Una exposición fotográfica que muestra cómo Lanzarote transformó a José Saramago

EFE.- El fotógrafo portugués Joao Francisco Vilhena expone desde esta semana en Arrecife «Lanzarote, la ventana de Saramago», una colección de imágenes y textos que muestran hasta qué punto el Nobel de Literatura fue transformado por la isla donde encontró su segundo hogar en sus últimos años de vida.

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La subdirectora de ‘A Casa José Saramago’ en Tías (Lanzarote), María del Río, define esta exposición como «un diálogo en el tiempo y un viaje en el espacio, con imágenes y palabras».

«Esta exposición nos devuelve a Saramago, que sin duda sigue estando vivo en sus libros y en el recuerdo», ha señalado Del Río.

El autor de las imágenes ha explicado en la presentación de la exposición que su intención ha sido la de «trasladar la especial relación que se fraguó entre el escritor y la isla», que puede percibirse en sus primeras fotos ante los volcanes de Lanzarote.

Vilhena considera que Saramago «se transformó tras instalarse en Lanzarote» de tal manera que, «sin duda, hubo un antes y un después personal» del Nobel tras fijar su residencia en Tías.

La muestra, que se puede visitar en la sala El Charco de San Ginés, en Arrecife, incluye tanto las fotografías, como una serie de textos del José Saramago que el autor ha extraído de sus «Cuadernos de Lanzarote», escritos entre 1993 y 1997.

Como complemento a las palabras y fotografías, también se proyecta un vídeo grabado en Estocolmo con motivo de la entrega al escritor luso del Nobel.

Tras su paso por Lanzarote, la exposición viajará en mayo a Oporto y Lisboa, en Portugal, y posteriormente a otros puntos de España, como Barcelona, y también a Brasil, según ha explicado su comisario, Ricardo Viel, subdirector de la Fundación Saramago.

El fotógrafo Joao Francisco Vilhena ha explicado que en la actualidad está terminando un libro con el mismo título, «Lanzarote: La ventana de Saramago», que cuenta con 62 fotos, algunas inéditas, acompañadas también de fragmentos literarios extraídos de los diarios de escritor y con un prólogo de su viuda, Pilar del Río.