El espectáculo se celebrará este viernes, 21 de marzo, a las 21:30 horas, en la sala de cámara del Teatro Leal

El Laboratorio de Artes en Vivo (LEAL.LAV) del Organismo Autónomo de Actividades Musicales (OAAM) del Ayuntamiento de La Laguna continúa su programación este viernes, 21 de marzo, a las 21:30 horas, con la representación de la pieza Backstage, de la actriz Raquel Ponce. La función tendrá lugar en la sala de cámara del Teatro Leal y el precio de las entradas será de 8 euros.

Foto Backstage

Asimismo, estudiantes de la Escuela de Actores de Canarias y de la Facultad de Bellas Artes asistieron este miércoles, 19 de marzo, al ensayo general de la obra, en un pase abierto y gratuito. Esta actividad formaba parte de las acciones de mediación en artes escénicas contemporáneas impulsadas por LEAL.LAV y el OAAM en relación a las principales instituciones y centros de enseñanzas superiores artísticas de Tenerife.

Con respecto a la actriz Raquel Ponce (Las Palmas de Gran Canaria, 1972) es también bailarina y directora escénica. Formada entre Canarias y Madrid, ha colaborado con los artitas Xavier Le Roy, Gary Steveny Tino Seghal en diferentes performances. Sus trabajos escénicos han sido presentados en festivales celebrados en Canarias, Madrid, Barcelona, Suiza, Berlín e Italia, y sus trabajos han sido mostrados en la Bienal de Arte de Dakar o el TEA de Santa Cruz de Tenerife.

El proyecto Backstage pretende ser la continuación del proyecto videográfico Back, producido por el Centro Atlántico de Arte Moderno y expuesto en sus instalaciones en Las Palmas de Gran Canaria, así como también en el espacio cultural El Tanque, en Santa Cruz de Tenerife. El trabajo investiga sobre el concepto del backstage, lo que sucede antes y después de la escena.

En definitiva, Raquel Ponce construye una pieza, desde la parte de atrás, tratando de limitar al máximo tanto las palabras como la información que transmiten; jugando con lo no dicho, con lo no visto, con los espacios ciegos, con el punto muerto de la mirada; reduciendo al máximo los anclajes narrativos, ocultando hasta donde se puede sin caer en la inanición, hasta el límite en el que menos deja de ser más y ya es simplemente menos.