Tenerife Noir se prepara para crear más acciones inolvidables en las próximas ediciones del Festival Atlántico del género negro que celebró su primera edición este mes de marzo en Santa Cruz de Tenerife. El equipo trabaja ya en futuras ediciones, para las que “vamos a intentar traer figuras que dejen la huella de cosas inolvidables”, asegura el comisario del festival, el escritor Javier Hernández Velázquez.

Tenerife Noir se prepara para crear más acciones inolvidables en sus próximas ediciones

“Ha sido un proyecto muy ambicioso”, dice Hernández Velázquez, quien confiesa que en algún momento de los preparativos tuvo dudas sobre la capacidad de un equipo de trabajo tan pequeño para llevar a buen puerto “un programa cultural tan heterogéneo”, que además de los encuentros con escritores, contaba en sus tres semanas de programación con conciertos, exposiciones, cineforum y trabajo educativo para la formación de nuevos escritores de relato negro tanto en Institutos de Secundaria de la isla como con reclusos de Tenerife II.

“Afortunadamente, conseguimos la financiación pública y apoyos privados” que han permitido hacer viable este programa cultural. Hernández Velázquez recuerda que el objetivo de Tenerife Noir consiste en “situar a Tenerife entre los primeros puntos del panorama internacional del género negro” y que, para conseguirlo, “ponemos la vista en el exterior”.

Para ediciones futuras, una vez superado con creces el reto de la primera edición, Tenerife Noir se propone mantener el ambicioso formato original y planificar con más antelación, y mantiene el desarrollo de su programa entre el Carnaval y la Semana

Por este motivo, con vistas a siguientes ediciones, Tenerife Noir ya se ha acercado al Festival Internacional de Novela Policíaca de Toulouse Polars du Sud y detalla sus primeros acuerdos de colaboración con Buenos Aires Negra, BAN!, cuyo director, Ernesto Mallo, participó en Tenerife Noir con dos intervenciones espléndidas sobre Borges y una clase magistral sobre cómo se escribe una novela de género negro. Igualmente, Tenerife Noir ha contado con la participación del escritor francés Bernard Minier, “un auténtico icono de la literatura negra europea y mundial –señala el comisario–, un autor capaz de vender un millón de libros, con lo difícil que es hoy”.

La presencia de Mallo y de Munier, junto con otros autores de sus países, ha sido posible, respectivamente, gracias a la implicación de la sección cultural de la Embajada de Argentina en España y del Instituto Francés, que han creado una relación con Tenerife Noir con el objetivo de mantenerla a lo largo de las siguientes ediciones, según anuncia el coordinador del festival, Alejandro Martín Perera.

El comisario destaca también el seguimiento de los medios de comunicación, que han puesto su mirada en Tenerife Noir de una forma excepcional. No solo los medios locales, como destaca satisfecho Martín Perera, sino también medios como Radio Tres de RNE o la Cadena SER. “Hemos contado en esta primera edición con la presencia de Laura González, directora del programa de Radio Tres Todos somos sospechosos, que realizó el programa desde Tenerife, y con la escritora Berna González Harbour, editora de Babelia (El País) y colaboradora de la SER”, destaca Hernández.

Igualmente destacable ha sido la presencia en Tenerife Noir de los editores de Alrevés, Gregori Dolz, y de M.A.R Editor, Miguel Ángel de Rus, apunta Hernández Velázquez, quien subraya que “la editorial catalana es la más potente en género negro en España, mientras que M.A.R Editor, en su apuesta por Canarias, ha decidido entregar su premio Wilkie Collins de novela negra en el marco de Tenerife Noir”.

Público fiel

El género negro cuenta con un público fiel y creciente que manifestó la existencia de una demanda de actividades culturales en torno al género con su participación constante en las actividades de esta edición. “Las actividades paralelas han funcionado muy bien”, asegura Alejandro Martín, que se muestra satisfecho por la presencia de público en las dos representaciones teatrales. “El público llenó el Guimerá con los Crímenes ejemplares de Max Aub y con La Ratonera de Ágatha Christie”, destaca Martín en referencia a las intervenciones teatrales, que corrieron a cargo de la Agrupación de Teatro de Filología de la Universidad de La Laguna y de Lunáticos Teatro.

En la sala de proyecciones de Tenerife Espacio de las Artes (TEA), “siempre hubo alrededor de cien personas viendo las películas y también funcionaron muy bien los debates en formato La Clave posteriores a la proyección”, recuerda Hernández Velázquez. “Las actividades con los escritores, en líneas generales mantuvieron la tónica de otros festivales que ya tienen varias ediciones”, destaca Martín Perera, que a su vez señala que “el público ha transmitido mucho interés por el formato de las presentaciones cruzadas, que permite un diálogo entre ellos, muy atractivo y nada rígido”.

Por otra parte, Tenerife Noir seguirá convocando premios en el futuro –ocho convocó en su primera edición–. Aparte de los premios Ciudad de Santa Cruz, Ciudadano Noir, y Negra y Criminal, que funcionan en el ámbito literario, los demás premios “son un elemento de participación activa”, dice el coordinador, lo que exige adaptarse a la agenda de los centros escolares, para el desarrollo de la unidad didáctica sobre relato en IES, pero también con los centros especializados en los ciclos formativos de Imagen y Sonido en Ofra y La Guancha.

El apoyo a los jóvenes creadores, con la creación del premio La farola del mar para los relatos elaborados en los IES, se percibe también en la inclusión del trabajo de artistas plásticos y fotógrafos en las exposiciones organizadas. Los conciertos y sesiones de monólogos canallas, actividades gastronómicas y recitales de poesía en la sede del Equipo PARA en Santa Cruz le dio a estas actividades un entorno único cercano al puerto y en un ambiente urbano muy singular, tan propio del género.

Finalmente, el coordinador del festival destacó también la participación entre los patrocinadores de empresas como El Corte Inglés y Agapea, que no solo han ofrecido sus espacios, sino que han aportado fondos para los premios que impulsaron. Junto a ello, el papel de marcas como Mahou o las bodegas Balcón de La Laguna bodegas ha sido esencial para el mantenimiento de una agenda de ocio y lúdica, que debe estar presente en un festival de género negro.