La ermita de San Juan Bautista en la isla del Hierro, obra del arquitecto canario Alejandro Beautell, ha sido galardonada con el premio internacional de arquitectura ‘Building of the Year Award’, convocado por la revista ‘Archdaily’.

Ermita de San Juan Bautista

Ermita de San Juan Bautista, premio internacional Building of the Year Award

Tras la fase de nominaciones, donde concursaron una selección de 3.500 edificios de todo el mundo, la ermita, que hoy se alza con el premio, resultó entre las cinco obras finalistas en la categoría de arquitectura religiosa, compitiendo con algunos de los estudios de arquitectura más influyentes del panorama internacional.

La revista define el proyecto ganador como «único, tanto en sus cualidades espaciales y materiales como en la manera de representar a la comunidad a la que sirve», destacando también «cómo el edificio supera las limitaciones económicas, impartiendo conocimiento e inspiración a arquitectos de todo el mundo».

‘Archdaily’, con más de 300.000 lectores diarios, anualmente entrega este galardón a los mejores edificios a juicio de sus lectores tras una selección previa donde más de 60.000 arquitectos filtran y reconocen con su voto la mejor arquitectura publicada por la plataforma.

En la fase final del concurso, competían arquitectos de la talla de Rem Koolhaas, Zaha Hadid o Álvaro Siza, todos reconocidos con el Premio Pritzker, considerados los Nobel de la Arquitectura.

Desde su inauguración, en junio del año pasado, esta pequeña ermita ha despertado el interés de los medios especializados de todo el mundo. Este austero templo, situado en el barrio de Las Puntas, en Frontera, cuenta con 77 m2 de superficie y desprende sencillez.

El arquitecto Alejandro Beautell, tras conocer que le han concedido el galardón, ha dicho sentirse «sorprendido» y «alegre» por la noticia. «Este reconocimiento nos anima a seguir trabajando por la arquitectura en la que creemos», destacó.

«Ha sido un proyecto ilusionante, desde el principio trabajamos para crear un edificio contenido, sin concesiones a la ornamentación. Un espacio donde poder orar protegidos del ruido del mundo», añadió.