«Los clásicos siguen inspirando películas porque tocan sentimientos», ha declarado Max Howard en el Festival Animayo de Las Palmas

EFE.- Los cuentos clásicos seguirán inspirando nuevas películas de éxito pese al paso del tiempo y al avance de las tecnologías, porque sus historias hablan de sentimientos y por ello no pierden vigencia, ha defendido hoy Max Howard, productor de algunos de los mayores éxitos de Disney.

Max Howard«Los clásicos constituyen un lugar natural al que recurrir» para quienes hacen cine o espectáculos, ya que atesoran «algunas de las más grandiosas historias jamás contadas» y no pasan de moda porque tratan de asuntos consustanciales a la naturaleza humana, como los sentimientos y, en consecuencia, «ofrecen una fuente de material importante» para ese tipo de trabajos, sostiene Howard.

Este cineasta británico, productor de películas como «Aladdín», «Spirit» o «El rey león», participa esta semana en el Festival de Animación, Videjuegos y Efectos Especiales de Gran Canaria, Animayo, como invitado de honor de la edición de este año.

Para explicar su parecer, Max Howard alude a una de las producciones más exitosas de las que ha sido responsable dentro de los estudios Disney, «El rey león», cuya buena acogida por parte del público obedece al hecho de que «no es en realidad una historia sobre animales, sino acerca de las emociones humanas».

Emociones que, en el marco de ese cuento, «puedes enfocar desde distintas perspectivas, a través de los distintos animales que aparecen en él», haciendo que sea un relato que interese a espectadores de épocas diferentes, destaca.

Similar es el caso de otros personajes de películas de éxito, como el oso protagonista de «Kung Fu Panda», de Dreamworks, añade.

Ese panda torpe y perezoso que acaba convertido en un experto de las artes marciales se ha ganado el aprecio de públicos variados alrededor de todo el mundo «porque tiene un corazón, un gran corazón, y una ambición», características que llevan a mucha gente a identificarse con él, destaca Max Howard.

Este productor de origen británico pero afincado en Estados Unidos, que ha trabajado también en otros largometrajes ya clásicos como «Quién engañó a Roger Rabbit» o «Pocahontas», ha matizado, entre risas, que la respuesta que obtenga cualquier historia es más impredecible cuando se trabaja con el público infantil, que puede tener reacciones inesperadas.

Como le ocurrió a él, según ha relatado, en una ocasión en que conversó con niños de diez años que habían visto películas hechas hace cincuenta, sesenta o setenta años, como «Blancanieves», «Bambi» o «Pinocho» y a los que les preguntó en qué año crecían que se habían hecho.

Su pregunta obtuvo respuestas variadas, pero de las que el productor destaca una: la de un niño que dijo que pensaba que era de 1492, porque «resulta que su profesor le había estado contando el día antes que en ese año Cristóbal Colón había descubierto América y él pensaba que debía ser de ese entonces», ha expuesto. «Es fantástico», ha añadido.

Max Howard ha reflexionado, además, sobre el futuro de la animación, que ha opinado que «es maravilloso» en la medida en que quienes trabajan en ella «tienen muy variadas áreas» a las que poder dedicarse actualmente, porque su profesión es aplicable en la actualidad a «cualquier forma de arte, de entretenimiento y de comunicación a lo largo de todo el mundo».

El productor ha alabado la calidad de Animayo, que también ha valorado otro de sus invitados, Erik Grenaudier, representante de Stargate, la compañía responsable de la exitosa serie televisiva «The walking dead», tanto por el buen nivel de los trabajos que se presentan a concurso como por el hecho de que revela hasta qué punto animación y efectos especiales tienen seguidores en todo el mundo.

«Es muy interesante ver que, incluso en un sitio como Las Palmas, que está, un poco, en medio de ningún lugar, tanta gente aprecia este campo y está interesada en aprender sobre él», ha declarado.