Los novelistas Alexis Ravelo y Andreu Martín llevaron a cabo un entretenido vis avis en el encuentro que mantuvieron en la casa Museo Pérez Galdós, en el marco de la tercera entrega de la actividad ‘En este inmenso Atlántico que nos une’, la propuesta que organiza el Cabildo de Gran Canaria con la financiación de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España.
El novelista catalán y guionista de cómic y cine Andreu Martín (Barcelona, 1949) confesó que empezó a escribir muy joven cuando le regalaron una máquina Olivetti Pluma 22. Aún hoy escribe sus textos iniciales a mano y toma con frecuencia notas cuando se traslada en la guagua por Barcelona. Su novela preferida sigue siendo ‘Cabaret Pompeya’, considerada hoy la gran novela policíaca de la Ciudad Condal, «en una época de los años veinte en la que todo el mundo llevaba pistolas», dijo, «cuando eran frecuentes los enfrentamientos entre obreros anarquistas y los pistoleros de los patronos, mientras las tropas de Franco se acercaban a la ciudad y comunistas y anarquistas vivían también una autentica guerra civil».
Ravelo advirtió que «las novelas no salen de una buena idea, sino de un montón de malas ideas que se mezclan y toman forma luego. Somos escritores de mapa, aunque a veces optemos por tomar interesantes carreteras secundarias. Soy más un escribidor que un escritor. Escribir es un oficio y cuando sólo piensas en trascender nunca lo logras».
Martín explicó que suele comentar a su alumnos que a un escritor más le vale que tenga una buena historia que contar, «porque un lector que renuncia a ver una puesta de sol, a hacer el amor con su mujer o su amante, a jugar con sus hijos o a pasear a su perro por entregarse durante unas horas a la lectura de un libro, espera mucho respeto de esa obra que saboreará sentado plácidamente en un sillón de su hogar».
«Me gustan autores que no deberían gustarme absolutamente nada. Raymond Chandler, por ejemplo, no tiene una sola novela que estructuralmente se aguante. Me exaspera pero tengo en casa más de una versión de sus títulos que leo repetidas veces. Reconozco que es un mago seductor que se ha convertido en un clásico de la literatura negra. El resto de escritores somos ilusionistas que tenemos que pasar mucho rato estudiando los espejos, los dobles fondos y subtramas para obtener un efecto aparente y descubrir la mejor manera de contarlo», señalo Andreu Martín.
«Los dos escribimos novela negra –comentó Ravelo mirando al novelista catalán- y existe en ellas un compromiso con la realidad y la sociedad pero advertido desde la anécdota y la verosimilitud». Al respecto Andreu dijo que «una novela mía lo que quiero que sea es una historia divertida y amena que me divierta a mi y que, por tanto, entusiasme a quien la lea. La verosimilitud no es la realidad y muchas veces ni siquiera el realismo. No es más que la habilidad del escritor para que sus lectores se crean lo que le vende. El mundo y la vida de todos está llena de casualidades, pero en una novela las casualidades cantan mucho».
Para Martín «el futuro está en el mundo digital. Acabaremos todos leyendo en tabletas porque el futuro se impone. De un tiempo a esta parte la industria de la literatura ha tomado una deriva lamentable porque se ha producido una especie de golpe de estado de los comerciales, y si antes quien mandaba en las editoriales era el buen criterio del editor, ahora no sucede lo mismo porque lo interesa únicamente es hacer caja con las memorias de Belén Esteban. La cultura así se empobrece», añadió.
Tras la conversación entre ambos autores se abrió un turno de intervenciones con el público que formuló varias preguntas a los dos novelistas.
El próximo encuentro literario previsto tendrá ya lugar el día 13 de marzo en la Casa Museo Pérez Galdós. Juan Eslava conversará con María Jesús Alvarado a las 20.00 horas.