Océano Acordeón_wide_color

La música popular en Canarias ha derivado desde hace algunos años a una latinización un tanto obsesiva, en detrimento de la búsqueda de puentes entre otras culturas a las que acaso deberíamos prestar un poco más de atención. Hablamos mucho de nuestra  identidad euro-afro-americana, pero poco caso hacemos a la cercana África y escaso también es el acercamiento a la Macaronesia, región a la que pertenecemos tanto como desconocemos. Es normal, por varias razones, entre ellas la cuestión idiomática, pero se echa en falta una visión más plural (me gusta llamar atlántica) de nuestra música.

En medio de este panorama, encontramos significativos ejemplos que contradicen esa tendencia. Es el caso de Miguel Afonso, el acordeonista más prolífico de Canarias, que ha sabido conjugar una interpretación virtuosa y sensible con un planteamiento enjundioso de sus proyectos. En estos días, presenta su nuevo disco que, bajo el genérico título de Islas, es un paseo por el territorio insular de la Macaronesia.

Islas es un exquisito trabajo con melodías y ritmos tradicionales canarios fusionados entre Europa y África, que dialogan con  géneros como la Chamarrita, (un estilo que arraigó como música litoraleña en Argentina, pero que tiene su origen en Azores, donde conoce muchas variantes), nuestra Danza del Trigo  -que se da la mano con una antigua canción infantil de Madeira- o una mazurca canaria que adopta carta de naturaleza atlántica por el tratamiento instrumental al que se somete.

Aparte de contar con algunos excelentes músicos habituales en su banda, Afonso convocó a varios folkloristas de este territorio, como Emiliano Toste (Azores), Sara Alhinho (Cabo Verde) o el grupo Xarabanda (Madeira).

Un trabajo donde la magua, la saudade y el vitalismo insular inundan la interpretación de lo que resulta una visión refrescante y novedosa de la música que se hace en Canarias.