Captura de la página web vivodelamusica.com

A raíz de la carta del presidente de SGAE a los socios y de la carta abierta que como réplica le escribió Juan Márquez a Antón Reixa, se ha creado un espacio web con el nombre de vivodelamusica.com en el que una serie de músicos que han participado en la cuestión denunciada exponen su punto de vista.

En líneas generales se quejan de lo que siempre se ha quejado el sector; de lo mal que andan los músicos por culpa de los intermediarios. Y ante una situación endémicamente lamentable se ha venido a sumar una crisis económica que solo ha puesto las cosas aun más difíciles. Con estos antecedentes como justificación defienden su derecho a ganarse la vida lícitamente con lo poco que les queda y reivindicando su derecho a ganarse el pan con el sudor de su frente.

Una cuestión a la que dan suma importancia es que en el caso de los conciertos televisivos nocturnos la libertad creativa es total, lo que les permite poder afrontar los repertorios más comprometidos que de otra forma jamás podrían ver la luz. Lo que no queda claro es si los conciertos que las televisiones pasan a altas horas de la madrugada ven mucha luz. O si el volumen al que ponen las productoras la música que se interpreta mientras los adivinos contestan a las llamadas es una fórmula de divulgación razonable para la creatividad. El músico hace su trabajo con la mayor profesionalidad y diligencia pero tal vez el trato dispensado a su talento no sea el más apropiado.

Otra cuestión que plantean es que en realidad la intención de Antón Reixa es apoyar a las grandes editoriales multinacionales como Sony, Warner, Universal en vez de apoyar a los músicos. Esto podría parecer una contradicción con el hecho de que precisamente Juan Márquez, el que ha iniciado esta contraofensiva, tiene un currículo personal vinculado a las multinacionales según su biografía (…Juan Márquez entra en el otro lado de la llamada “industria discográfica”, primero como A&R de Virgin, después como Director de la Editorial Virgin Spain… …En 1992, Juan Márquez había sido nombrado Director General de EMI Music Publishing Spain&Portugal, en 1994 Vicepresidente Editor de la SGAE, Presidente de la Asociación Española de Editores de Música, AEDEM, miembro del Board de la Federación Internacional de Editores de Música, IFPMP, Presidente de la Fundación de Artistas e Intelectuales por los Pueblos Indígenas de Ibero América, FAIPII, en 1996 Director de Sony ATV Spain y en 2001 Vicepresidente de Sony ATV para Latín América con sede en Miami, por lo que ha de irse a Estados Unidos para dirigir la editorial durante tres años…).

Lo que ningún músico ha explicado en sus aportaciones son las condiciones laborales y contractuales en las que se realizan esos trabajos y que tal vez sean la clave de la cuestión.

Desde luego que hay algo innegable; sarna con gusto no pica. Si un trabajador que se considera tradicionalmente vejado y ninguneado, le ofrecen algo un poco «mejor», es lógico y natural que defienda con uñas y dientes esa «mejoría» y su derecho a sobrevivir y a que no le quiten la única opción a la que tiene acceso.

Por otro lado la SGAE tiene todo el derecho (y el deber) de denunciar aquellas prácticas que considere abusivas para los creadores. En esto la cuestión a dilucidar es si la SGAE lo hace mirando por el bien común de los creadores o solo pretende beneficiar a un lobby como se denuncia desde la nueva plataforma.

Visto desde fuera podría parecer que todo se reduce a una lucha de poder entre «la SGAE de Teddy Bautista» y lo que ya se denomina como «la nueva SGAE». La primera sería en principio la heredera de unos vícios en la que «todo vale» con tal de ganar dinero. La segunda parece querer plantear otra filosofía en la que sea el propio autor el eje principal de la sociedad. Pero desde vivodelamusica.com se denuncia justo lo contrario.

Lo que es innegable es que el músico solo es, como siempre, la víctima. Es el instrumento para que otros ganen ingentes cantidades de dinero mientras que lo engatusan con presunta visibilidad y unas migas del banquete.

Por otro lado hay algo que no tiene precedentes y es que un presidente de la SGAE denuncie mala praxis dentro de la propia casa. Si esto mismo se hiciera en otros sectores, como por ejemplo en la política, tal vez otro gallo nos cantaría. Pero la razón por la que no se hace en otros sectores es precisamente para evitar que «los otros gallos canten» y entrar en una guerra fratricida, que tan mala imagen genera pero que tan efectiva resulta para la regeneración democrática.

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