EFE.- El Cabildo de La Palma ha concluido la intervención en el yacimiento arqueológico de la Cueva de Belmaco, en Villa de Mazo, tendente a proteger este espacio después de los desperfectos causados en la zona tras las lluvias del pasado invierno.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Teresa Rodríguez, que visitó los trabajos en compañía de la alcaldesa del municipio, Nieves Lady Barreto, señala que la intervención ha consistido, básicamente, en la limpieza y regularización de la estratigrafía que quedó al descubierto durante las campañas de excavaciones de 1974 y 1978 llevadas a cabo por Mauro Hernández Pérez, y que, previamente, ya habían sido consolidadas a finales del año 2000 por la empresa Arqueocanarias SL.

El equipo de arqueólogos ha estado dirigido por Juan Francisco Navarro Mederos y Efraín Marrero Salas, y contó con los arqueólogos Juan Carlos García Ávila, Ithaisa Abreu Hernández, Sergio Pou Hernández y Nuria Álvarez Rodríguez.

El presupuesto de esta primera fase del Proyecto de Investigación se cifra en algo más de 11.000 euros, financiados enteramente por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo Insular de La Palma.

Teresa Rodríguez indica que el interés de la excavación se centrará en la limpieza y consolidación de la estratigrafía antigua que quedó al descubierto tras las riadas del último invierno.

Se trata, sobre todo, de extraer la mayor cantidad posible de muestras en previsión de que este paquete estratigráfico pueda desmoronarse y desaparecer.

A primera vista, y con todas las cautelas necesarias, parece que han aparecido entre seis y siete estratos nuevos situados debajo del paquete sedimentológico de los trabajos de Mauro Hernández Pérez, por lo que se presenta la primera y más antigua ocupación humana de la Cueva de Belmaco.

Han aparecido restos arqueológicos que consisten en fragmentos de cerámica de diferentes fases, piezas líticas, fragmentos óseos de fauna doméstica y restos de moluscos, así como abundantes muestras de cenizas y carbones.

Existen dos teorías sobre qué hicieron los benahoaritas en la Cueva de Belmaco: unos opinaban que era una vivienda y otros que fue un lugar religioso.

Las actuales investigaciones desvelan que probablemente la cueva tuvo varios usos a lo largo del tiempo.

Estos extremos se podrán confirmar científicamente cuando acaben los estudios de análisis microscópicos de la estratigrafía, de los restos vegetales, carbones, estudios de la fauna, la cerámica y otras evidencias.

Teresa Rodríguez señala que el Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Villa de Mazo están estudiando vías de financiación para ampliar en futuras campañas de excavación las investigaciones sobre los usos de este espacio.