«Este Festival nació en el siglo pasado y lo que nos proponemos es un Festival del siglo XXI, con nuevos retos»
Tanto el titular como el encabezado de esta noticia podrían parecer escritos hoy mismo. Pero no. Son titulares de hace más de 8 años y que vamos a ir mostrando a nuestros lectores en una nueva sección que denominaremos ‘La Hemeroteca del FIMC’.
La historia se repite. Cualquier cambio que se proponga, o la simple intención de querer plantear una reflexión sobre la cultura que queremos para Canarias, hace enfurecer a los que el periodista Carlos Sosa denomina como “expertos de mucha influencia social, política y mediática” y que la periodista Luisa del Rosario llama “las fuerzas vivas musicales de la ciudad«.
Hace ocho años ya que Luisa del Rosario denunciaba que «la música concentra la mayor parte del presupuesto que administra la viceconsejería de Cultura. Y la denominada ‘clásica’ recibe el grueso de estas transferencias, bastante más de la mitad de un presupuesto anual que asciende a 85 millones de euros» y que «2008 aporta un dato cuando menos revelador. El número de conciertos de música clásica y música popular en Canarias aumenta, así como la recaudación y el gasto medio por espectador. Pero, curiosamente, el número de espectadores que acude a los conciertos de música clásica disminuye mientras el de los conciertos de música popular aumenta«.
Así que la música clásica acaparaba ya la mayor cantidad de presupuesto pero cada vez acudía menos público. ¡Hace ocho años!
¿Y qué cambios se estaban planteando por aquel entonces para solucionarlo?
Alberto Delgado, director general de Cultura por aquellos años, planteaba que «se debía «replantear» la idea del Festival de Música pues habían pasado 25 años desde su creación y las cosas «cambian»«. «La apuesta debe ser más abierta a las islas no capitalinas. «Queremos un antes y un después de la 25 edición», dijo, e insistió en que las condiciones en las que se creó el Festival han desaparecido. «Ahora hay una gran oferta de conciertos», así que se desea «diversificar»«.
¿No les suena todo esto a lo que justo el Gobierno le ha encargado ahora a Nino Díaz para mejorar el Festival?
Incluso ya se planteaban la creación de una Fundación como mejor sistema organizativo: «la reconversión del Festival y la continuación de su director, Juan Mendoza, dependerán, pues, de esa futura fundación, que ya tiene redactados los estatutos y que se pondrá en marcha tras la celebración del 25º aniversario del certamen, que tendrá lugar entre enero y marzo de 2009«.
¿Qué argumentaban los nostálgicos por aquel entonces?
A todos los inclusivos que osaban con plantear la posibilidad de reflexionar sobre la partida presupuestaria más abultada de cultura era tachado de «talibán» y que querían «hacer desaparecer el Festival».
Otro de los argumentos esgrimidos era que «CC y «ATI» plantean esos cambios porque el Festival «lo crearon otros», en referencia al PSC-PSOE«.
¿En qué quedó todo aquello?
Lo que ningún medio contó por aquellos años es que el Festival de Música de Canarias logró perder durante las ediciones 2007, 2008 y 2009, con Juan Mendoza como máximo responsable, la friolera de 3.031.072,39 euros (un millón de media por año) a pesar de tener un presupuesto total de 17.953.420,65 euros (unos seis millones de media por año). Dicho de otra manera, solo las pérdidas de 2007 eran más que la totalidad del presupuesto que ha tenido Nino Díaz para 2017.
Así que además de todas las razones que se exponían en los medios de comunicación existía un trasfondo económico que solo llevó al cese de Juan Mendoza. Pero todo lo demás siguió igual.
Desde Beckmesser se decía el 2 de agosto de 2009, aunque casi parece escrito hoy mismo, que «Canarias está que arde –no sólo La Palma- pues la consejera de cultura del cabildo, militante en Coalición Canaria, quiere dar la vuelta al mundo musical local. En Canarias ha habido cambios notables en la relación de poderes. El gran factotum Guillermo García Alcalde parece haber perdido influencias al dejar de ser consejero delegado de todo el grupo Prensa Ibérica. Tampoco le ayuda que en Canarias gobierne el PP con el apoyo de Coalición Canaria quien, por cierto, en Madrid apoya al PSOE. Jerónimo Saavedra, aunque sin un duro en el ayuntamiento de Las Palmas, intenta hacer valer su peso y Gonzalo Angulo vuelve con renovadas fuerzas. El lío de siempre.
Coalición Canaria quiere cambiar el Festival de Música de Canarias y para ello ha hecho la vida imposible a su director, Juan Mendoza, hasta obligarle a dimitir. La última vuelta de tuerca fue que tuviese que prescindir de su secretaria. También se le informó de que sólo contaría con un millón de euros para la próxima edición en vez de los casi seis habituales. Total que se fue y en su lugar ha llegado Candelaria Rodríguez Afonso, a raíz de lo cual el presupuesto se ha quedado en una cifra intermedia de unos cuatro millones. Algunos gerentes de orquestas invitadas podrían contar las presiones que han recibido para cancelar sus actuaciones sin pedir nada a cambio y de qué alto cargo han surgido».
Que cada cual saque las conclusiones que quiera. Pero si esta vez acaba igual, no digan que les ha cogido por sorpresa.
Estimado Señor Mateu:
Yo no hablo del pasado, hablo del presente. Como en cada ocasión en que habla del Festival, se mueve usted entre las falacias y las medias verdades. Pero me encanta como termina usted su escrito. No me propongo continuar con una polémica que para usted está muy clara. Pero simplemente una cuestión ¿el gobierno de Canarias encargó al señor Benigno Agustín Díaz Rodríguez programar el Festival de Música de Canarias para el año 2017 o llevar a cabo una reordenación de la Cultura en Canarias? Por cierto, yo ya he sacado mis conclusiones, que básicamente son dos, que si de usted dependiera el Festival ya habría desaparecido hace tiempo y en segundo lugar que de momento la respuesta al dilema que usted plantea entre inclusivos y nostálgicos sobre el futuro, afortunadamente, no depende de usted ni de mí. Esperemos que quien tiene que tomar la decisión lo haga en la dirección de no tirar a la basura toda la historia del festival.
Un cordial saludo.
Estimado Don Tomás Jesús Brito Delgado:
1.- Ya se que no puede evitarlo. Necesita faltar al respeto a su adversario. Le resulta imposible solo decir «no estoy de acuerdo con su punto de vista» y ofrecer sus razones, sino que tiene que afirmar que digo falacias y medias verdades. Pero le recuerdo que este no es un espacio para vender verduras (con mis respetos a los vendedores de verduras que, al menos los que yo conozco, tienen una educación estupenda), este es un espacio para la cultura. Lo que aquí importa es el debate de las ideas.
2.- No estoy de acuerdo con su exposición y trataré de explicarme y ofrecerle mis argumentos.
3.- Pida el contrato del Señor Díaz, que es público, y así podrá comprobar que lo que digo en este artículo se ajusta 100% a la realidad. Ni más, ni menos. Si no tiene el contrato en la mano su opinión carece de valor ya que solo es una conjetura.
3.- Ni quiero, ni pienso, ni deseo que el FIMC desaparezca. ¡Todo lo contrario! Lo que quiero es que después de 32 años y más de 150 millones de euros invertidos la cacareada consolidación del Festival no sea solo el tener 1.100 abonados, y que la vociferada proyección internacional se traduzca en que en la pasada edición:
– Maestro Tour Management trajo 35 ingleses que fueron a un solo concierto.
– Barnowski Brigde Reisen trajo 50 alemanes que fueron a un solo concierto.
– Saga Holydays trajo 39 ingleses que fueron a un solo concierto.
En Canarias, antes de 2008, teníamos más de 100 festivales en Canarias. Ahora mismo no hay un dato actualizado pero hace tres años ya quedaban unos 60 solo. Es muy probable que ahora mismo sean menos de 50. Perder la mitad de festivales en las Islas es algo realmente triste porque refleja la situación de la cultura. Pero si hablamos de escuelas de música, profesores de música, estudiantes de música, etc. los datos también son tristísimos.
¿Cómo se atreve a decir que a una persona que lleva dedicado casi 50 años en cuerpo y alma a la cultura (me subí a un escenario por primera vez con 7 años), aunque profesionalmente solo 40, que si de mí dependiera ya habría desaparecido el FIMC?
¿Realmente se siente mejor vilipendiando a un modesto generador de cultura, vecino suyo, que lleva toda la vida TRABAJANDO para y por la cultura?
4.- La democracia consiste en que cualquier persona tiene derecho no solo a votar, sino a defender sus puntos de vista. Y vale tanto su voto, de aficionado a la música, que el mío como profesional. Me parece bien. Pero lo triste es que, efectivamente, la cultura en Canarias está secuestrada por una minoría, como bien da usted a entender, y no depende ni de usted ni de mí. Pero mientras que usted se resigna a que «quien tiene que tomar la decisión lo haga en la dirección de no tirar a la basura toda la historia del festival» yo no me resigno a que las personas como usted y como yo nos pongamos de acuerdo para encontrar la forma de dejar un mundo mejor y una cultura más arraigada que solo 1.100 abonados y 124 turistas. Como tampoco me resigno a que el poder emane de la ciudadanía y no de unos privilegiados.
Para terminar. Usted no puede evitar el faltarme al respeto porque me ve como un enemigo cruel que solo quiere acabar con su visión de la cultura, con ‘su’ Festival. Pues comprenda de una vez que los inclusivos lo único que queremos es, además, incluir al resto de millones de personas que tienen derecho al acceso a la cultura para sumarlos a sus 1.100 abonados y 124 turistas.
Un cariñoso saludo.
Buenas tardes:
Me sumo a lo expuesto por el Sr. Mateu. De entrada, no me parece adecuado el uso de expresiones como «falacia» o «medias verdades». No sé por qué se duda de lo afirmado por el Sr. Mateu si no se aportan argumentos que sostengan el calificativo que reciben sus anotaciones. ¿Por qué las del Sr. Mateu son falacias o medias verdades? Confieso que me gustaría mucho saberlo. De un tiempo a esta parte estoy siguiendo todo lo que está ocurriendo alrededor del FIMC y reconozco que mi curiosidad se acrecienta conforme van saliendo artículos, noticias o declaraciones.
Yo no creo que las intenciones del Sr. Mateu estén encaminadas a hacer todo lo posible por que desaparezca el festival. Y no lo creo tanto porque él lo haya afirmado en su respuesta (que también), sino porque yo, que no soy músico, sino un humilde aficionado, no deseo que desaparezca el festival. No veo lógica alguna en que un profesional de la música de nuestra tierra desee que desaparezca un festival de música en nuestra tierra.
Entiendo y comparto el cambio de perspectiva que defienden los «inclusivos», y me gusta mucho, al respecto, el final que Sr. Mateu apunta en su respuesta: «lo único que queremos (los inclusivos) es, además, incluir al resto de millones de personas que tienen derecho al acceso a la cultura para sumarlos a sus 1.100 abonados y 124 turistas».
Un último apunte, quizás algo crudo, pero muy respetuoso: un músico profesional cobra por su trabajo y escoge su agenda de conciertos en función de los beneficios que le reporten sus actuaciones, que suelen ser, por lo general, los económicos. Lo que es muy lícito, respetable y comprensible, por supuesto. Si en mi cuenta corriente hubiese uno, dos o tres millones de euros, podría traerme la Orquesta de Chicago a mi fiesta de cumpleaños. Me saldría más cara que en otras circunstancias, pero podría «comprarla». ¿No es eso lo que hacen los millonarios cuando contratan a grupos musicales de primera para sus eventos particulares? Con esto, lo que deseo apuntar es que el prestigio del FIMC se ha hecho gracias al dinero: con dinero público, insisto en el sustantivo y añado un adjetivo indispensable, han venido las principales figuras porque se les ha pagado bien y porque se ha podido hacer una campaña de promoción del festival importante, tanto para la organización del evento como para los propios músicos. Comprobará el lector que sigo dudando de los beneficios que ha reportado el FIMC para el día a día de Canarias (la verdad es que cada vez más), pero bueno, no es ese ahora el tema. La cuestión es que si el festival de 2017 fuese un fracaso, no creo que fuese oportuno enarbolar la bandera del final del FIMC o pensar que se ha echado a la basura toda la historia de un festival, pues bastará con seguir la política de gastos realizada hasta ahora para volver a traer a las primeras figuras: lo que con dinero se consigue una vez, con dinero se consigue una segunda vez y una tercera y…
Por tanto, yo apostaría por dar una oportunidad al nuevo enfoque que está defendiendo el Sr. Díaz. ¿Quién sabe si la polémica edición de 2017 nos permitirá encontrar esa dirección adecuada que todos deseamos hallar?
Espero que lo que anotado no sea merecedor de calificativos del tipo: «demagogo», «ignorante» o cualquier otro peyorativo que se precien concederme quienes lean este comentario. Es triste esperar que a uno le insulten o le menoscaben por expresar una opinión o sostener una posición que puede no parecerle bien a un sector de la sociedad.
Un saludo.
Estimado Señor Brito Delgado, permítame decirle que me está exasperando ligeramente. Me encantaría leerle en alguna ocasión con argumentos tangibles, objetivos y menos histriónicos. Datos sobre datos. Objetividad y menos apasionamiento. A la inmensa mayoría de los que nos dignamos a escribir en este foro, usted incluido, creo que nos une el amor por la música, el amor por nuestra cultura, la defensa y promoción de nuestros conciudadanos y la continuidad del propio Festival de Música de Canarias. A partir de esta premisa en la que creo no equivocarme, ¿por qué no ofrece algo más que frases despechadas?. Nadie le quiere a usted, ni a nadie, sesgar la oportunidad de seguir disfrutando de este FIMC. Solo se está debatiendo sobre la necesidad de un posible cambio de rumbo, o no.
Como he comprobado que ha vuelto a escribir en este foro, vuelvo a copiar íntegramente las preguntas y argumentaciones que en su momento le hice por medio de otra entrada y de las que nunca recibí respuesta, que sinceramente me interesaba. Si lo tuviese a bien. Si no, tampoco se lo tendré en cuenta y dejaré de insistir. Muchas gracias.
PREGUNTA 1ª SIN RESPUESTA [16/08/2016]
Estimado D. Tomás, sabemos que las propuestas de excelencia pueden ser, si no infinitas, muchísimas. El caché podrá estar, o no, a la altura de sus niveles de excelencia. Pero dígame, para entrar en materia de esta nueva programación que tan poco es de su agrado. Ya que habla usted con tanta claridad, ¿me podría decir qué artistas, grupos o solistas, le merecen desprecio (o no aprecio) para ser programado como para defender a uñas y dientes el anterior modelo? O dicho de otra manera más amable, ¿cuáles de estos artistas y formaciones no le merecen su confianza, por su carente calidad o por no merecer el reconocimiento de formar parte de este FIMC? Este sería un buen comienzo para un verdadero debate sobre la actual propuesta de programación.
AMPLIACIÓN DE LA PREGUNTA 1ª SIN RESPUESTA [16/08/2016]
Estimado Don Tomás, le realicé un pregunta anterior en esta misma entrada y no recibí respuesta, así que acudí a su perfil de facebook para realizarle la misma pregunta y comprobé que se había propuesto “no volver a escribir sobre este asunto, hasta el momento en que no haya noticias”. Permítame por lo tanto aumentar mis preguntas y apreciaciones, y dejarlas aquí hibernando hasta que usted reciba nuevas noticias, supongo que de los grandes medios de comunicación. Para ser usted un neófito en el terreno de la música, o por lo menos eso he entendido cuando ha confesado abiertamente, en una de sus respuestas anteriores, su ignorancia “en muchos campos del conocimiento, incluido la música”, hay que reconocer que su osadía es elevada y percibo que le puede más la pasión que la instrucción, pues se atreve a realizar extensas argumentaciones poco fundamentadas –bajo mi humilde opinión-, sostenidas únicamente por el rumor de los vientos de Oriente. Esta cuestión le da a usted un semblante de aguerrido pero no necesariamente le da la razón. Permítame decirle que a mí no se me ocurriría, ni por lo más remoto, participar en un debate sobre la Feria o Festival del Libro X, por ejemplo, por mucho que sepa leer y me encante la lectura. Igual, para usted, esto demuestra que no gozo de su valentía, pero yo prefiero pensar que se trata de la prudencia que procuro cultivar. Si está tan documentado y ha seguido tan de cerca el festival de música de Canarias durante estos años, ¿podría solventarme algunas cuestiones que despiertan enormemente mi curiosidad? Después de leer la miríada de argumentaciones a favor y en contra de la nueva visión del FIMC, he podido comprobar cuán imprecisos son algunos datos. Parece ser que ha existido una enorme y aceptada desproporción [lógica y necesaria para algunos] en la representación de obras de creadores canarios en relación a las foráneas, es decir, unas 180 obras aproximadamente de autores NO canarios (contando en este dato a todos los grandes compositores de la música occidental) por 1 de autor canario o residente en Canarias durante estas 32 ediciones del FIMC. ¿Considera este dato más que suficiente como para representar a los autores que se han formado, al menos en su primera etapa, en Canarias, sean oriundos o residan en Canarias? Le recuerdo, aunque no haga falta, que estamos hablando de dinero público, y que ni siquiera el número llega a 32, que es el número de ediciones que se han llevado a cabo. ¿Conoce usted el dato análogo para la relación de intérpretes, entendiendo a una Orquesta sinfónica o un grupo de cámara como un intérprete? ¿Cuál ha sido la proporción de intérpretes canarios en relación a los de fuera? Y por último, lo que supongo que será sencillo calcular si se han llevado a cabo las obligadas memorias económicas; en términos porcentuales sobre datos económicos, ¿cuál ha sido la inversión de capital público que se ha aportado en estas 32 ediciones del FIMC en los productos canarios (creadores o intérpretes) en comparación a los productos foráneos? Si lo sabe, me encantaría que me ilustrase; yo intuyo algunas respuestas, pero no tengo certezas. Si lo desconoce, le ruego que al menos, por una vez, no se ponga tan a la defensiva ante un modelo que intenta poner en valor en mayor medida lo de aquí, sin que por ello se menosprecie lo de allá. ¿Quién se resistiría a escuchar y mucho menos a menospreciar la primera sinfonía de Mahler?. Créame, las veces que la he escuchado superan los dedos de mis manos y siempre la podré volver a escuchar en algunas de las infinitas e inmejorables grabaciones existentes; sin embargo, la de un vecino, coetáneo, que se podría titular ‘sinfonía anónima’, nunca la he escuchado y quisiera hacerlo, porqué no, en nuestro FIMC. Déjeme decirle una cosa más, mi nietita es una de los músicos que toca en una de esas formaciones que nunca tuvieron la oportunidad de participar en un festival como éste (voy a omitir su nombre y el de la formación, porque a ella no le agradaría que lo dijese). Ya tuvo que aguantar bastantes penurias por la continua incomprensión de familiares, amigos, conocidos y desconocidos, por quererse dedicar a esta dignísima y sacrificada profesión como es la música; muchísimas ocasiones las que tuvo que soportar estoicamente la segunda pregunta de “sí, pero, ¿qué estudias?”, después de aclarar en la primera ocasión de la misma pregunta que estudiaba música; ya tuvo que migrar para poder reforzar su formación durante unos pocos años en el extranjero; luchar duramente para ser reconocida y esforzarse mucho tiempo para entrar en una de estas 6 o 7 formaciones canarias de las programadas en esta edición del FIMC; como para que ahora, por una vez que la programan en 32 años, tenga que aguantar, también estoicamente, que gente como usted cuestione que la hayan programado, a ella y a todos sus compañeros, porque el FIMC va a aumentar en cantidad, pero va a descender estrepitosamente en calidad. ¿Por qué no se pone, sinceramente, un instante en mi posición y me dice qué siente?. Yo me siento tremendamente indignado y hasta humillado, por un daño que aunque indirecto, es el más directo que me podrían hacer. Y créame, se lo digo con el más absoluto respeto a su posición, pues usted es de los pocos que se atreven a generar debate desde los medios que tenemos, quienes solo podemos polemizar ‘educadamente’ desde las redes y no desde grandes plataformas de comunicación. Usted ha demostrado ser un demócrata y un valiente, y por ello le respeto, aunque no comparta en absoluto sus criterios para defender a ultranza el modelo que ha venido funcionando hasta ahora. Muchas gracias.
Estimado Señor Enrique Mateu:
Tiene usted una sensibilidad muy a flor de piel ¿falto a su respeto al decir que utiliza usted falacias y medias verdades para defender su argumentación? Yo creo que no, se equivoca usted con respecto a mí, también tengo una educación estupenda.
Afirma usted que no quiere que el Festival de Música de Canarias desaparezca. Al menos el festival del que yo he disfrutado, si quiere usted que desaparezca. Como ya usted creo que sabe, yo no soy músico, ni profesional y aficionado, solo un “melómano” como despectivamente algunos dicen, habla usted de su profesionalidad, en ningún momento y en ningún lugar he puesto en duda su profesionalidad, que no conozco ni discuto.
Habla usted de otros festivales de música de Canarias, desconozco cuantos había y cuantos hay ahora, si le comunico que participo como espectador en algunos de ellos, que se celebran en la isla de Tenerife. ¿Qué culpa tiene el Festival de Música de Canarias de que esos festivales hayan desaparecido? De la misma manera, habla usted de las escuelas de música, profesores de música, estudiantes de música,… dando a entender que con la visión de los que usted llama inclusivos volverán los festivales desaparecidos y los jóvenes canarios, estudiantes y profesores, verán alcanzarán los éxitos que sin duda se merecen. Ya he argumentado que la disminución de la calidad del Festival de Música de Canarias no va a significar un aumento de la calidad de la educación musical en las islas, más bien todo lo contrario.
Le reitero mis respetos a su carrera profesional, pero si le digo que el Festival de Música de Canarias que usted defiende en sus escritos, no es el Festival de Música de Canarias que yo deseo, llámeme egoísta si lo desea, pero es así.
Le reitero lo de la sensibilidad, ¿cree usted que yo lo he vilipendiado? ¿Qué lo he ofendido, despreciado o humillado? Sinceramente creo que no es así, pero si usted se ha sentido de esa manera, créame, lo siento de verdad.
Habla usted a continuación de democracia, ¿en qué momento he dicho que no tenga usted derecho a expresar sus puntos de vista? ¿En qué momento he puesto en duda el valor de su opinión? ¿Formó yo parte del grupo de “los secuestradores de la cultura”? Vuelve usted, perdone que se lo diga, a utilizar a los abonados y los turistas como los únicos beneficiarios del Festival, olvida usted que no solo los abonados asisten a los conciertos, que muchos jóvenes se han beneficiado de las llamadas “entradas de última hora”, entre ellos algunos de mis antiguos alumnos, que además han participado en el festival casi desde el principio las dos orquestas canarias, que numerosos músicos canarios han estrenado obras en el mismo, que numerosos músicos formados en los conservatorios de música de Canarias se han subido al escenario para interpretar música de la que los simples aficionados como yo hemos disfrutado.
Me cataloga usted de resignado, le puedo asegurar que no lo soy. Defiendo mis opiniones, con los argumentos de que dispongo, que son muchos o pocos pero que son los míos. Finalmente, y espero que no se ofenda, si le parece mal o se siente ofendido, retiro ya desde ahora la expresión, hace uso usted de “la demagogia” hablando de la ciudadanía y de unos privilegiados, dice usted que lo veo yo a usted como “un enemigo cruel”, y que quiere usted sumar al resto de millones de personas que tienen derecho a la cultura.
También los que usted llama “nostálgicos” somos ciudadanía, dice que somos unos “privilegiados”, es cierto aunque solo sea porque amamos el arte en todos sus campos, pintura, escultura, arquitectura, danza, música, … y odiamos la violencia, la manipulación, la descalificación personal, … por eso somos privilegiados, al menos yo las personas con las convivo, por supuesto esto también es “demagogia”. No se dé usted tanta importancia, vuelvo a pedirle disculpas si se siente ofendido, no es usted “mi enemigo” y mucho menos “cruel”, lo tengo el gusto de conocerlo para poder afirmar tal cosa.
Efectivamente es “mi” festival, y el de muchos otros, algunos ya no están entre nosotros y otros se acaban de incorporar. Pero ni yo ni las personas que conozco niegan el derecho de los “millones de personas” al acceso a la cultura.
Que tenga usted un buen día.
Sr. Brito Delgado:
1.- No creo que tenga que explicarle la diferencia entre no estar de acuerdo con una idea, o una propuesta, y afirmar que es una mentira o falacia (que es redundante) o afirmar sobre mi persona cosas contrarias a mis ideas que jamás he dicho (como hacer desaparecer un festival de música). Como tampoco le voy a explicar las normas de la netiqueta, que usted se empeña en no cumplir. https://es.wikipedia.org/wiki/Netiqueta
2.- Sigue sin dar ningún dato concreto. Así es muy difícil avanzar.
3.- En el artículo «El Festival de Música de Canarias para ‘dummies'» viene al final el listado de agrupaciones, directores y solistas concretos que van a participar en el 33 FIMC. Tanto el Sr. José Arcadio Buendía como yo le hemos preguntado en varias ocasiones que, por favor, nos diga que músicos considera que desmerecen tocar en «su» festival y, a poder ser, la razón.
Yo le deseo una buena noche.
Ahora es educado quien copia textos del facebook, los llama dislate y luego copia la respuesta de otra persona en su muro, algo que es personal sin pedir permiso .Eso es no tener ni pizca de educación.Dislate son sus argumentos completos de melómano trasnochado.
La palabra que define a Tomás Jesús es trol. Y lo mejor a los troles es no seguirles la corriente.
Realmente me creí que el articulo era actual. Increible que 8 años después sigamos igual. Estoy flipando. Y lo malo es que pueda haber personas jactándose de que todo seguirá igual, a la vez que afirman que odian la manipulación y la descalificación personal. No se dan cuenta de lo que escriben y hacen?
Como el asunto de David Azagra, el hermanísimo, que solo toca en Las Palmas y con la Mariinsky y dice que viene al próximo festival. Son ya tan confiados que todo el mamoneo y la manipulación con el dinero público lo hacen delante de nuestras narices mientras se les otorgan honores y rinden pleitesías. Que asco de gentuza.
Ellos son los talibanes que defienden unas formas y unas maneras absolutamente inaceptables.