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68_los_misteriososLos Misteriosos eran un grupo versionero de Tenerife que grabaron en este disco temas de los Bee Gees y clásicos como el “Katerine” de H. Williams. En Tenerife, en aquella época, el grupo bandera eran Los Sombras, que tenían su sede en un local donde no sólo Los Misteriosos y Los Sombras tocaban, sino la gran mayoría de bandas nacionales: el local se llamaba A Go-Go, uno de los primeros templos del rock en España. Había un gran nivel entre los grupos de Tenerife, aunque para la gran mayoría era un pasatiempo. Los Misteriosos tuvieron su hueco de honor entre las bandas versioneras de los 60.

68_canariosEste fue el gran bombazo de Canarios. Salió a principios del 68 y vendió 200.000 copias el primer año. Fue 37 semanas nº 1 en España y estuvieron en las listas de ventas internacionales con The Beatles o The Rolling Stones. Su éxito se consolidó con la gira de conciertos que el grupo dio por toda España, demostrando la supremacía de una banda que estaba a años luz de lo que se hacía en la península. Una contundente base rítmica apoyada por una sección de metales y la voz inconfundible de Teddy, marcan uno de los puntos álgidos en la trayectoria del genial creador canario. Aún hoy sigue sonando fresca y contundente. Era tal la calidad de Canarios que, aunque su nombre dejaba clara su procedencia, la gente no sabía de dónde era la banda de Teddy. Desgraciadamente, cuando se habla del rock en España, se da mucha más importancia al “Black is Black” de Mike Kennedy y Los Bravos, cuando todo el mundo sabe (me imagino) que Mike era alemán y que la canción no era de ellos. “Get on your knees” es el hit más importante y más internacional de un grupo español de los 60 con diferencia y pocos han llegado a cotas tan altas en la historia de la música en este país.

Este tipo de álbumes eran muy raros en aquella época, pero había una razón que lo fundamentaba: cuando Teddy está en su momento dulce con un hit de la talla de “Get on your knees”, es llamado a filas y tiene que hacer el servicio militar. Esto hace que el productor Alain Milhaud lance en este LP los singles de Canarios y gane algo de tiempo, ya que el músico «desaparecerá» dos años entre Tenerife, La Palma y el Sáhara.

68_pop_topsLos Pop Tops eran una banda que también hacía soul, liderada por Phil Trim, y en la que años después militarían los músicos tinerfeños Paco Urbano y Agustín Carló, y disfrutarían de las mieles del éxito con la canción Mamy Blue.

68_requiemTras el éxito de “Get on your Knees” y antes de que Teddy comience el servicio militar, el canario deja grabadas un par de canciones que quedan en la recámara de la com- pañía discográfica para que ésta los edite durante la retirada del mundo del músico y así mantener el nombre del grupo vivo. “Requiem for a soul” es el homenaje a uno de sus ídolos: Otis Redding. Una balada que Teddy considera musicalmente “soul- sinfónico”. “Child”, la mal considerada cara B de este single, es otro temazo con orquestación de cuerdas y vientos donde vemos a un Teddy con pretensiones que van más allá de la simple visión del rock clásico. El single fue un éxito de ventas en las navidades del 68.

68_requiem _portadaEn el mundillo rockero grancanario seguía existiendo la ilusión que habían generado Los Canarios, y otra banda de la isla se propuso seguir su estela intentándolo en la península. 68_crichLos Nosotros eran un grupo liderado por Toba “el Macho”, Paco Toribio y el genial guitarrista Fito Pareja, que viajan a Sevilla, una de las ciudades con mayor movimiento rockero del estado. En Sevilla, ese mismo año, Los Canarios habían hecho gala de su single estrella, Get on your knees, y fue donde se comenzó a fraguar el camino hacía el estrellato de la banda de Teddy Bautista. Pero siguiendo con la historia de Los Nosotros y de Los Crich, hay que decir que Gustavo González, inquieto músico que había tocado con varios grupos de la época, se había unido a la expedición por simple curiosidad. Allí contacta con tres músicos sevillanos que le proponen ingresar en su proyecto. Este es el comienzo de Los Crich. El grupo hacía versiones de soul y rythm & blues de bandas como The Chamber Brothers, y lo hacían tan bien que les proponen grabar un single en Madrid. Pero no tienen equipo y deciden venir a Gran Canaria, pulir su sonido y conseguir el equipo necesario para solucionar posibles inconvenientes futuros.

El hermano de Gustavo, Ramiro, era un conocido técnico de sonido, mano derecha del padre de Teddy (le solucionaba cualquier problema que les planteaban los arcaicos equipos de la época) y había creado un pequeño sello discográfico llamado Fonoguanche. Con él graban este single con dos versiones del grupo americano antes mencionado. El grupo grabó dos singles más a principios de los 70 con composiciones de su bajista, el sevillano Rafael Martín. Al margen del grupo, el mundo discográfico en las Islas da un salto adelante importantísimo con la fundación de este sello discográfico, que junto a Tam Tam en Tenerife, son los primeros sellos que aparecen en Canarias y que apoyan el rock hecho aquí.

El club A Go-Go

En Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, que fueron los centros neurálgicos donde comenzó todo este movimiento, disponíamos de muchos cines. Cines que se podían convertir en teatros. En Santa Cruz teníamos el Teatro Baudet, el Teatro San Martín, el cine Numancia, etc., donde eventualmente, los domingos por la mañana, se podían organizar esta serie de festivales. No se llamaban conciertos. Esa palabra se empezó a utilizar más tarde. Era muy divertido porque la gente joven, que no tenía nada que hacer los domingos después de ir a misa, aprovechaba para escuchar música y pasárselo bien.

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El club A Go-Go, en la Avenida de La Trinidad (La Laguna) 1968.

También hay que decir que los religiosos o curas (que era como les llamábamos nosotros) no eran los que ponían mano dura, ya que preferían que estuviéramos con la música que estar por ahí haciendo el golfo. Nos cedían aulas para los ensayos y daban cabida a los grupos modernos en las fiestas patronales. Con todo este interesantísimo caldo de cultivo y siendo yo muy joven, empecé a hacer mis primeros pinitos como promotor hasta encontrar en la Avenida de la Trinidad un local que era perfecto para la música. Me busqué un socio, ya que yo no disponía de mucho dinero, y abrimos el A Go-Go, uno de los primeros templos de rock de toda España. Por allí pasaron todos los grupos de la época, tanto canarios como peninsulares.

Jesús E. Beltrán

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