Jonás Superstereo nació en las Islas Canarias y se graduó como Ingeniero de Sonido en Las Palmas de Gran Canaria. Su trabajo se ha venido desarrollando tanto en el ámbito de la creación como en la producción musical así como la enseñanza de informática en diversos centros.
En 2007 lanzó su primer trabajo con su banda SuperstereO, una banda de funky con auténtico sabor a vinilo. En el ámbito de las colaboraciones ha trabajado con Morimoto Sisters, Henna Hito, ST Fusion, Polo Ortí y otros tantos artistas canarios.
– ¿Cómo se inicio en la música?
«Yo empecé a tocar la guitarra casi por casualidad cuando estaba en el instituto. Pablo Cebrián era amigo de mi hermano, me lo presentó y le pedí que me enseñara algunas cosas para saber si era capaz de hacer algo con ella. Luego fui a estudiar ingeniería de sonido, y fue Jaime Almeida quien me invitó a tocar en su banda de aquel entonces, Besos Negros. Yo no me lo podía creer ¿Subir a un escenario? ¿A tocar? Así que yo puse todo mi empeño, y Jaime toda su paciencia. Acabé los estudios y me fui a trabajar a Madrid, y aquellos fueron los años que más alejado estuve de la música. No se dieron las circunstancias adecuadas y la verdad, tampoco las busqué. Tres años más tarde regresé a Tenerife y empecé de nuevo a tocar y a querer formar parte de algún proyecto, y en el año 2007 publicamos el primer disco de SuperstereO. A partir de aquí, me he ido introduciendo en la producción discográfica, unas veces sólo en la producción técnica y otras también a nivel musical, y en este sentido no tengo más que palabras de agradecimiento a los músicos que han ido confiando en mí a la hora de realizar sus producciones, ya que sin esa confianza yo nunca me habría aventurado a estas tareas que muchas veces son más propias de un músico que de un ingeniero de sonido».
– ¿Cómo nació SuperstereO?
«Este proyecto comenzó en el año 2003 cuando empecé a jugar en casa con el ordenador intentando construir algunas canciones, me resultó una tarea muy excitante desde el principio, así que invertí mucho tiempo y al final, cuando tenía unas treinta canciones decidí probar a montarlas con una banda, a ver qué salía. Elegimos las que creímos con más posibilidades y en el 2007 grabamos nuestro primer disco Funk that!«.
– Después de Funk that! vino Fascinatin’ Moon Trip…
«En el 2011 publicamos Fascinatin’ moon trip, lo presentamos en el Festival CARAVAN, y ahí acabó nuestra andadura por los escenarios con ese proyecto. Desde el principio nos planteamos tocar sólo bajo unas condiciones que considerábamos mínimas, de técnica y espacio, y las opciones eran pocas. Muy pocas. Ya había empezado a participar en producciones para otras bandas y me picaba la curiosidad el componente creativo del proceso de creación de un disco. Así que decidí continuar con la producción de SuperstereO en casa, como cuando empecé, y dedicarme a todos los proyectos que han querido contar conmigo en la faceta que sea, que me resulta igualmente excitante y algo mejor remunerada. No me he planteado cuándo publicar nuevo material, ni cómo hacerlo. De momento disfruto componiendo para el próximo trabajo. Este año he terminado la producción técnica del disco de Virginia Guantanamera y Satomi Morimoto, el cuarto trabajo de ST Fusion o el primer trabajo en solitario de Miguel Manescau, donde tuve la oportunidad de participar en la producción musical junto a Miguel. Ahora estoy terminando la mezcla y masterización del próximo trabajo de Mento y del percusionista Javier Rodríguez».
– ¿Cómo le afectan los recortes y la situación actual?
«Desde que hace dos años que se anunciaron los drásticos recortes que el gobierno canario hizo al capítulo XVI referido a las actividades culturales, ese hecho motivó que algunos profesionales de la cultura nos uniéramos para denunciar esta acción y para informar a la sociedad, datos en mano, sobre la aportación que hace la industria cultural a la economía. En ese momento la clase política se excusó utilizando un argumento muy peligroso y, haciendo uso de la demagogia, decía que en una crisis es más importante los hospitales o guarderías que los conciertos. Si desde la propia clase política no se apoya la cultura y la educación, algo básico para nuestra sociedad y se compara con otros sectores más delicados, poco íbamos a hacer.
Lo cierto es que hoy, las administraciones autonómicas, locales y municipales, están ninguneando la cultura más que nunca. Aparte de cargarse un sector emergente donde se aportaba más de lo que se daba, y en el que gracias a él sobrevivían muchas familias, no solo a través de las empresas directas sino de toda la economía subsidiaria que generaba, la realidad a día de hoy es lamentable para las empresas y los artistas canarios. Por un lado, las empresas culturales locales, tienen que adelantar dinero para programar a sus artistas o sus proyectos, ya que en este año 2013 no se han pagado todas y cada una de las actividades (patrocinio, circuitos de música y teatro, conciertos, representaciones teatrales, festivales, etc…) que se han programado. Me encuentro con compañeros que están pasando por una situación absolutamente dramática. Por no hablar de la situación de los propios artistas, donde se les cobra por actuar en algunos de los más destacados recintos públicos, o la falta de apoyos a aquellos recintos privados que son los que están dando vida cultural a las ciudades o las últimas multas a músicos por parte de la Seguridad Social. ¿Qué quiere que le diga? Creo que el panorama cultural canario, hoy, es absolutamente desolador».
– ¿Qué opinión le merecen las políticas culturales en Canarias?
«Como le digo, hasta hace dos años, y a pesar de los recortes que se venían haciendo desde el año 2008, hecho que afectaba más directamente a las administraciones municipales que a las autonómicas, las políticas culturales en Canarias comenzaban a despegar o al menos a tener un horizonte. Se redactó un Plan Estratégico para la Cultura, que hacía un diagnóstico muy certero sobre la cultura en nuestras Islas, y parecía un punto de partida de algo. Pero todo eso se acabó, creo que ahora mismo no hay política cultural en Canarias. La han dilapidado. Todos andamos perdidos, por no decir desesperados. La realidad es que ahora mismo es Hacienda quien marca la agenda de todas las administraciones, siguiendo criterios estrictamente económicos, traducidos al tijeretazo».
– ¿Cuáles son los principales cambios actuales en su sector? ¿Cómo cree que va a desarrollarse el mismo en los próximos años?
«En primer lugar, debe haber una predisposición real de la alta política canaria a apoyar nuestra cultura e industria autóctona, y no me refiero solamente en términos económicos, sino a través de propiciar medidas que nos faciliten simplemente el hecho de poder trabajar y desarrollar nuestra actividad de forma digna y eficiente. Pero la cultura no está en la agenda de nuestros políticos. Así que lo único que veo, es que el propio sector es el que debe unirse para que la cultura ocupe el lugar que se merece. Pero lo cierto, es que los que vivimos de este sector, estamos buscándonos la vida, reinventándonos. Probablemente estemos desgastados y desilusionados, y la poca energía que nos queda es para batallar en nuestro propio día a día, si aún queremos comer de esta profesión».
– Funk that! se puede descargar gratis si te suscribes al boletín ¿Por qué?
«Porque pensé que no tenía sentido esperar a que cualquier persona que comprara el disco, lo ripeara y lo colgara en la red. Preferí hacerlo yo con las especificaciones de compresión que quería y añadiendo los metadatos a los archivos».
– ¿Por qué venden discos? ¿Ganan dinero con eso? Del anterior disco fabricaron 1.000 unidades ¿Las vendieron todas?
«Para mí el disco físico es una herramienta de marketing más, pero veo que cada vez es menos necesaria. En el 2007 todavía a mucha gente de la prensa, radio o programadores de festivales les daba pereza descargar un disco de la red para escuchar el producto. Personalmente con SuperstereO nunca recupero la inversión de tiempo ni de dinero, ni con la venta de discos, ni en los conciertos, ni con las editoriales. Aún quedan en casa algunas cajas de discos tanto del primero como del segundo, no creo haber vendido ni 800 copias de las 2.000 editadas.
– Ha sido muy crítico con la SGAE por su modelo de gestión. Publicó con licencia Creative Commons pensando que luego SGAE, si reclamaba, le pagarían… ¿Le pagaron algo? ¿Nadie le informó que SGAE no gestiona otras licencias?
«Lamentablemente para mí, tuve que estudiar más de lo que me apetecía el funcionamiento de la SGAE, al menos de la anterior etapa. Sabía perfectamente que no sólo no gestionaban otras licencias, sino que además, al reclamar mis derechos de exposición en radio y televisión, que los hubo, iban a poner todas las trabas. Y así ha sido. Lo he solicitado por escrito en dos ocasiones, ni se han dignado a contestar».
– La licencia elegida por ustedes no permite hacer obra derivada de su obra pero a la vez el Funky es un estilo en el que se utiliza mucho el derivar y los sampler… Usted mismo los utiliza. ¿Por qué utiliza samplers de otros y no permite que se hagan samplers suyos?
«Tomé esta decisión simplemente porque me apetecía conocer previamente a quien quisiera samplear alguno de nuestros temas. Hoy esto me parece una tontería, me encantaría que cualquiera lo hiciese».
– El Funky es un estilo internacional. ¿Han iniciado algún proceso de internacionalización?
«Pues no, la red ha sido nuestra única herramienta de internacionalización».
– ¿Qué ‘alegrías’ destacaría de su carrera hasta hoy?
«Pues muchas afortunadamente; grabar un disco de arias de ópera fue una gozada, la producción del Projeto Brasileiro donde colaboré en un disco con artistas de la talla de Milton Nascimento o Joyce y que se alargó durante 16 meses, fue una forma de trabajar distinta a lo que estaba acostumbrado y muy intensa, hacer un disco con el pianista Polo Ortí pues, en fin, es otro de los regalos que me está brindando este trabajo. Grabar a Pancho Amat para el disco Villegas 10, o la acogida que tuvo nuestro primer disco. Fue emocionante leer y escuchar a gente desconocida hablar del producto de forma tan generosa. Lo disfrutamos mucho».
– ¿Qué consejos le daría a una persona que quiera seguir sus pasos?
«Pues que si piensa que es el trabajo que le reporta más satisfacción, haga todo lo que esté en su mano para conseguirlo, porque considero un privilegio poder vivir realizando el trabajo que te gusta, y este trabajo en concreto creo que es apasionante y devuelve muchas satisfacciones al esfuerzo que precisa».
