Al objeto de rescatar la memoria de las actuaciones defensivas de los santacruceros y la importancia de las fortalezas y baterías de la ciudad durante la Gesta del 25 de Julio de 1797, Santa Cruz ha estrenado hoy cinco nuevos hitos conmemorativos de la serie promovida por la Tertulia Amigos del 25 de Julio, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad y la Autoridad Portuaria.

Inauguracion hitos gesta 25 julio

Inauguracion hitos gesta 25 julio

La red de monolitos creada desde el pasado año en distintos puntos de la capital se aproxima a lo que será su configuración definitiva con el descubrimiento de los correspondientes al Castillo de San Juan –conocido como Castillo Negro–, la Casa de la Pólvora, la Batería de San Francisco, la Muralla de Santa Cruz y la Batería de San Telmo. Con anterioridad ya fueron presentados otros siete.

El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, asistieron al acto inaugural, celebrado este mediodía junto al Castillo de San Juan. Además, la cita contó con la presencia del general del Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, José Alberto Ruiz de Oña,   y el presidente de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, José Manuel Ledesma, junto  otros miembros de este colectivo.

De esta forma, toma cuerpo la propuesta presentada en su día por esta asociación cívica, consistente en revivir la historia de la ciudad a través de la colocación de un total de 16 monolitos de piedra basáltica, que recuerdan al vecino y foráneo la épica labor realizada por las milicias tinerfeñas, que defendieron la ciudad con ahínco ante el ataque de las tropas inglesas dirigidas por el contralmirante Horacio Nelson en 1797.

Bermúdez valoró la puesta en marcha de este proyecto, “que partió de los miembros de la Tertulia Amigos del 25 de Julio y que hoy es ya una realidad”. Asimismo, resaltó su importancia, “ya que contribuyen a rescatar la historia de nuestra ciudad, y pasarán a formar parte de una ruta histórica, pedagógica y turística”. “Los hitos que hoy descubrimos, igual que los anteriores ya inaugurados, pretenden perpetuar el recuerdo de aquel acontecimiento y exaltar la trascendencia que tuvo para el devenir de Santa Cruz de Tenerife”, concluyó.

Por su parte, Rodríguez Zaragoza se mostró muy orgulloso por poder contribuir al desarrollo de esta “magnífica propuesta y que entre todos podamos ayudar a reconstruir la historia”. Además, explicó que el proyecto tuvo una magnífica acogida por parte de la Autoridad Portuaria y deseó poder seguir participando en iniciativas de este tipo, “que realzan nuestra cultura e idiosincrasia”.

Finalmente, José Manuel Ledesma agradeció en nombre del colectivo al que representa al Ayuntamiento y a la Autoridad Portuaria que “se haya podido hacer realidad una propuesta que pretende revivir la historia de la ciudad, acentuando la épica labor de las milicias tinerfeñas que defendieron la ciudad del ataque de los ingleses con gran empeño y firmeza”.

Sobre las cinco hitos:

El Castillo de San Juan Bautista (1643) representa una de las pocas fortalezas que no tomó parte activa en la defensa contra Nelson, aunque resulta una de las más importantes de la ciudad. Levantado en el año 1643, se reconstruyó en 1765 en forma de torre cilíndrica de cantería basáltica. Fue fundamental en los ataques de Blake (1657) y Jennings (1706), aunque no en el de Nelson (1797), por quedar fuera del alcance de su artillería.  Compuesta por cuatro cañones servidos por dieciséis artilleros al mando del capitán Diego Fernández Calderín. De propiedad municipal, en 2003 fue catalogado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias.

La Casa de la Pólvora (1756), donde se localiza el segundo hito, fue construida en 1758 para servir de almacén para los efectivos de artillería de los destacamentos militares de la zona, pudiendo almacenar en su interior hasta tres mil quintales de pólvora. Más tarde, se cayó en la cuenta de que este emplazamiento estaba demasiado expuesto a los cañones de los barcos enemigos, por ello se levantó un espaldón en este lugar, para protegerlo y dificultar el ataque por parte de las flotas enemigas. Tras su uso militar durante siglo y medio, se abandonó en el siglo XIX. Es de propiedad municipal desde 1926.

La Batería de San Francisco (1775) alberga el tercero de los hitos, en recuerdo del protagonismo de esta fortaleza durante aquellas fechas, cuando gracias a sus cañonazos consiguió evitar el desembarco de las tropas inglesas. Precisamente en este lugar se ha proyectado el levantamiento del monumento a la Gesta. Disponía de cuatro cañones servidos por dieciséis artilleros al mando del teniente Domingo Perdomo. Reconstruida y ampliada en 1886, era de planta trapezoidal con explanada de sillería, cañoneras abiertas hacia el mar y la muralla aspillerada por el lado de tierra. Declarada en 1924 inadecuada para la defensa, se mantuvo como almacén del parque de artillería hasta 1965.

El cuarto de los hitos se encuentra junto a los resquicios de la Muralla defensiva (1656) reformada y mejorada a lo largo de los años, consistía en un parapeto de piedras y barro de 3,5 metros de ancho, dos metros de altura media por el lado mar y 1,2 por el de tierra. Resguardaba la ciudad con la doble finalidad de impedir los ataques enemigos por mar y proteger a los tiradores apostados tras ella. Enlazaba todas las defensas del frente marítimo, desde el Castillo de San Juan hasta el de Paso Alto.

El último de estos hitos corresponde a la Batería de San Telmo (1775), que actuó frente al ataque a Nelson con tres cañones, servidos por dieciséis artilleros al mando del capitán Sebastián Pérez Yanes. Era de planta triangular, con un lado paralelo a la ermita de la que recibía su nombre, siendo su parapeto el lado que miraba al mar. En 1899 fue declarada inadecuada para la defensa.