Esta proyección se incluye en la programación del Circuito Canario de Cine denominado Islas de Cine, organizado por  el área de Cultura del Gobierno de Canarias cuyo objetivo es incrementar el conocimiento  de la cinematografía canaria por parte del público en general.

Este documental trata sobre la vida de Juan Negrín, último jefe de Gobierno de la II República española (1931-1936), a través de sus discursos y escritos, de los recuerdos de sus nietos Juan y Carmen y de las imágenes de cine familiar que el propio Negrín filmó en el exilio, cuando, retirado de la política, vivía como un ciudadano anónimo.

El guion de Ciudadano Negrín, que fue  candidato finalista a los Premios Goya como Mejor Documental,  es obra del director Sigfrid Monleón, junto al también director y guionista afincado en Canarias, Carlos Álvarez, que también estuvieron al frente de la dirección junto a Imanol Uribe.

 

Ciudadano Negrín

Ciudadano Negrín

Datos sobre: Ciudadano Negrín

Una película de Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez e Imanol Uribe Aiete-Ariane Films S.A.
2010. Documental

FICHA ARTÍSTICA

Carmen Negrín Fetter, Gabriel Jackson, Ángel Viñas, Juan Negrín Fetter, Marco Aurelio T. H. Mantecón, Conchita Mantecón y Diana Vidarte. Con la colaboración especial de Juan Diego Botto, en la voz de Juan Negrín.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez, Imanol Uribe. Guión: Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez. Música: Joan Valent. Fotografía: Rafael Cedrés

SINOPSIS

Documental sobre la vida de Juan Negrín, Presidente de la II República. Juan Negrín, jefe de Gobierno de la Segunda República entre 1937 y 1945, vivió los últimos años de su exilio en el anonimato, ocupado de la tutela de sus nietos Carmen y Juan, los vástagos de su hijo Rómulo, una víctima circunstancial de las sospechas y persecuciones de la Guerra Fría. Nunca respondió a la infinidad de maledicencias que tanto vencedores como vencidos de la guerra española, vertieron sobre su figura, ensombreciéndola hasta nuestros días.

Supo, nada más llegar a la jefatura de Gobierno, que saldría malparado. Convertido en el chivo expiatorio de unos y otros, actuó siempre de acuerdo a su conciencia, sin hurtarse una sola vez al deber que le marcó el destino. Ha debido pasar mucho tiempo, cuando el olvido pesa más que todas las afrentas, para que el trabajo de los historiadores, distanciado de los antagonismos y deslealtades que acarrea todo conflicto bélico, pudiera restituir el calado intelectual, político e histórico de Juan Negrín, finalmente reconocido como un exponente clave de la Edad de Plata de la ciencia española y como el gran estadista de España en guerra.