RESTAURACION DEVORADORLa escultura ‘Devorador de pájaros’, del artista Christian Silvain, se exhibe desde esta semana, tras una minuciosa restauración, en un nuevo emplazamiento temporal más adecuado para preservar la integridad de esta obra de arte: la zona infantil de la Biblioteca Municipal – TEA.

El Organismo Autónomo de Cultura (OAC) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que preside la tercera teniente de alcalde, Clara Segura, llegó a un acuerdo con la empresa McDonald’s para que apadrinase esta escultura y colaborara en devolverle su aspecto original.

Esta pieza, situada originalmente en el Parque Cultural Viera y Clavijo, fue retirada de su antiguo emplazamiento en el pasado mes de diciembre ya que se encontraba muy deteriorada.

 

La Comisión de Escultura del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias (COAC) quedó encargada tanto de supervisar los trabajos de restauración como estudiar una ubicación alternativa. Aunque fue creada para ser exhibida en espacios públicos, las características de esta escultura (pintura con grafismos, elementos muy frágiles, etcétera.) hacen que necesite un entorno más vigilado, tanto para evitar condiciones meteorológicas adversas como actos de vandalismo y sustracción de elementos que la conforman.

Clara Segura Delgado y Ramón Fariña Martín, franquiciado de McDonald´s en Tenerife, comprobaron recientemente como ‘Devorador de pájaros’ ha recuperado su estado original. Los trabajos de restauración se enmarcan en el amplio programa de actividades elaborado por el OAC con motivo de conmemorarse el 40 aniversario de la ‘I Exposición de Escultura en la Calle’.

La edil recordó que antes de la restauración, realizada por la empresa ‘Esculturas Bronzo’, la pieza presentaba un estado general muy deteriorado. La pintura original estaba en muy mal estado debido a que se había realizado un pintado defectuoso que provocó el levantamiento de la capa pictórica azul de base de la plancha de hierro galvanizado que constituye el cuerpo de la escultura. El levantamiento de esta capa pictórica hizo que casi desaparecieran una serie de dibujos en color blanco sobre fondo azul realizados originalmente a mano por el autor. La capa pictórica blanca de la base prácticamente había desaparecido, así como los elementos ornamentales de la pieza original, formado por flores rojas. Clara Segura lamentó que, además del deterioro de la pintura, ‘también presentaba desperfectos provocados por agresiones de distintos elementos frágiles de la pieza, como son un cubo con flores plásticas que lleva al lado izquierdo, la rotura de parte de una hoja de parra y un manómetro en lado derecho que desaparecieron al poco de la instalación de la escultura. Las sustracciones del manómetro y el cubo de flores eran constantes’.

Para devolverle su aspecto original fue necesario proceder al decapado completo de la escultura y se aplicó una imprimación que sirvió de base adherente entre el hierro galvanizado y la nueva pintura. Los dibujos originales fueron preservados como archivos digitales realizados a partir de los restos que quedaban originalmente en la escultura, así como de fotografías en el momento de su instalación. Con estos archivos digitales se repusieron los dibujos de manera idéntica a la pieza original a través de plantillas de vinilo y pintado al aerógrafo. Las flores de color se pintaron igualmente con aerógrafo sobre la peana utilizando una plantilla de vinilo para imitar el efecto original. También se reconstruyó la hoja parcialmente rota y se repuso el cubo con sus dibujos y colores originales, las flores plásticas y el manómetro.

‘Devorador de pájaros’ es una obra que debe de verse de frente, debido a que solo tiene dos dimensiones. Pertenece a la serie de esculturas englobadas bajo el título de ‘El hombre que deja tras de sí’, que tienen como característica el hecho de ser planas, utilizar colores intensos y el uso de elementos cotidianos en la composición. Está compuesta por una chapa metálica pintada de azul y recortada a modo de silueta humana, como de dibujos animados, en la que se aprecian unos grafismos infantiles en blanco. En la parte superior se encuentran una serie de agujeros con formas irregulares que representan los ojos, nariz y boca. Un hierro enrollado forma el pelo.