Las expresiones no pagar o dejar de pagar para referirse a la acción de dejar de satisfacer ciertas cantidades que alguien se había comprometido a abonar son preferibles al verbo impagar.

Sin embargo, es frecuente leer en los medios de comunicación el uso, con ese mismo sentido, del verbo impagar: «El candidato a gobernar Grecia amenaza con impagar la deuda», «Solo en 2011 la comunidad impagó el 40 % de sus gastos» o «El consumidor se ve en la tesitura de impagar una factura o devolver el recibo del banco».

El verbo impagar, que no aparece recogido en el Diccionario académico ni en los de uso, es una formación peculiar, ya que el prefijo -in no forma habitualmente derivados combinándose con verbos. Para expresar esa misma idea se puede recurrir a las expresiones no pagar y dejar de pagar.

Esta última añade el matiz de que lo que se deja de abonar forma parte de una serie de pagos que se venían haciendo, como por ejemplo en la amortización de un préstamo.

Así en los ejemplos anteriores habría sido mejor escribir «El candidato a gobernar Grecia amenaza con dejar de pagar la deuda», «Solo en 2011 la comunidad no pagó el 40 % de sus gastos» y «El consumidor se ve en la tesitura de no pagar una factura o devolver el recibo del banco».

Fundéu BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE