Foto del edificio de SGAE en Madrid por la noche

Desde la denuncia de Antón Reixa sobre el asunto de la denominada ‘rueda de televisión’, esa práctica que ha hecho ganar 25 millones de euros a 11 presuntos autores, se desencadenó la lucha por el poder como ya contamos aquí en CanariasCultura.com. Y digo presuntos autores porque entre ellos aparecen representantes artísticos y familiares que no saben ni que notas componen un simple acorde de Fa menor.

Después de una acalorada Asamblea General planteada por los ‘opositores’ como plebiscito y ganada ampliamente por Reixa con el 70% de los votos (según certifica el notario una vez finalizado y comprobado el recuento de votos) se solicitó que dimitieran todos aquellos que, con gran sorpresa para la mayoría de los socios, pretendieron que la aprobación de las cuentas se tornara en una votación para forzar la dimisión del presidente de la entidad. Lo lógico y natural es que, si la gestión de Reixa fue refrendada por el 70% de los socios, la cuestión terminara aquí y los opositores plantearan su dimisión o que al menos cejaran en sus pretensiones para trabajar juntos por el bien común de los socios.

Pero la realidad no ha sido así. No conformes con perder en el juego democrático planteado por ellos mismos, utilizan la ‘legalidad vigente’ para que, en la pasada reunión de la Junta Directiva de SGAE, los opositores plantearan una votación y echaran por la fuerza al presidente.

Puede sorprender el cómo es posible que una votación de la Junta Directiva pudiera ser tan contraria a la voluntad de los socios expresada tan solo unas semanas antes. Una de las presuntas respuestas la expuso Sabino Méndez, el músico ex Troglodita, en una carta escrita días antes a la Junta Directiva en la que denunciaba incompatibilidad ya que 11 miembros de la misma junta tenían intereses en la mencionada ‘rueda de televisión’. Otra de las respuestas se podría encontrar en la carta remitida por un nutrido número de socios a la Junta Directiva en la que se hablaba claramente de conspiración y lucha por el poder. Y otra más se podría encontrar en la propuesta de transparencia y de incompatibilidades que cursaron varias asociaciones de músicos mediante la cual solicitaban a los directivos de SGAE que mostraran sus cuentas y que rechazaron todos salvo Antón Reixa y otro directivo, que de momento se desconoce quien ha sido.

Aunque todavía sea muy pronto como para sacar conclusiones, da la impresión de que los opositores, ahora tornados en ganadores, han cavado su propia tumba. Y lo digo por varias razones:

Primero porque, pretendiendo justo todo lo contrario, han convertido a Reixa en héroe y mártir. Prácticamente todos los medios de comunicación lo presentan como la persona que trabajó por limpiar el legado de Teddy Bautista, ahora implicado en la Operación Saga que instruye el Juez Pablo Ruz (el mismo que lleva el caso Bárcenas). Su éxito mediático cuenta hasta con el apoyo de los internautas más radicales que ven en la figura de Reixa el ejemplo de que la SGAE no tiene solución ya que su intento de llevarla hacia la transparencia y acabar con las malas prácticas se encontró con el muro de la corrupción.

Segundo porque las posiciones e intereses están tan fraccionados dentro de los miembros de la Junta Directiva que es muy presumible que las luchas internas lejos de finalizar se recrudezcan mucho más y los sables y cuchillos se muevan ahora con mayor energía.

Tercero porque rechazar una propuesta de transparencia y de incompatibilidades y echar a quien la defendía no los deja en muy buen lugar, que digamos. Y pasar olímpicamente también de una petición por parte de más de doscientos socios para acabar con la luchas internas y concentrarse en la reforma de la LPI tampoco ha sido prudente.

Para finalizar, no parece que la masa autoral, historicamente aletargada en tiempos de Teddy Bautista y que desde su destitución ha venido participando cada vez más en las votaciones de SGAE, esté dispuesta a que temas tan importantes como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual no sea atendida con la diligencia que merece por culpa de esta lucha fraticida interna. De hecho ya se están recogiendo firmas para que haya un adelanto de elecciones en la SGAE ante estos lamentables hechos que perjudican, como siempre, a las bases de los profesionales de la creación y a la imagen de la SGAE en general.

Actualización 23/07/13

Manuel Hermoso, presidente en funciones, acaba de mandar una carta a los socios a raíz de un informe interno solicitado a la Dirección General sobre la situación actual. En ella afirma que «como podéis comprobar, la situación dista mucho de ser pesimista (como, no entiendo por qué, algunos círculos se empeñan en proclamar); antes al contrario, yo, particularmente, pienso que el próximo presidente se encontrará con un margen de maniobra bastante favorable a los intereses de todos»…

Si la situación dista mucho de ser pesimista… ¿Por qué echaron a Reixa si en la asamblea los socios apoyaron su gestión con el 70% de los votos y ahora un informe interno confirma que las medidas tomadas antes del golpe estaban dando buenos resultados?

Foto de Daquella manerahttp://www.flickr.com/photos/daquellamanera/87686187/

 

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