y la creación del Consejo de la Cultura y las Artes para final de año, así como la intención de poner en marcha el Plan Estratégico de la Cultura Canaria durante el 2013 y propiciar un encuentro de los miembros del Gabinete con una comisión técnica para debatir todas estas cuestiones. Y para el año que viene lo mismo, en el mejor de los escenarios.

En referencia a Alberto Delgado, la consejera afirmó que se espera su próxima incorporación al equipo, pero que se le esperará todo lo necesario, y que mientras tanto se sigue trabajando para que la viceconsejería siga cumpliendo sus funciones en su ausencia.

Un sabor agridulce es el que parece haber quedado a Isabel Costes, Vicky Bastos, Ricardo del Castillo, Martín Rivero, Teodoro Ríos, Jairo Nuñez y Braulio Pérez, los miembros del Gabinete de Crisis que asistieron a la reunión. Un encuentro del que salieron con lo mismo que tenían al entrar, la angustia de ver como compañeros cierran, o se van de las Islas, otros se arruinan y la posibilidad de tener que cerrar o irse ellos mismos este año o dedicarse a otra cosa. Una reunión de la que salen con la sensación de que su consejera quiere realmente ayudar pero solo dispone de tiritas y aspirinas mientras que el sector lo que necesita es una UCI.