Teatro Abadia Entremeses_wide

El teatro se hace grande con representaciones como la que vimos ayer en el teatro Cuyás, donde se llevó a escena los Entremeses de Miguel de Cervantes, una producción del Teatro de la Abadía dirigida por José Luis Gómez para celebrar su XX aniversario.

Esta representación viene a demostrar que cuando el trabajo se hace bien y a conciencia, no importa el siglo en el que se escribió el texto ni si quiera el autor, solo importa lo que te transmite el espectáculo que estás viendo. Sales del teatro más que satisfecho y gritas, con ganas, ¡Bravo, bravo y bravo!

LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena se rinde al objetivo de la interpretación, porque es ella la única protagonista. Están los atrezos imprescindibles, ni uno más ni uno menos, elementos que visten a la escena de forma sencilla.

Las actrices y los actores se trasforman en el escenario para dar vida a las diferentes partes que conforman los entremeses, como si fuera lo más normal del mundo.

Los efectos de sonido, en su mayoría, proceden de las manos del músico Eduardo Aguirre que utiliza toda clase de elementos para meternos de lleno la historia que estamos viendo.

LOS ACTORES

El elenco de actores y actrices estuvieron a una gran altura, todos brillaron con luz propia, interpretando sus papeles a la perfección, poniendo sobre el escenario su trabajo que es digno de admiración.

LA DIRECCIÓN

José Luis Gómez sabía lo que tenía entre manos y cuando uno tiene una idea clara en la cabeza, la lleva a escena y saca del elenco de actores todas y cada una de sus cualidades, mostrando un producto perfecto y sin fisuras.

LOS TEXTOS

Los tres textos, La cueva de Salamanca, El viejo celoso y El retablo de las maravillas son textos escritos por Cervantes para entretener y el director ha respetado ese objetivo y es de agradecer porque haber hecho otra cosa, quizás no se hubiera comprendido.

En ocasiones se intenta modernizar a los clásicos para acercarlos al público, sin embargo, muchas veces, esa modernización es un absoluto desastre.

SINOPSIS

En La cueva de Salamanca, Cervantes nos presenta al esposo cornudo y contento, a cuyo engaño asiste regocijado el espectador, liberado por un momento del código moral. Pancracio, el marido, es un personaje caracterizado por la credulidad extrema y recuerda a la figura del bobo presente en el teatro de Lope de Rueda. Su mujer, Leonarda, y el estudiante son los principales creadores del engaño al que se le somete. Esto es posible en parte gracias a la desmedida afición de Pancracio por las artes ocultas y por su falta de juicio. Por esto, en la obra se advierte que él es también culpable de los engaños de su esposa. En este entremés Cervantes, a través de la comicidad, critica la superstición y la falta de confianza en la razón.

En El viejo celoso, dramatiza la trama de la “novela ejemplar” El celoso extremeño. Cañizares, viejo desposado con una mujer joven, está dominado por la pasión de los celos, monstruosamente sentida. Su esposa, que vive encerrada bajo siete llaves, maldiciendo a su marido y al momento en que se dejó casar, le engañará en la primera ocasión que se le presente. La escena del engaño de este célebre entremés es una de las más irónicas del teatro de la España del siglo XVII y sucede ante el esposo cornudo.

El retablo de las maravillas, cuya trama guarda cierta similitud con el cuento del nuevo traje del emperador y otras tradiciones populares, es protagonizado por dos pícaros que presentan ante las “fuerzas vivas” de una aldea un retablo muy especial: sus imágenes solo pueden ser vistas por personas de “sangre pura”, no por hijos bastardos o descendentes de moros o judíos. Así, Cervantes se burla de los estatutos de limpieza de sangre de la época.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA

La cueva de Salamanca
Barbero: Julio Cortázar
Estudiante: Miguel Cubero
Cristina: (criada de Leonarda) Palmira Ferrer
Reponce. (sacristán) Javier Lara
Leoniso: (compadre de Pancracio) Luis Moreno
Leonarda: Inma Nieto
Pancracio: (marido de Leonarda) José Luis Torrijo

El viejo celoso
Compadre de Cañizares: Julio Cortázar
Alguacil: Miguel Cubero
Sra. Ortigosa: (vecina de Lorenza) Palmira Ferrer
Doña Lorenza: Elisabet Gelabert
Galán y bailarín: Javier Lara
Cañizares: (marido de Ortigosa) Luis Moreno
Cristina: (criada de Lorenza) Inma Nieto

El retablo de las maravillas
Furrier Eduardo: Aguirre de Cárcer
Juana Castrada: (labradora) Diana Bernedo
Gobernador: Julio Cortázar
Chanfalla: Miguel Cubero
Teresa Repolla: (labradora) Palmira Ferrer
Chirinos:Elisabet Gelabert
Juan Castrado: (regidor) Javier Lara
Pedro Capacho: (escribano) Luis Moreno
Rabelín: Inma Nieto
Benito Repollo: (alcalde) José Luis Torrijo

Texto: Miguel de Cervantes
Dirección: José Luis Gómez
Música: Luis Delgado
Escenografía: A partir del diseño original de José Hernández
Vestuario: María Luisa Engel
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Ayudante de dirección: Carlota Ferrer
Arreglos de coplas y refranes Jesús Domínguez
Realización de vestuario: Sastrería Cornejo
Realización de escenografía: Utilería-Atrezzo SL y equipo de La Abadía
Agradecimientos a Agustín García Calvo, Vicente Fuentes, María del Mar Navarro y Rosario Ruiz Rodgers por su influencia en nuestro trabajo.