Película de de Joao Canijo, en el marco del XIV Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria

EFE.- La actriz Anabela Moreira ha indicado hoy que en la película portuguesa «É O Amor», de Joao Canijo (2013), que protagoniza, se sumergió tanto en el ambiente del pueblo pesquero donde se rodó, que se sintió como «una infiltrada dentro de la realidad, dirigiendo la escena».

Anabela Moreira
Moreira ha ofrecido una rueda de prensa en el marco del XIV Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, en el que la película portuguesa que protagoniza compite en la sección oficial.

El film aborda la sociedad de Caxinas, un barrio pesquero de Vila do Conde, en el norte de Portugal, visto a través de las mujeres de los pescadores, con las que la actriz vivió durante tres meses para ambientarse y meterse en su personaje.

La relación entre los pescadores y sus esposas se basa en la confianza y en una dependencia mutua absoluta, y «aunque en principio, parecería una sociedad machista, en la realidad no lo es. Son las mujeres las que mandan, pero cuando llegan los hombres, les hacen creer que ellos son los reyes», ha indicado hoy la actriz.

Uno de los personajes principales de la película es Sonia, la esposa del patrón de los pescadores, «una mujer muy fuerte, con una energía muy inocente, quien cree que el amor es para toda la vida y consiste en una historia encantada de príncipes y princesas», ha manifestado hoy la actriz, quien quedó sorprendida por encontrar alguien tan inocente y puro.

«É O Amor» es un documental pero también mezcla ficción, y no se ciñe únicamente a mostrar hechos sino que ofrece la complejidad propia de las personas y sus matices.

«Canijo es un brillante director de ficción» no limitado a los documentales, ha asegurado hoy la actriz.

Anabela Moreira ha relatado cómo, después de tres meses de convivir con las mujeres de los pescadores, la filmación de las escenas cotidianas fue fácil, pues estaban acostumbradas tanto a su presencia como a la de la cámara que en ocasiones ella portaba, por lo que existía una complicidad mutua.

«En tres meses se crearon muchos lugares comunes» y la actriz actuaba «como una directora de orquesta diciéndole a las mujeres lo que debían hacer», según ha explicado.

«A partir de cierto momento, la presencia de la cámara era irrelevante», algo muy importante para lograr la espontaneidad, pues «cuando filmas algo, la realidad se transforma; nunca somos objetivos, siempre te transformas delante de una cámara y el resultado se altera».

«La realidad no necesita artificio», por lo que la película muestra la sociedad de Caxinas de manera natural, ha insistido hoy la actriz.

Anabela Moreira ha relatado la dificultad que a veces entraña volver a su vida y a su personalidad real después de un largo tiempo viviendo en ambientes extraños que no le son propios.

«Cuando la película acaba, después de mucho tiempo viviendo en otro mundo, vuelves a tu lugar y te recobras a ti mismo, y cuando transcurren unos meses y reencuentras a esas personas de la película, tanto ellos como yo sentimos que algo ha cambiado».

En «É O Amor» la actriz estuvo «en un lugar muy amoroso, donde la familia y la palabra son muy importantes», lo que le permitió descubrir nuevas facetas de sí misma.

«El actor no vive solo su propia vida, vive otras muy diferentes y alejadas de él», según Moreira.