La Casa Cachazos y Verde de Aguilar del municipio de Gáldar (Calle Guillén Morales, 13) inaugura mañana martes, 9 de julio, a las 18.00 horas, la muestra ‘Grabados de Santiago Santana, Juan Ismael y Felo Monzón’, que reúne una quincena de aguafuertes realizados por estos tres importantes artistas canarios adscritos al movimiento indigenista.

Grabados y aguafuertesLa exposición, impulsada por el Departamento de Artes Plásticas de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías del Cabildo grancanario dentro del circuito itinerante ‘Gran Canaria en vivo’, podrá visitarse hasta el día 31 de julio en el mencionado espacio cultural galdense, de lunes a viernes (salvo festivos), de 8.00 a 15.30 y de 17.00 a 20.00 horas.

Los quince grabados expuestos pertenecen a los fondos que custodia la Casa de Colón, museo que, en la década de los setenta, crea un Taller de Grabado (concebido como centro de producción y enseñanza) que, hasta los años noventa, sirvió como lugar de trabajo y encuentro para artistas canarios y foráneos.

La exposición que llega ahora a Gáldar (tras haber pasado por Moya, Telde, Tejeda, Santa María de Guía, Arucas, San Mateo, Agaete, Moya y San Bartolomé de Tirajana) recoge una de las primeras propuestas desarrolladas en el marco de aquel taller: la carpeta de 1975 titulada “15 aguafuertes de Juan Ismael, Rafael Monzón, Santiago Santana”, la primera abordada por tres artistas en un proyecto común para el mencionado museo.

TRES MIRADAS PERSONALES

La serie desarrolla una personal, íntima y visceral exposición de Las Afortunadas. Así, el surrealismo onírico de Juan Ismael se enfrenta a la tangible realidad social del campesino visto por Felo Monzón. Junto a ellos, Santiago Santana ofrece una visión muralista de sus personajes, con unas anatomías rotundas, casi arquitectónicas, que llenan por completo cada ángulo de la obra.

El aspecto sosegado y ausente de los personajes de Santiago Santana se distancia de la dureza de los rostros de Felo Monzón. Del mismo modo, la canariedad perturbadora de Juan Ismael recorre los inquietantes derroteros de los sueños, apartándose de las tierras yermas y los personajes con mantillas de los otros dos artistas. Pero, ¿no hay nada común a estos creadores? Sí. En el plano de lo tangible una serie de tótems pueblan la geografía de estas quince estampas.

Diversas imágenes son rescatadas de la memoria del espectador para recrear el imaginario del Archipiélago: el mar, las barcas, los cardones, la arquitectura de los riscos, la tierra, las mantillas, las palmeras o el volcán. Pero, junto a lo tangible, también subyace en este recorrido el imaginario intangible de la mirada, la identidad, el aroma del salitre y el sol, que devuelven Canarias al espectador.

A lo expuesto hay que añadir un segundo elemento que los aúna: la inquebrantable voluntad de sus autores por vincular sus lenguajes plásticos a las vanguardias históricas. La búsqueda de la síntesis y la formulación de nuevos modelos serán un elemento constante en la indagación de la identidad reflejada en sus obras.