En la era digital, y con una crisis arrasando medio mundo, los creadores buscan nuevos modelos de negocio. Y como suele ocurrir en estos casos, para inventar algo nuevo se mira al pasado.
Es el caso del artista canadiense Jeremy Bailey que inspirado en el modelo del renacimiento, en el que personalidades del poder y la burguesía encargaban cuadros a sus artistas favoritos, acaba de presentar una exposición en la que ya tenía vendida toda su producción.
Ante el reto de tener que afrontar una nueva serie se le ocurrió hacerse valer de una conocida plataforma de financiación colectiva (crowdfunding) para que sus clientes potenciales pudieran encargarle obra. Desde 5 dólares el pin hasta 1.999 dólares un retrato con sus artilugios infográficos poperos y que incluía una conversación por Skype con el comprador. En tan solo dos meses había vendido todos los cuadros entre clientes de todo el mundo y, encima, cobrando por adelantado.
La exposición se inauguró el pasado 4 de abril en la Pari Nadimi Gallery de Toronto (Canadá) y la plataforma que utilizó para su negocio fue Kickstarter.