El texto adaptado por este artista tinerfeño es una sátira sobre la censura, la represión intelectual y la libertad de expresión
El Teatro Guimerá acogerá, mañana viernes y el sábado, a las 20:30 horas, la representación de la obra ‘La isla púrpura’, versión libre de la obra homónima de Mijaíl Bulgákov. Tanto la dramaturgia como la dirección corren a cargo del tinerfeño José Padilla, uno de los nuevos talentos emergentes del panorama teatral nacional y que ya cuenta con una trayectoria profesional de reconocido prestigio.
La puesta en escena de este proyecto fue presentada en la mañana de hoy jueves por el quinto teniente de alcalde y concejal de Cultura, José Carlos Acha, el productor Ángel Verde y el autor de la adaptación de la obra y director, José Padilla. El edil destacó que entre las finalidades del área municipal de Cultura figuran “ofrecer al público obras teatrales de calidad, así como apoyar a los artistas y creadores canarios. Ambas condiciones se cumplen ampliamente con esta iniciativa”.
Ángel Verde y José Padilla, por su parte, agradecieron el apoyo del Ayuntamiento de Santa Cruz a este proyecto, en el que llevaban más de un año trabajando. Padilla manifestó que, “como santacrucero me siento tremendamente ilusionado por poder representar en el Teatro Guimerá esta adaptación”. Del mismo modo, resaltó que se trata de una obra divertida y de plena vigencia en la que, a través de la farsa y la comedia, se abordan valores de mucha trascendencia.
‘La isla púrpura’ es una sátira sobre la censura, la represión intelectual y la libertad de expresión. La historia se desarrolla durante el ensayo de una obra de teatro con este título y la representación chapucera de la misma. A toda prisa y sin preparación, la compañía de Guenadi Panfílovich improvisa la función ante un único espectador, Savva Lukich, registrador de adaptabilidad, viabilidad y adecuación para las letras dramáticas, lo que se conoce como censor. Nada será fácil. Savva Lukich parte esa tarde a Crimea para tratarse de sus múltiples achaques y el viaje durará meses. Sin su aprobación no hay representación. En apenas quince minutos se ha de organizar un ensayo general de ‘La isla púrpura’. El director no tiene ni idea de lo que ha de representarse pero, por suerte, tiene a su lado al dramaturgo Vasili Artúrovich Dymogatski, un periodista venido a menos que se hace llamar Julio Verne. El desastre está servido. La farsa va a dar comienzo, pero con un giro. La obra utiliza estas figuras para mostrar las grietas en el ejercicio de la libertad de expresión de un régimen de tan lúgubres repercusiones como fue el estalinista.
Padilla, en su adaptación, acerca la obra a la época actual. ¿Qué ocurriría, además, si esta función meta-teatral fuese representada por una compañía en la España del siglo XXI? ¿Cómo podrían resolver que la representación de hoy llegase a buen puerto si hay convocada una huelga de actores que ha sido masivamente secundada? Lo más cuerdo sería suspender, claro, pero la productora y primera actriz de la compañía está en la cuerda floja. El texto es una mirada al mundo del teatro desde el mundo del teatro. La obra estará interpretada por Lucía Barrado, Manolo Caro, Montse Diez, Nerea Moreno, Germán Torres y Juan Vinuesa.
Las entradas, al precio de 20, 18 y 16 euros, se pueden adquirir en la taquilla del Teatro Guimerá hasta mañana viernes, de 11:00 a 13:00 y de 18:00 a 20:00 horas. El sábado la taquilla abrirá dos horas antes de que comience la función. También se pueden adquirir por teléfono, llamando al 922 609 450 o por internet a través de la página www.teatroguimera.es. Las personas con carné del Teatro Guimerá tendrán un descuento del 20 por ciento en el precio de las entradas
Mijaíl Bulgákov fue un escritor y dramaturgo ruso de la primera mitad del siglo XX que nunca apoyó el régimen soviético y se mofó de sus deficiencias en varias de sus obras, lo que le supuso muchos años de ostracismo. Tuvo que soportar un constante acoso por parte del NKVD (el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos), que llegó a registrar su domicilio y a detenerle en más de una ocasión, siendo boicoteada la publicación de sus obras. ‘La isla púrpura’ fue escrita en 1927. El texto destila optimismo revolucionario y, aparentemente, encaja como un guante con la ideología imperante, pero la duda es si conseguirá el visto bueno del censor. Una de las genialidades de este texto reside en que se trata de una obra de teatro que se desarrolla dentro de otra obra teatral, precisamente titulada ‘La isla púrpura’.
José Padilla nació en Santa Cruz de Tenerife. Inició su formación teatral en la Escuela Insular de Teatro y en el colectivo Troysteatro. En 2000 ingresó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), donde comenzó su labor como dramaturgo, traduciendo y adaptando ‘Ángeles en América’, de Tony Kushner, para el final de carrera de su promoción (2004). Fundador de la compañía Grumelot 03, en sus primeros años tradujo y adaptó, entre otras, ‘Reventado’, de Sarah Kane y ‘Otro no tengo’, de Edward Bond.
Padilla es licenciado en Arte Dramático por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). En 2013 le fue concedido el premio Ojo Crítico de Teatro, de Radio Nacional de España y el Premio Réplica a mejor autoría canaria por su obra ‘Porno casero’. Ha traducido y adaptado ‘Reventado de Sarah Kane’ o ‘Have I none’, de Edward Bond.
Entre sus títulos originales destacan ‘En el cielo de mi boca’ o ‘Cuando llueve vodka’. En la primera edición del certamen Almagro Off presentó su dramaturgia ‘Malcontent’, que obtuvo una mención especial del jurado. En 2012 estrenó una versión de ‘Enrique VIII’, de William Shakespeare, en el Globe Theatre de Londres. Su adaptación de ‘La importancia de llamarse Ernesto’, de Oscar Wilde, llevada a cabo junto a Alfredo Sanzol, fue nominada a Mejor espectáculo revelación en los Premios Max. En abril de 2013 codirigió su obra ‘Sagrado corazón 45’ para la Casa de la Portera. Sus trabajos más recientes comprenden la escritura y dirección de dos trabajos: ‘Los cuatro de Düsseldorf’, estrenada en el Sol de York y ‘Haz clic aquí’, para el ciclo Escritos en la escena, del Centro Dramático Nacional.