Se trata de una producción de COLMUM (Colectivo de Músicas Mestizas), dirigida por Rubén Díaz

COLMUMLa Experiencia AfroCan se nutre de diez músicos, tres voces y una serie de visuales con vídeos, fotografías y pinturas de artistas de distintas procedencias.

Artistas canarios se suman a otros de origen africano, turco, italiano, brasileño, uruguayo… en un encuentro multidisciplinar de world music.

La Mistelería es un proyecto cultural basado en un espectáculo multimedia que reúne en un mismo escenario a trece músicos de distintas nacionalidades y estilos para rendir un homenaje al continente cuya música ha servido para enriquecer nuestra cultura: África. Una mistelería es el lugar donde se fabrica la mistela, licor que se elabora a partir de la mezcla de varios ingredientes con aguardiente. Este concepto de mezcla se plasma en el espectáculo, donde la música y la cultura de Canarias y África se fusionan en el escenario del Espacio Cultural CajaCanarias para crear una exhibición multimedia que combina música, voz, poesía e imágenes que nos llevan a África y nos traen de vuelta a Canarias, en un viaje itinerante y circular.

Este espectáculo, con entrada libre (hasta completar el aforo de la sala), tendrá lugar mañana, viernes 20 de marzo, a las 20:00 h., en el Espacio Cultural CajaCanarias. Es una producción artística de COLMUM (Colectivo de Músicas Mestizas), dirigida por el músico canario Rubén Díaz, con la producción de Rider Producciones y el patrocinio de la Fundación CajaCanarias.

La Mistelería llenará el escenario del auditorio de CajaCanarias con lo que han denominado La Experiencia AfroCan, evocando la serie escultórica que el artista grancanario y universal Martín Chirino dedicó al continente africano en los años 70. A la guitarra/sintetizador del director de la multimedia y a los audaces timples del tinerfeño Beselch Rodríguez, se suman los instrumentos étnicos de distintos músicos invitados, todos de distintos lenguajes y procedencias: el guimbri y la mandola argelina del rifeño Kino Ait Idrissen; el saz del turco Taylan Cakmak; el n´goni, los dundunes y el djembé de los italianos Davide Torti y Marco Piano; y el balafón del catalán Samuel Nin, todos de origen folclórico africano. A todos ellos se suman tres percusionistas de apoyo: Tiago Brauna, compañero de Rubén Díaz en Kalima & Solfatara, de Brasil; Fernando Olivera, de Uruguay; y el canario Marco Hernández. La nómina musical se cierra con las voces de la cantante Leiko Krahe y de las actrices Amparo Mesa y Adriana Zalma; esta última, uruguaya, y las primeras isleñas.

La poética que podrá escucharse en La Mistelería corre a cargo del propio director en la obertura y Ecos del agua, de factura propia; del músico marroquí Kino Ait Idrissen; y de los poetas canarios Manuel Padorno (ya fallecido) y Fernando Senante, quien aporta su popular poema Llanto saharaui.

En los visuales se proyectarán obras de otra nómina multinacional de artistas: en la parte videográfica figurarán imágenes de los cortos El otro lado El globo y el mar, del realizador Eduardo Negrín, componente del Laboratorio Intercultural de Creación y Comunicación de Ideas (Inter-Lab) que dirige desde el seno de la Universidad de La Laguna el artista Alfonso Delgado. Éste y su hija, Lúa Delgado, aportan también distintas obras pictóricas junto a otras procedentes de autores africanos, fruto de un proyecto de intercambio cultural con África: Cheikne Samoura y Jean Marie Traore, de Malí; los marroquíes Lahcen Bikandaren y Said Maoual; el senegalés Saliou Gueye; el mauritano Yahya Halouat; Mamadou Diallo, de Guinea Bassau; y el canario/africano Willmer Sugar. Por último el apartado plástico se cierra con algunas obras del poeta y pintor ya citado, Manuel Padorno.

El visual cuenta también con fotografías de Salvador Aznar, un reconocido profesional especializado en fotografía aérea y de viajes; RoMa Gonzalesáenz, artista afincada en Madrid que recorrió dos veces Marruecos en bicicleta; y la granadina Yolanda Girón, que muestra una interesante serie sobre el agua. Las imágenes se completan con las que aportan los músicos Torti, Nin y Piano, de sus propios instrumentos africanos (llevan dos décadas dedicados a la música negra de raíz) y los diseños gráficos de creación de Rubens Campos Marichal.

El espectáculo se divide en siete bloques musicales: la obertura de percusión, titulada Africando puentesEclipsol, dedicado al eclipse de sol que tendrá lugar en la mañana de ese mismo día, y Afroatlántica, que incluye los poemas de Padorno y Senante, así como la canción Ecos del agua, basada en tajaraste, con el agua y el pueblo saharaui como leit motiv, partes propuestas por el guitarrista Rubén Díaz; el color canario se acentúa con el bloque denominado Africanarias, conformado por un trepidante tanganillo moruno compuesto por el timplista Beselch Rodríguez; el desierto será evocado desde las notas del pasaje titulado Alizuth n tenere, propuesto por el turco Taylan Cakmak y el rifeño Kino Ait Idrissen, ejecutado por sus instrumentos originales de cuerdas, mezclados con los canarios y africanos, y la voz de la cantante Leiko Krahe (en lengua kurda); Idrissen propone también el trance final del espectáculo con un cántico ritual de los Gnawas, descendientes de esclavos subsaharianos en Marruecos, frente a lo que se ha titulado Mistelerjazz de Tribalia, una obra en la que el trío Torti-Nin-Piano, con sus instrumentos afroétnicos, toma el protagonismo exaltando la inminente primavera junto al resto de los músicos.