Carlos Martell y Mariano Gambín, los autores canarios más vendidos en la Feria

Los libreros que participaron este año en la XXVI Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife mostraron su satisfacción por el éxito de público y por lograr aumentar las cifras de ventas de la pasada edición, a pesar de la lluvia de los primeros días.

Los libreros satisfechos de la Feria del Libro de la capital tinerfeña

Mariano Gambín

Y es que por suerte “no fue constante”, así que no asustó a la gente y los que se acercaron al Parque pasaron su rato en las carpas de las librerías preguntando y comprando sus libros preferidos y aprovechando también las ofertas, pues todos tenían un 10 por ciento de descuento y algunos pusieron a la venta también publicaciones de segunda mano.

El fin de semana y el Día de Canarias, además, aumentó el público, no solo los incondicionales amantes de la lectura, sino público general atraído también por el buen tiempo y las actividades, lográndose así el segundo objetivo de la organización, atraer a nuevos lectores, grandes y pequeños que entraron en contacto con el mundo de la lectura.

La carpa de Cepsa en la que los cuenta cuentos se daban cita diaria, fue la más frecuentada por los pequeños.

Un centenar de escritores presentaron sus obras y participaron en foros, de manera que la Carpa Agustín Millares Sall fue un no parar de actividades, escuchar a los creadores, poder formularles preguntas y seguirlos al término de la presentación hasta el espacio reservado para las firmas, algunos hasta trajeron de sus hogares todos los libros que tenían ese autor para incrementar su valor con su rúbrica.

Muchas fueron las presentaciones que sorprendieron, entre las más multitudinarias destacó la de Christian Gálvez, conocido presentador de ‘Pasapalabra’, que entusiasmó al público con su pasión y conocimientos sobre Leonardo Da Vinci, y aunque muchos se acercaron por el presentador, tal como dijo él, se fueron conociendo al escritor.

Teresa Viejo también maravilló a los asistentes con su exposición del desconocido México de mediados del XX protagonizado por los españoles y el mundo del cine. Elvira Menéndez dejó boquiabierto al público que acudió a la presentación de su novela “En el corazón de la selva” que, inesperadamente, fue introducida por Paloma Gómez Borrero, quien aseguró haberse enamorado de la novela sin haberla leído, tan sólo por el interés que le suscitaba la historia de esas mujeres reales y pioneras, instando a Menéndez a seguir “descubriéndonos el papel de las mujeres en la evolución de la sociedad”.

Los autores canarios que prácticamente agotaron sus reservas fueron Carlos Martell, con su curiosa historia “Privilegiados del Azar” en el que aporta sus conocimientos como profesor de estadística de la Universidad; y Mariano Gambín, autor de Ira Dei que firmó ejemplares de sus novelas durante toda la feria.

García Márquez, Pilar Urbano, Paloma Gómez Borrero, Christian Gálvez, Albert Castillón con Top Secret; y el polémico libro ‘Un paso al frente’, del militar Luis Gonzalo Segura, fueron los libros nacionales más vendidos.

Los foros también se convirtieron en citas muy participativas, particularmente el protagonizado por Eloy Moreno en el debate “El escritor itinerante”. Su libro “Lo que encontré bajo la cama” también fue de los más vendidos. El que concitó una espectación inusitada por lo trascendente de contar con dos premios Canaria en el mismo fue “Entrevista recíproca” con Juan Cruz y Juan Manuel García Ramos.

Todos con intención de repetir

Todos los libreros hicieron un balance positivo de su participación, muchos apostaron por espacios mayores y lo consideraron un acierto porque les permitió acoger mejor a sus visitantes, responder sus preguntas y darles a conocer sus productos.

También hubo hueco para apuntar posibilidades de mejora, como que todos estén a los lados de la entrada del parque, pues los más alejados consideran que a los visitantes les costaba más llegar a sus carpas, aún así consideran que la participación fue muy positiva, fue el caso de Ilustradores Canarios, que culminaron el fin de semana entusiasmados, no solo vendieron sus creaciones, sino que recibieron encargos diarios y entraron en contacto con escritores que necesitan ilustrar sus publicaciones.