pepe damaso

Querido Pepe, los medios de comunicación se han hecho eco recientemente de varias noticias -muchas obviamente dada tu vitalidad- relacionadas con el artista Pepe Dámaso y su omnipresencia. Pero aquí sólo voy a señalar la extrañeza que me producen algunas de ellas y que, seguro, entenderás que me ofusquen. Fundamentalmente, me refiero a la propuesta de abrir un Museo de tu obra en cada isla. La otra tiene que ver con el anuncio de la aportación de 400.000 euros para reconvertir tu casa de Agaete en Museo, y añado una tercera que acabo de leer en la prensa digital y se refiere a la compra de un retrato de tu serie Juanita por 80.000 euros (casualmente vi la exposición de esta colección recuperada en la sala del Paraninfo de la ULPGC, comisariada por Ángeles Alemán, y me pareció soberbia a pesar de los años transcurridos desde la realización de esos cuadros), una adquisición que al parecer carece de una tasación que justifique la valoración de la obra, cuestión imprescindible en la compra de cualquier obra artística por organismos públicos, tal como me han señalado desde hace años.

En este sentido, creo que las instituciones tienen como obligación atender al conjunto de la sociedad, fundamentalmente sus servicios públicos (Sanidad, Educación, Justicia, Seguridad, Asistencia Social…) pero desde hace mucho tiempo los políticos se han introducido en asuntos de mayor complejidad y volatilidad, como es el ámbito de la cultura donde hay colectivos y personalidades, genios/as y también ciudadanos/as dependientes (más de un artista ha fallecido en condiciones inenarrables), o en la pobreza -incluso con salario, que un sueldo ya no supone calidad de vida suficiente-… También, como en todo mercado, hay sus envidias, negocios, machismo y frustraciones. Porque muchos artistas que han vivido de su creación han tenido que realizar grandes esfuerzos de relaciones públicas. Obviamente.

Sí. Son muchas las personas que tienen bajo su responsabilidad las instituciones. Organismos en los que todas sus actuaciones deben ser explicadas y documentadas, al igual que el acceso a un cargo público debe contemplar los principios de igualdad, mérito y capacidad (añadiría transparencia). Y, por ello, me extraña que en estos casos nadie plantee una crítica o una duda, particularmente los artistas canarios. Yo las tengo, las dudas, sobre estas cuestiones, dentro del gran cariño y respeto que te tengo, Pepe, pero que me las plantearía fuera cual fuera el/la artista al que las instituciones apoyen o desprecien, porque las administraciones deben velar por el respeto a la comunidad. Y no dudo sobre tu capacidad como artista y tu vitalidad, sino acerca de la idea de crear siete museos como si fuera una franquicia tipo McDonalds o Zara.

Sé que se podrían crear no siete sino 77 museos con tu obra (como buen artista, no has dejado de producir ni un minuto, y he vivido en mi familia esa experiencia), pero ante ese escenario me preguntaría cuál albergará tu obra relevante para convertirse en el museo que verdaderamente tendría interés porque dudo que alguien, ya sea canario o turista, se traslade de isla en isla para visitar los museos de un artista exclusivamente, salvo que estemos ante una genialidad de reconocimiento mundial de esos (todavía no hay museos de esas) que se cuentan con los dedos de una mano.

Por otra parte, creo que la propuesta de varios museos para un solo artista obligaría a destinar mucho dinero y espacios públicos que a otros artistas o museos ya existentes no se les ha ofrecido o se les niega. O incluso museos que agonizan o languidecen… Por ejemplo, no sé cuánto aporta el Cabildo Insular al Museo Néstor en este ejercicio, pero en 2015 la cifra era de 12.000 euros, y el Gobierno de Canarias no ponía un céntimo.

Podría extenderme en múltiples ejemplos y cuestiones (publicaciones, premios o exposiciones patrocinadas por las instituciones), pero me quedo con lo planteado y aclaro que considero que mereces que el Cabildo colabore para convertir en museo tu casa en Agaete, tu escaparate vital, a la vez que opino que no debería convertirse en una franquicia (Pepe, perdona por la ironía del título de este artículo, pero espero que te produzca una carcajada). Y es que una salpicadura de muesos desvirtuaría tu trayectoria vital y artística, además de suponer un menosprecio institucional a otros/as muchos/as artistas que merecen ser conocidos/as.

Te deseo un feliz 2018 y espero que en los años venideros continúes con tu espíritu emprendedor y contagioso sin que los errores de las instituciones o algunas personas ensombrezcan tu figura.