La cita será el día 23 y se incluye dentro del ciclo japonés ‘Ukiyo-e: entre geishas y saturáis’.

TEA Tenerife Espacio de las Artes proyecta el miércoles día 23, a partir de las 20,00 horas, el largometraje El imperio de los sentidos, de Nagisa Oshima.

 El imperio de los sentidos se proyectará en el TEA

 

La proyección, que se hará en versión original en japonés con subtítulos en castellano, se incluye dentro del ciclo de cine japonés que ha programado TEA Tenerife Espacio de las Artes con motivo de la exposición Ukiyo-e: entre geishas y samuráis, una muestra que cuenta con la colaboración de la empresa JTI y que se puede visitar en el centro de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife hasta el 31 de agosto.

La película, que no está recomendada para menores de 18 años, muestra una impactante historia de amor y sexo basada en un hecho real acaecido en Japón en los años 30 del siglo XX.

La historia transcurre en 1936 en Tokio y cuenta la historia de Sada Abe, ex prostituta, que ahora trabaja como parte de la servidumbre de un hotel. Conoce allí al propietario del hotel, Kichizo Ishida, casado con la ama, y muy activo sexualmente, y ambos se hacen amantes de una manera tan intensa que buscan experimentar tanto en lo sexual como en el consumo de bebidas alcohólicas y en muchas otras autocomplacencias.

Las ansias de placer, la entrega de dos cuerpos, las relaciones de dominación y sometimiento entre un hombre y una mujer desembocan en una tragedia pasional.

Nagisa Oshima (Kioto, 1932 – Fujisawa, 2013) fue un famoso director de cine y guionista japonés, recordado por la película que proyecta este miércoles TEA Tenerife Espacio de las Artes. Oshima, un crítico de la censura y del humanismo de su contemporáneo Akira Kurosawa, estaba determinado a que la película incluyera escenas pornográficas fuertes, por lo que la película tuvo que ser terminada en Francia, para así poder crear un versión sin censura, que aún se encuentra inasequible en Japón.

En su otra versión del filme, El imperio de la pasión, lanzada en 1978, hizo un acercamiento más refrenado al representar la pasión sexual de los dos amantes que los condujo al asesinato, llevándolo a ganar el galardón del Festival Internacional de Cine de Cannes en 1978 como mejor director. En 1983 tuvo otro éxito crítico importante con Feliz Navidad, Mr. Lawrence, desarrollada en un campamento de prisioneros japonés durante la Segunda Guerra Mundial, mostrando a Ryuichi Sakamoto y David Bowie como ejemplos de las virtudes militares de Oriente y Occidente.